sábado, 25 de agosto de 2012

SORÁ.

Antigua ciudad cananea, asignada a la tribu de Judá en el reparto de la Tierra Prometida. Situada en la Tierra Baja, a una veintena de kilómetros al oeste de Jerusalén (Jos 15,33), marca la frontera del primero de los territorios de Dan, al noroeste de Judá, que le es atribuido por Josué (Jos 19,41).  A excepción quizá de Estaol, que se encuentra algunos kilómetros al este, parece ser su ciudad principal, incluso la única habitable, cuando nace Sansón: Manój su padre es un hombre de Sorá (Jc 13,2); en Majané-Dan (en hebreo "campamento de Dan"), "entre Sorá y Estaol", es donde el espíritu de Dios cae sobre Sansón (Jc 13,25); es también "entre Sorá y Estaol" donde será enterrado Sansón, en la tumba de Manój (Jc 16,31); de Sorá y de Estaol salen los cinco valientes danitas que parten en busca de un territorio más seguro para su tribu, al extremo norte del país (Jc 18,2.8.11). Sorá es una de las ciudades cuyas murallas son reconstruidas por Roboán, primer rey de Judá tras el cisma, para hacer de ella una plaza fuerte (2Cró 11,10). Tras el exilio es repoblada con gentes de Judá (Ne 11,29). Es la actual Sara.

Los soraítas, clan procedente de Salmá, descendientes de Jur, hijo de Judá (1Cró 2,54), parecen deber ser identificados con los soratitas descendientes de Sobab, hermano de Jur (1Cró 2,53; 4,2), puesto que Sorá perteneció en un tiempo a la tribu de Judá.

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