viernes, 17 de agosto de 2012

SAMBALAT.

(heb. Sanballat, tal vez "el dios-luna da vida", "un castaño" o "fuerza para el ejército"; papiros aram. de Elefantina, Snblt; ac. Sin-uballitt "[el dios lunar] Sin ha dado vida"). Gobernador de Samaria (tal como lo revelan los papiros de Elefantina*), contemporáneo y enemigo de, Nehemías, quien lo llama "horonita" (Neh. 2:10, 19) sin mencionar su cargo oficial. No se sabe si "horonita" significa que era oriundo de una de las 2 poblaciones llamadas Bet-horón que se encontraban en el antiguo territorio de Efraín, o si era de la ciudad de Horonaim, en Moab, o si provenía de Haurán, en cuyo caso habría que haberlo llamado hauranita. Su nombre pagano y su origen, ya fuera de Moab o de la aramea Haurán, nos permiten sugerir que Nehemías lo llamaba "horonita" en forma despectiva, en vez de darle el título de "Gobernador de Samaria". Sanbalat, junto con el amonita Tobías y Gesem el árabe, por medio del ridículo, la intimidación y las amenazas trató de impedir que Nehemías reconstruyera los muros de Jerusalén. Lo acusó de rebelión contra el gobierno persa, lo invitó a la llanura de Ono para celebrar una conferencia, con la idea de secuestrarlo y asesinarle, e incluso hizo preparativos para lanzar un ataque armado contra Jerusalén. Pero Nehemías estuvo a la altura de las circunstancias, y no cayó en ninguna de las trampas de Sanbalat. Tomo medidas eficaces para defender la Ciudad en caso de un ataque, que Sanbalat, por lo visto, no se atrevió a llevar a cabo (2:10, 19,20; 4:1-5, 7-9, 11-23; 6:1-9, 12-14). Más tarde, cuando Nehemías regresó a Judea para iniciar su segundo término como Gobernador, descubrió que un nieto de Eliasib, el sumo sacerdote judío, se había casado con una hija de Sanbalat. Consciente de la amenaza potencial a la moral del pueblo implícita en este hecho, Nehemías expulsó a la pareja (13:28). El nombre Sanbalat aparece en una carta del 407 a.C., de los judíos, de Elefantina en Egipto, dirigida a Bigvai, el gobernador persa de Judea. En esa carta los judíos le pedían permiso a Bigvai para reconstruir su templo, que había sido destruido por enemigos egipcios, y afirmaban que también le habían escrito "a Dolías y Selemías, los hijos de Sanbalat, gobernador de Samaria", con la amenaza velada de que recurrirían a la ayuda de los samaritanos si las autoridades de Jerusalén no accedían a su solicitud (fig 448). Esto demuestra que Sanbalat todavía estaba vivo y aparentemente en ejercicio de su cargo en el 407 a.C., 37 años después de que Nehemías llegó por 1ª vez como gobernador de Palestina. Pero parece que estaba tan anciano en ese entonces que sus 2 hijos se desempeñaban como administradores. Véase Patros. 448. Papiro arameo de Elefantina que menciona el sumo sacerdote Johanán de Jerusalén (véanse los 2 recuerdos en la 1a línea de abajo) y Sanbalat, el gobernador de Samaria (véase el 1er recuerdo en la parte superior). Josefo menciona a Sanbalat, y se refiere a él como un cuteo a quien Darío III (336/35-331 a.C.) había nombrado gobernador de Samaria, pero que se había puesto de parte de Alejandro después de la victoria de éste sobre Darío. Josefo afirma más adelante que Nicaso, la hija de Sanbalat, se casó con Manasés, hermano de Jadúa (el sumo sacerdote judío), y que consiguientemente Manasés fue expulsado de Jerusalén pero ordenado sacerdote de un templo construido por su suegro en el monte Gerizim, con el permiso de Alejandro Magno. Si Josefo, por confundir sus informaciones, se refería al Sanbalat del tiempo de Nehemías, entonces estos hechos habrían ocurrido en el s V a.C. Pero si se trata de otro Sanbalat de la época de Alejandro Magno, entonces sería en el s IV a.C. Al examinar la relación que existe entre la historia de Josefo y la narración bíblica, los eruditos en lo pasado han adelantado 3 opiniones: 1. Que Josefo estaba equivocado. 2. Que la historia de Josefo es correcta desde el punto de vista histórico, y que por tanto habría que corregir el libro de Nehemías. 3. Que hubo 2 Sanbalat (el 1º, el horonita, contemporáneo de Nehemías; el 2º, el cuteo, quien habría vivido 100 años más tarde, en la época del sumo sacerdote Jadúa y de Alejandro Magno). Los papiros de Elefantina 1051 han confirmado la corrección del registro bíblico con respecto a la existencia de Sanbalat en los tiempos de Nehemías; por esta razón la opinión 2 casi no tiene valor actualmente. La opinión 3 ha recibido últimamente una confirmación parcial gracias a ciertos papiros descubiertos en 1962 en una cueva en el Wâd§-Dâliyeh, a unos 16 km hacia el nornoroeste de Jericó. Gracias a estos documentos del s IV a.C. nos hemos enterado de que Delaías, hijo de Sanbalat -quien de acuerdo con los papiros de Elefantina habría sucedido a su padre como gobernador de Samaria-, tuvo como sucesor a otro Sanbalat (II), quizás hijo suyo, que a su vez tuvo como sucesor a su hijo Hananías. Puesto que ahora tenemos conocimiento de 2 Sanbalat que aparecen en los registros de la época, podemos llegar a la conclusión de que es correcta la historia de Josefo acerca de un Sanbalat (III) en tiempos de Darío III. Evidentemente el nombre Sanbalat se repetía en los nietos de acuerdo con una costumbre que prevalecía en el Cercano Oriente y que se conoce con el nombre de "paponimia". Bib.: FJ-AJ xi.7.2; 8.2, 4; xiii.9.1; xx.6.1; F. M. Cross, BA 26 (1963):110-121.

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