En
el año 132 se desató una gran sublevación judía contra Roma. Estaba
liderada por Simón Bar Kojba, que en hebreo quiere decir Simón «hijo de
la estrella». Durante tres años los judíos se defendieron de los ataques
romanos, pero finalmente fueron aniquilados. Las consecuencias fueron
terribles: los romanos incluso rebautizaron Jerusalén con el nombre de
Elia Capitolina, y se prohibió el acceso de los judíos a la ciudad. A
Bar Kojba, al que muchos judíos creyeron el mesías, también se le conoce
como Simón Bar Kozeba, que en hebreo quiere decir «hijo de la mentira».
El rabí Aquiba, que presidía la escuela rabínica principal de Palestina
y era el líder judío más notable, se cuenta que dijo lo siguiente:
«Rabí
Aquiba cuando vio a Bar Kozeba le dijo: "Este es el rey mesías." El
rabí Yohanán ben Torta respondió: "Aquiba, crecerá la hierba en tus
mejillas antes de que llegue el hijo de David."»
La
razón de que los judíos llamaran «hijo de David» al mesías se encuentra
en su tradición. Según esta, el mesías tenía que ser de la estirpe del
rey David.
En
cuanto a las actitudes de Aquiba y de Yohanán, el primero idealiza a Bar
Kojba, mientras que el segundo se adapta a la circunstancia y muestra
una reacción realista.
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