martes, 11 de junio de 2013

CRUZ.

1. Suplicio romano para esclavos y criminales. Para los judíos, el crucificado era un maldito (Gál 3,13; d. Dt 21,23). Máximo insulto para los judíos, crucificar a su rey (Mc 15,26 par.); escarnio al crucificado (Mc 15,29-32).  


Jesús sufre la muerte como un criminal (Lc 2,37); horror y aceptación (Mc 14,33-36 par.; Jn 12,27s). En Jn, la hora de Jesús, que es la de su muerte (13,1), es al mismo tiempo la manifestación de su gloria/amor y de la del Padre (13,31; 17,1), expresión suprema de su amor al Padre (14,31) y victoria sobre el mundo (12,31). En consecuencia, Jn omite todo ultraje a Jesús en la cruz.  

Se pide la muerte para Jesús en nombre de la religión y de la Ley judías (Mc 14,61-64 par.; J n 19,7). Las autoridades religiosas fuerzan la mano a la civil Un 19,4.6.7.12.16); los poderosos se alían (Lc 19,47; cf. Hch 4,27). Jesús crucificado es lo opuesto a toda la expectación mesiánica de Israel (Mc 15,32 par.).  

II. Para Pablo, la cruz muestra el fracaso de la humanidad: lo que ésta ha condenado es lo que Dios aprueba (1 Cor 1,18-31); un saber que no reconoce a Dios es necedad (ibid. 20-21); la esperanza judía en un Mesías triunfador era una ilusión (ibid. 22s: «señales», cf. Mc 8,10s; Mt 12,38; 16,1 par.). La cruz invalida la grandeza humana y condena su orgullo (1 Cor 1,26-31); para los que se pierden es una locura, para los que se salvan, un portento de Dios (ibid. 18).  

La cruz deroga la Ley, causa de división entre el pueblo judío y los paganos (Ef 2,15s); libera de la deuda con la Ley acreedora (Col 2,14), del pecado (1 Pe 2,24). Volver a la Ley significa neutralizar el escándalo de la cruz (Gál 5,11); algunos lo hacen para evitar persecuciones (ibid. 6,12)  

I1I. Condición para ser discípulo es «cargar con su cruz» (Mc 8,34 par.), es decir, aceptar la hostilidad de la sociedad e incluso el riesgo de muerte por fidelidad a Jesús. Es gloria de Pablo la ruptura radical con el mundo simbolizada por la Cruz (Gál 6,14), que implica la ruptura con las pasiones y deseos de los bajos instintos (ibid. 5,24). Proceso de asimilación a la muerte de Jesús, que lleva a la resurrección (Flp 3,10s).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.