jueves, 12 de abril de 2012

ABIHÚ o ABIÚ.

                Segundo hijo de Aarón (Éx 6;23 Nm 26,60); es autorizado junto con su hermano mayor Nadab a subir "hacia Yahvé" en la falda del Sinaí, detrás de Moisés y Aarón, pero delante de los ancianos de Israel (Éx 24,1 y 9). Será, junto con Aarón y sus tres hermanos (Nadab, Eleazar, Itamar), consagrado al sacerdocio (Éx 28,1).

               Pero parece ser que Abihú y Nadab cometieron una falta en el ejercicio de sus funciones sacerdotales. El LEVÍTICO (Lv 10,1-2) dice solamente que hicieron humear el incienso ofreciendo ante Yahvé "un fuego profano que Él no les había ordenado", y que murieron los dos por un fuego "que salió de delante de Yahvé". ¿Habian utilizado fuego cogido de otro lugar que no fuera el altar de los holocaustos, y en consecuencia "profano"? ¿O bien pecaron solamente por exceso de celo tomando una iniciativa no prevista por el ritual? Se desconocen las exigencias exactas de este ritual en tiempos del santuario del desierto, donde el texto sitúa el suceso. Para el autor inspirado, lo que importa es enseñar que el servicio de Dios exige una obediencia estricta y no tolera ni fantasía ni negligencia.

              Con el fin de condenar ciertas tradiciones que admitían para el sacerdocio a supuestos descendientes de Abihú (cuyo nombre significa "Él -Dios- es el padre") y de Nadab, el primer libro de CRÓNICAS (Cro 24,1-2) precisa que estos dos hijos de Aarón murieron sin descendencia.

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