sábado, 20 de abril de 2013

VARIEDAD Y UNIDAD RELIGIOSA.

Entre las civilizaciones de Mesoamérica parecen existir una serie de características comunes destacables pese a que se desarrollaron en épocas y territorios diversos. Se trata de culturas como la olmeca, maya, teotihuacana, zapoteca, mixteca, tolteca, totonaca o azteca-mexica. Estas coincidencias atañen a aspectos como el modo de vida, en el que la dependencia del maíz es fundamental, o la utilización de calendarios dobles, de 365 y 260 días.
La visión de la religión de los aztecas y los mayas, pueblos de los que se conocen más detalles, se halla alterada por la profunda destrucción cultural llevada a cabo por los conquistadores españoles y posteriormente por los grupos de poder. Esta actitud, habitual hasta fecha muy reciente, ha llevado a la desaparición de gran cantidad de material de un valor documental incalculable. A pesar de estas lagunas, parece cierto que la diversidad religiosa debió de ser notable entre los grupos plebeyos y los aristocráticos y que se desarrolló un sincretismo religioso de forma que, aunque existieron un elevado número de dioses, todos formaban una unidad similar.

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