miércoles, 31 de julio de 2013

LA APLICACIÓN DEL MÉTODO CIENTÍFICO AL RELATO DE LA CREACIÓN.

 
Retrato de Charles Darwin, por John Coller. Londres, Galería Nacional de Retratos. La teoría de Darwin sobre la evolución fue rechazada durante mucho tiempo por las iglesias cristianas, que veían en ella una negación de la creación del ser humano por Dios.

En el libro del Génesis aparecen dos relatos sobre la creación del ser humano. Con el segundo de ellos muchas mujeres actualmente no se sienten nada identificadas y plantean que les resulta ofensivo:
«Y dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles." Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó.»
(Génesis 1, 26-28)
«Entonces el Señor modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser vivo [...] (lo coloca en el jardín de Edén). Y el Señor Dios se dijo: "No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle el auxiliar que le corresponde [crea animales pero no es satisfactorio]." Entonces el Señor hizo caer sobre el hombre un letargo [...], le sacó una costilla y creció carne desde dentro. De la costilla que le había sacado al hombre, el Señor formó una mujer y se la presentó al hombre.»
(Génesis 2, 7-22)
La aplicación del método crítico al análisis de los textos presentes en la Torá facilita la comprensión de las diferencias entre los dos fragmentos. Ya a mediados del siglo XVIII se destacó que las dos denominaciones de Dios que aparecían en la Biblia (Elohim era citado en torno a 2.500 veces, mientras que Yahvé cerca de 7.000) podían corresponder a materiales de épocas y orígenes diferentes.
Actualmente se suele aceptar que existen cuatro grandes tradiciones que componen la Torá: la siglada como J o Yahvista, la más antigua fechable en los siglos X-IX a.e.c. (época monárquica), que nombra a Dios como Yahvé. La llamada E o Elohista del siglo VIII a.e.c. y que nombra a Dios con el plural Elohim. La D o Deuteronomista, fechable entre finales del siglo VII y mediados del VI a.e.c., y la P o Sacerdotal, base del Levítico y que se fecha en la época posterior al exilio (siglo V a.e.c.). Estas cuatro tradiciones crean una diversidad de relatos que en algunos casos, como el de la creación de la mujer, parecen resultar irreconciliables.
Las dos versiones de la antropogonía o nacimiento del ser humano resultan fundamentales a la hora de sustentar desde un punto de vista teológico la preponderancia masculina. En la segunda versión, la mujer ha sido creada para auxiliar al hombre, después del hombre y tomando como material una parte del hombre, mientras que, en la primera, el acto de creación de la humanidad es uno y sin distinción genérica.
La segunda versión es la más antigua y parece corresponder a la tradición J (Yahvista), mientras que la primera versión, con la que comienza el Génesis, se relaciona con la tradición P (Sacerdotal), la más reciente. Desde el punto de vista de la igualdad de sexos, tienen significados distintos pues, en el segundo caso, Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, mientras que la mujer es creada a imagen del hombre, no de Dios, y en consecuencia está por debajo del hombre, para servirlo y ayudarlo.
No es de extrañar que esta versión resulte insultante e inaceptable y haya contribuido en el pasado a sostener una ideología androcéntrica.

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