Se trata de JUAN XII. (955-964), que fue nombrado Papa cuando solamente tenía 17 años. Su pontificado ha sido considerado como uno de los más nefastos de la historia de Roma y estuvo marcado por sus continuos escándalos. Fueron tantos que el propio emperador Otón I entró a Roma con su ejército y expulsó a Juan XII, al que terminarían destituyendo como gobernador de la Iglesia acusado de incesto, perjurio, homicidio y sacrilegio.
Una vez alejado del cargo y mientras paseaba por una calle, fue abordado por un hombre, que cuchillo en mano, le asestó varias puñaladas. El asesino fue detenido y confesó haber matado a Juan XII después de que éste hubiera violado a su joven mujer. León VIII, sucesor de Juan XII, perdonó al marido ultrajado.
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