sábado, 22 de marzo de 2014

EL EVANGELIO DE TACIANO


(Diatessaron) Parte 1

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Habiendo muchos intentado poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido certísimas, como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo, para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
El Verbo de Dios
I 1. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2. Éste era en el principio con Dios.
3. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho fue hecho.
4. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5. Y la luz en las tinieblas resplandece. Mas las tinieblas no la comprendieron.
El sacerdocio de Zacarías
II 1. Hubo, en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la suerte de Abdías, y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Isabel.
2. Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
3. Y no tenían hijos, porque Isabel era estéril, y ambos eran avanzados en días.
4. Y aconteció que, ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez, conforme a la costumbre del sacerdocio, salió en suerte a poner el incienso, entrando en el templo del Señor.
5. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando, a la hora del incienso.
6. Y se le apareció el ángel del Señor, puesto en pie, a la derecha del altar del incienso.
7. Y se turbó Zacarías al verlo y cayó temor sobre él.
8. Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Isabel te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.
9. Y tendrás suma alegría y muchos gozarán de su nacimiento.
10. Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra, y estará lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
11. Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos.
12. Porque él irá delante de Él con el espíritu y la virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, y para aparejar al Señor un pueblo apercibido.
13. Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.
14. Y, respondiendo, el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios, y que he sido enviado a hablarte, y a darte esa buena nueva.
15. Y he aquí que estarás mudo, y que no podrás hablar, hasta el día que lo por mí dicho sea hecho, por cuanto no creíste a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo debido.
16. Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y todos se maravillaban de que se detuviese en el templo.
17. Y, saliendo, no les podía hablar. Y entendieron que había visto visión en el templo. Y él les hablaba por señas, y quedó mudo.
18. Y fue que, cumplidos los días de su oficio, se vino a su casa.
19. Y, después de aquellos días, concibió su mujer Isabel, y se encubrió por cinco meses, diciendo: Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.
El ángel Gabriel habla a María
III 1. Y, al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, para que visitase a una virgen, desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David. Y el nombre de la virgen era María.
2. Y, entrando el ángel adonde ella estaba, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo y bendita eres entre las mujeres.
3. Mas ella, cuando lo vio, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese aquélla.
4. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.
5. Y he aquí que concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre Jesús. este será grande, y será llamado hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre. Y reinará, en la casa de Jacob por siempre, y de su reino no habrá fin.
6. Entonces María preguntó al ángel: ¿Cómo ocurrirá eso? Porque yo no conozco varón.
7. Y, respondiendo, el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra, por lo cual lo que de tu vientre nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí que Isabel, tu parienta, también ha concebido hijo en su vejez, y está en el sexto mes de su embarazo, ella, llamada la estéril, porque nada es imposible para Dios.
8. Entonces María dijo: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra. Y el ángel partió de ella.
9. En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel.
10. Y aconteció que, como oyó Isabel la salutación de María, la criatura saltó en su vientre, y ella fue llena del Espíritu Santo.
11. Y exclamó a gran voz: Bendita eres entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y de dónde que la madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí que apenas llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
12. Entonces María dijo: Engrandezca mi alma el Señor, y mi espíritu se alegre en Dios, mi Salvador. Porque ha mirado a la bajeza de su sierva, y he aquí que, desde ahora, me llamarán bienaventurada todas las generaciones, por haberme hecho grandes cosas el Omnipotente. Y santo es su nombre, y su misericordia va de generación en generación a los que le temen. Él hizo valentía con su brazo, y esparció a los soberbios del pensamiento de su corazón, y quitó a los poderosos de los tronos, y levantó a los humildes, y a los ricos envió vacíos, y recibió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, como habló a Abraham y a su simiente para siempre.
13. Y se quedó María con Isabel como tres meses, y después se volvió a su casa.
Nacimiento de Juan el Bautista
IV 1. Y a Isabel se le cumplió el tiempo del parto, y dio a luz un hijo.
2. Y oyeron los parientes y los vecinos que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron en grado sumo.
3. Y aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo llamaban por el nombre de su padre, Zacarías.
4. Y, respondiendo, su madre dijo: No, sino Juan será llamado.
5. Y le advirtieron: ¿Por qué? Nadie hay en tu parentela que tenga ese nombre.
6. Y hablaron por señas a su padre, para que dijese cómo lo quería llamar.
7. Y, pidiendo la tablilla, escribió en ella: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
8. Y luego fue abierta su boca y su lengua, y habló, bendiciendo a Dios.
9. Y recayó gran temor sobre los parientes y los vecinos de ellos, y en todas las montañas de Judá fueron divulgadas aquellas cosas.
10. Y todos los que las oían las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano de Dios estaba con él.
11. Y Zacarías, su padre, fue lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: Bendito sea el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y que alzó un cuerpo de salvación en la casa de su siervo David. Él habló por boca de sus santos profetas, que fueron desde el principio, y nos salvó de nuestros enemigos, y cargó su mano sobre todos los que nos aborrecieron. E hizo misericordia con nuestros padres, y se acordó de su santo pacto, del juramento que juró a Abraham, que nos había de dar, y que, sin temor y librados de nuestros enemigos, lo serviríamos en santidad y en justicia, delante de él, todos los días nuestros. Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado, porque irás ante la faz del Señor, para aparejar sus caminos, dando conocimiento de salud a su pueblo, para remisión de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó de lo alto el Oriente, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombras de muerte, y para encaminar nuestros pies por camino de paz.
12. Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró a Israel.
Genealogía y natividad de Jesús [No versículos 1 - 33]
V1. Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
2. Abraham engendró a Isaac, e Isaac engendró a Jacob, y Jacob engendró a Judá y a sus hermanos.
3. Y Judá engendró de Thamar a Phares y a Zara, y Phares engendró a Esrom, y Esrom engendró a Aram.
4. Y Aram engendró a Aminadab, y Aminadab engendró a Naassón, y Naassón engendró a Salomón.
5. Y Salomón engendró de Rachâb a Booz, y Booz engendró de Ruth a Obed, y Obed engendró a Jessé.
6. Y Jessé engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.
7. Y Salomón engendró a Roboam, y Roboam engendró a Abia, y Abia engendró a Asa.
8. Y Asa engendró a Josaphat, y Josaphat engendró a Joram, y Joram engendró a Osías.
9. Y Osías engendró a Jostam, y Jostam engendró a Achâz, y Achâz engendró a Ezequías.
10. Y Ezequías engendró a Manasés, y Manasés engendró a Amén, y Amén engendró a Josías.
11. Y Josías engendró a Jechônias y a sus hermanos, en la transmigración de Babilonia.
12. Y. después de la transmigración de Babilonia, Jechônias engendró a Salathiel, y Salathiel engendró a Zorobabel.
13. Y Zorobabel engendró a Abiud, y Abiud engendró a Eliachim, y Eliachim engendró a Azor.
14. Y Azor engendró a Sadoc, y Sadoc engendró a Achim, y Achim engendró a Eliud.
15. Y Eliud engendró a Eleazar, y Eleazar engendró a Mathán, y Mathán engendró a Jacob.
16. Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo.
17. De manera que todas las generaciones, desde Abraham hasta David, son catorce generaciones y, desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones y, desde la transmigración de Babilonia hasta el Cristo, catorce generaciones.
18. Y al Cristo Jesús se le creía hijo de José, que fue hijo de Elí.
19. Que fue de Mathat, que fue de Leví, que fue de Melchí, que fue de Janna, que fue de José.
20. Que fue de Mattathias, que fue de Amós, que fue de Nahum, que fue de Esli.
21. Que fue de Naggai, que fue de Maat, que fue de Mattathias, que fue de Semel, que fue de José, que fue de Judá.
22. Que fue de Joaana, que fue de Rhesa, que fue de Zorobabel, que fue de Salathiel.
23. Que fue de Neri, que fue de Melchi, que fue de Abdi, que fue de Cosam, que fue de Elmodan, que fue de Er.
24. Que fue de Josué, que fue de Eliezer, que fue de Joreim, que fue de Mathat.
25. Que fue de Leví, que fue de Simeón, que fue de Judá, que fue de José, que fue de Jonán, que fue de Eliachim.
26. Que fue de Melea, que fue de Mainán, que fue de Mattatha, que fue de Nathán.
27. Que fue de David, que fue de Jessé, que fue de Obed, que fue de Booz, que fue de Salmón, que fue de Naasón.
28. Que fue de Aminadab, que fue de Arám, que fue de Esrom, que fue de Phares.
29. Que fue de Judá, que fue de Jacob, que fue de Isaac, que fue de Abraham, que fue de Thara, que fue de Nachor.
30. Que fue de Saruch, que fue de Ragau, que fue de Phalec, que fue de Heber.
31. Que fue de Sala, que fue de Cainán, que fue de Arphaxad, que fue de Noé, que fue de Lamech.
32. Que fue de Mathusala, que fue de Enoch, que fue de Jared, que fue de Maleleel.
33. Que fue de Cainán, que fue de Enós, que fue de Seth, que fue de Adán, que fue de Dios.
34. Y el nacimiento de Jesucristo ocurrió así: Que, estando María, su progenitora, desposada con José, antes que cohabitasen, se encontró haber concebido del Espíritu Santo.
35. Y José, su marido, que era justo, no quiso, infamarla, y se propuso abandonarla secretamente.
36. Y, cuando en ello pensaba, he aquí que el ángel del Señor le apareció en sueños, y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a tu esposa bajo tu protección, porque lo que en ella se ha engendrado del Espíritu Santo es.
37. Y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados.
38. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor al profeta, que vaticinó: He aquí que la virgen concebirá, y parirá un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que, declarado, es: Dios con nosotros.
39. Y, despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había ordenado, y recibió a su mujer.
40. Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito, al cual, conforme al mandato del ángel, puso el nombre de Jesús.
41. Por aquellos días Augusto César promulgó un edicto para que toda la tierra fuese empadronada.
42. Este empadronamiento primero se llevó a cabo en la época en que Cirino era gobernador de la Siria.
43. E iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
44. Y José, por cuanto era de la casa y familia de David, subió a la ciudad de éste, llamada Bethlehem, de Judea, desde la de Nazareth, de Galilea, llevando consigo, para ser empadronado, a María, su esposa, la cual se hallaba encinta.
45. Y, aconteció que, estando ellos allí, se cumplió el tiempo en que a María le tocaba dar a luz.
46. Y parió a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, por no haber encontrado lugar para ellos en el mesón.
Aparece el ángel a los pastores
VI 1. Y había, en aquella comarca, varios pastores, los cuales velaban y hacían centinela nocturna sobre su grey.
2. Y, de improviso, el ángel del Señor apareció ante ellos, y los cercó con un resplandor de luz divina, lo cual los llenó de sumo temor.
3. Entonces el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí que vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo, y es que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo o Mesías, Señor Nuestro.
4. Y sírvaos de señal que hallaréis al niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.
5. Y, al punto mismo, se dejó ver con el ángel una multitud de los ejércitos celestes, que alababa a Dios, clamando:
6. Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
7. Y, luego que los ángeles se apartaron de allí, y volaron al cielo, los pastores se dijeron los unos a los otros: Vayamos a Bethlehem, y seamos testigos de este prodigio que acaba de suceder, y que el Señor nos ha manifestado.
8. Y caminaron a toda prisa, y hallaron a María, a José, y al niño reclinado en el pesebre.
9. Y, viéndolo, se certificaron de todo lo que se les había dicho de aquel niño.
10. Y todos los que conocían el suceso se maravillaron igualmente de lo que los pastores les contaban.
11. María, empero, guardaba todas estas cosas dentro de sí, confiriéndolas en su corazón.
12. Y los pastores se volvieron, sin cesar de alabar y de glorificar a Dios por todas las cosas que habían visto y oído, según se les había anunciado.
Jesús es llevado por sus padres a que lo circunciden
VII 1. Y, pasados los ocho días legales para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesús, nombre que el ángel le había puesto, antes que hubiese sido concebido en el vientre de su madre.
2. Y, cumplido asimismo el período de la purificación de María, conforme a la legislación mosaica, lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. Porque escrito está en su santa ley: Todo varón que naciere el primero me será consagrado.
3. Y llevaron su ofrenda de un par de tórtolas o dos palominas, como ordena también la ley del Señor.
4. Y, en aquella sazón, había en Jerusalén un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, el cual esperaba la consolación de Israel. Y en Simeón moraba el Espíritu Santo, y éste le había revelado que no moriría sin haber visto al Cristo.
5. Inspirado por él, fue al templo. Y al entrar el niño Jesús con sus padres, para practicar lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, saca en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa, porque mis ojos han visto tu salvación, que has aparejado, en presencia de todos los pueblos, como luz para ser revelada a los gentiles, y como gloria de tu pueblo de Israel.
6. Y su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que de Jesús se decían.
7. Y Simeón bendijo a entrambos, y advirtió a María: Este niño que aquí ves está destinado para ruina y para resurrección de muchos en Israel y para ser digno de contradicción. Y una espada, de ti misma salida, atravesará tu alma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones.
8. Vivía también entonces la profetisa Ana, hija de Phanuel, de la tribu de Aser, ida allí en edad avanzada, y que había vivido siete años con su marido desde su virginidad.
9. Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo a Dios de noche y de día con ayunos y con oraciones.
10. Ésta, pues, sobreviniendo en la misma hora, alababa igualmente al Señor, y hablaba de él a todos los que, en Jerusalén, esperaban la redención de Israel.
11. Mas, cumplidas todas las cosas que la ley del Señor mandaba, María, José y Jesús regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazareth.
Los magos que llegaron de Oriente
VIII 1. Y, como fue nacido Jesús en Bethlehem de Judea, en días del rey Herodes, he aquí que unos magos vinieron del Oriente a Jerusalén, y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarlo.
2. Y, oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
3. Y, convocados todos los príncipes de los sacerdotes y los escribas del pueblo, inquirió de ellos dónde había de nacer el Cristo.
4. A lo que contestaron: En Bethlehem de Judea. Porque escrito está por el profeta. Y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, no eres muy pequeña entre sus príncipes, porque de ti ha de salir un conductor, que guiará a Israel, mi pueblo.
5. Y entonces Herodes, llamando a los magos, averiguó de ellos el tiempo de la aparición de la estrella.
6. Y los envió a Bethlehem y les dijo: Id allá, y preguntad con diligencia por el niño.
7. Y, después que lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también lo adore.
8. Y ellos, en oyendo al rey, se fueron, y la estrella que habían visto en Oriente iba ante ellos, hasta que, llegando, se situó sobre donde estaba el niño.
9. Y, viendo la estrella, se regocijaron grandemente.
10. Y, entrando en la casa, vieron al niño con su madre María.
11. Y, prosternándose, lo adoraron, y abrieron sus tesoros, y le ofrecieron oro, incienso y mirra.
12. Y, habiéndoles sido dicho en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su país por otro camino.
Huida a Egipto de Jesús con sus padres José y María
IX 1. Y he aquí que cuando hubieron partido, el ángel del Señor se apareció en sueños a José.
2. Y le dijo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto.
3. Y estáte allá mientras yo no te diga otra cosa, porque ha de suceder que Herodes buscará al niño para matarlo.
4. Y él despertó, y tomó al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
5. Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, cuando el profeta dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Herodes ordena matar a todos los niños pequeños
X 1. Y Herodes, como se vio burlado de los magos, se enojó mucho.
2. Y mandó matar a todos los niños que había en Bethlehem y en sus términos, de dos años para abajo, según había oído a los magos.
3. Y entonces se cumplió la profecía de Jeremías, que dijo:
4. Oyóse voz en Ramá, y lloros y gemidos y lamentos.
5. Y Raquel lloró a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Jesús vuelve de Egipto
XI 1. Y he aquí que, muerto Herodes, el ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto.
2. Y le dijo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel.
3. Porque muertos son los que querían la muerte del niño.
4. Y él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
5. Y, oyendo que Arquelao había sucedido en Judea a Herodes, su padre, temió ir allá.
6. Mas fue amonestado en sueños, y se fue al país de Galilea.
7. Y vino, y habitó en la ciudad que llaman Nazareth.
8. Para que se cumpliese lo que habían dicho los profetas de que había de ser llamado Nazareno.
Jesús en el templo de Jerusalén
XII 1. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sapiencia.
2. Y la gracia de Dios era sobre él.
3. Y sus padres iban todos los años a Jerusalén para las fiestas de Pascua.
4. Y, cuando él tenía doce años, subieron ellos a Jerusalén, según su costumbre en las fiestas.
5. Y, pasados los días, volvieron. Y el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.
6. Y, creyendo que iba con todos, anduvieron un día, y lo buscaban entre sus parientes.
7. Mas no lo hallaron, y volvieron a Jerusalén a buscarlo.
8. Y sucedió que a los tres días lo hallaron en el templo, sentado entre los doctores, oyéndolos y preguntándoles.
9. Y todos los que lo oían se pasmaban de su inteligencia y de sus contestaciones.
10. Y ellos quedaron admirados, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué has hecho esto?
11. He aquí que tu padre y yo te hemos buscado con tristeza.
12. Y él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabéis que en los asuntos de mi Padre me conviene estar?
13. Mas ellos no entendieron lo que les decía.
14. Y descendió con ellos, y vino a Nazareth, y les estaba sometido. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
15. Y Jesús crecía en sabiduría y en edad y en gracia para con Dios y para con los hombres.
Aparece Juan el Bautista en Israel
XIII 1. Y en el año quinto del imperio de Tiberio César, siendo Pilatos gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisania, tetrarca de Abilinia, y, siendo Anás y Caifás sumos sacerdotes, llegó palabra del Señor sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
2. Y anduvo por toda la tierra de los alrededores del Jordán, predicando el bautismo de la penitencia para la remisión de los pecados, y diciendo: Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado. Porque éste es aquel de que dijo el profeta Isaías: Aparejad el camino del Señor, y enderezad sus veredas. Todo valle se henchirá, se bajará todo monte y toda colina. Y los caminos torcidos se harán rectos, y los ásperos se verán allanados, y toda carne verá la salvación de Dios. Y el que habla vino por testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. Y el que lo envió era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que lo recibieron, y creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de voluntad divina. Y aquel Verbo fue hecho carne, y vimos su gloria, que lo es del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
3. Y Juan dio testimonio de él, y clamó, diciendo: este es aquel del que yo aseguraba que, aunque venía tras de mí, existía antes que yo, y de cuya plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. Porque la ley por Moisés fue dada, mas la gracia y la verdad por Jesucristo fue hecha. A Dios nadie lo vio jamás, y el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo declaró.
4. Y Juan andaba vestido de pelos de camello y con un cinto de cuero alrededor de sus lomos. Y comía langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, en cuyo río eran bautizados todos los que confesaban sus pecados.
5. Mas, viendo él a muchos de los fariseos y de los saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos que tenéis a Abraham por padre. Pues yo os digo que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras. Ahora, ya también la segur está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no hace buen fruto es cortado, y echado en el fuego.
6. Y las turbas lo interrogaban, diciendo: ¿Qué haremos, pues?
7. Y él les respondió: El que tenga dos túnicas dé una al que ninguna posee, y el que tenga qué comer haga lo mismo.
8. Y vinieron también los publicanos, y le preguntaron: ¿Qué haremos, maestro?
9. Y él les contestó: No exijáis más de lo que os está ordenado.
10. Y asimismo le preguntaron los soldados: Y nosotros ¿qué haremos?
11. Y él repuso: No causéis extorsión a nadie, ni calumniéis, y contentaos con vuestras pagas.
12. Y el pueblo estaba en expectación, y todos pensaban de Juan, en sus corazones, si sería el Cristo.
13. Mas los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas, que preguntaron a Juan: Tú, ¿quién eres?
14. Y confesó, y no negó, mas dijo: No soy el Cristo.
15. Y le preguntaron: ¿Quién eres entonces? ¿Eres Elías? Y dijo: No lo soy.
16. Y le dijeron: ¿Eres profeta? Y dijo: No.
17. Y le dijeron: ¿Quién eres entonces?
18. Porque hemos de decirlo a los que nos enviaron. ¿Qué dices tú de ti?
19. Y contestó: Yo soy la voz que dama en el desierto: Preparad el camino del Señor, según dijo Isaías profeta.
20. Y los enviados lo eran de los fariseos.
21. Y le preguntaron: ¿Por qué, pues, bautizas, si no eres el Cristo, ni Elías, ni profeta?
22. Y Juan contestó, y dijo: Yo os bautizo con agua, en penitencia.
23. Mas viene en pos de mí aquel de quien no somos dignos de desatarle el calzado.
24. Y él os bautizará con Espíritu Santo y con fuego.
25. Porque en su mano está su aventador, y aventará su era.
26. Y guardará la paja en su hórreo, y hará arder la paja en un fuego inextinguible.
27. Y decía otras muchas cosas, y evangelizaba al pueblo.
28. Y era en Bethania, tras el Jordán, donde Juan bautizaba.
Juan bautiza a Jesús
XIV 1. Entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para que Juan lo bautizase.
2. Mas Juan se resistía, diciendo: ¿Cómo he de bautizarte yo, que debo ser bautizado por ti?
3. Y Jesús le contestó, y le dijo: Sin embargo, nos conviene cumplir con toda justicia.
4. Y como todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado.
5. Y al salir del agua, oró, y vio abrirse los cielos, y el Espíritu Santo, en forma de paloma, descendió sobre él.
6. Y hubo una voz del cielo que decía: Tú eres mi hijo directo, en quien me complazco.
7. Y Juan lo atestiguó, diciendo: Vi al Espíritu Santo, que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
8. Y yo lo desconocía, mas el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquel sobre quien vieres descender y permanecer el Espíritu es quien bautiza con Espíritu Santo.
9. Y yo lo vi y atestiguo que es el Hijo de Dios.
Jesús es tentado en el desierto por el demonio
XV 1. Y entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
2. Y, habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
3. Y llegó el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, haz que estas piedras se conviertan en pan.
4. Y él respondió: Escrito está que no sólo de pan vive el hombre, mas de toda palabra que sale de la boca de Dios.
5. Y el diablo lo llevó a la ciudad santa, y lo puso sobre las cúpulas del templo.
6. Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo.
7. Porque escrito está: Él te enviará sus ángeles, y te alzarán con sus manos, para que tus pies no toquen las piedras.
8. Mas dijo Jesús: También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.
9. Y otra vez el diablo lo llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y su gloria.
10. Y le dijo: Todo esto te daré si, postrado, me adoras.
11. Y dijo Jesús: Vete, Satanás.
12. Porque está escrito: A Dios, tu Señor, adorarás, y sólo a él servirás.
13. Y, consumadas todas las tentaciones, el diablo se fue de él por algún tiempo.
14. Y los ángeles llegaron y lo servían.
Juan reconoce en Jesús al Mesías
XVI 1. Y otro día estaban allí Juan y dos de sus discípulos.
2. Y vieron a Jesús, y dijo Juan: He aquí el cordero de Dios, que quita los pecados del mundo.
3. Y los dos discípulos, al oír hablar así a su maestro, se fueron con Jesús.
4. Y, viendo Jesús que lo seguían, les dijo: ¿Qué buscáis?
5. Y ellos le dijeron: Maestro, ¿dónde habitas?
6. Y les dijo: Venid, y ved.
7. Y vinieron, y vieron dónde moraba, y se quedaron con él aquel día, porque era casi la hora décima.
8. Y Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y los dos hermanos se fueron con Jesús.
9. Y Andrés, habiendo encontrado a su hermano Simón, le dijo: Hemos hallado al Mesías, que quiere decir el Cristo.
10. Y lo llevó a Jesús. Y Jesús le dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás.
11. Y serás llamado Cephas, que quiere decir piedra.
Felipe y Nataniel se unen a Jesús
XVII 1. Y al otro día quiso ir Jesús a Galilea.
2. Y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
3. Y Felipe era de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
4. Y Felipe encontró a Nataniel, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien Moisés habló en la ley, y de quien también hablaron los profetas.
5. Es Jesús, el hijo de José, de Nazareth.
6. Y dijo Nataniel: ¿Puede salir algo bueno de Nazareth?
7. Y Felipe le dijo: Ven y ve.
8. Y Jesús vio venir a Nataniel, y dijo: He aquí un verdadero israelita sin engaño.
9. Y Nataniel le dijo: ¿De dónde me conoces?
10. Y respondió: De antes que Nataniel te llamara; cuando estabas bajo la higuera, te vi.
11. Y Nataniel repuso: Maestro, tú eres el Hijo de Dios y el rey de Israel.
12. Y Jesús le dijo: ¿Porque te dije que te vi bajo la higuera crees? Mayores cosas verás.
13. Y añadió: En verdad, en verdad os digo que de aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios descender sobre el Hijo del hombre.
14. Y Jesús, en virtud del Espíritu, volvió a Galilea.
15. Y su fama se extendió por todas las regiones inmediatas.
16. Y enseñaba en las sinagogas, y era glorificado por todos.
Jesús lee en la Sinagoga los libros de Isaías
XVIII 1. Y vino a Nazareth, donde había sido criado.
2. Y según su costumbre, entró el sábado en la Sinagoga, y se levantó para leer.
3. Y le trajeron el libro del profeta Isaías y lo abrió.
4. Y encontró el lugar en que estaba escrito: El Espíritu del Señor es sobre mí.
5. Porque me ha elegido para dar buenas nuevas a los pobres, y para sanar a los quebrantados de corazón, y para predicar la libertad de los cautivos, y para devolver la vista a los ciegos, y para anunciar el año grato del Señor.
6. Y, enrollando el libro, lo dio al ministro. Y los ojos de todos, en la Sinagoga, estaban fijos en él.
7. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.
8. Y les dijo: El tiempo es llegado
9. Arrepentíos, y creed en el Evangelio, porque el reino del cielo está próximo.
Pedro, Andrés, Juan y Jacobo siguen a Jesús
XIX 1. Y junto a la mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el mar, porque eran pescadores.
2. Y les dijo Jesús: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.
3. Y ellos dejaron sus redes, y lo siguieron.
4. Y, más adelante, vio a Jacobo Zebedeo, y a Juan, su hermano, hijo del Zebedeo, y los llamó.
5. Y ellos dejaron a su padre en el barco y las redes que remendaban, y se fueron con él.
6. Y estando junto al lago de Genezareth, las gentes iban allí para oír la palabra de Dios.
7. Y vio dos barcos que estaban junto a la orilla, y los pescadores habían salido de ellos y lavaban sus redes.
8. Y entrando en uno de estos barcos, que era de Simón, le pidió que lo desviase un poco de tierra.
9. Y desde el barco adoctrinaba a las gentes.
10. Y, cuando hubo callado, dijo a Simón: Pon la proa al largo y echa las redes para pescar.
11. Y Simón, contestando, le dijo: Maestro, toda la noche hemos trabajado, y nada hemos recogido.
12. Mas, porque me lo dices, echaré la red.
13. Y, habiéndolo hecho, capturaron tanta cantidad de pescado, que la red se rompía.
14. Y llamaron a los compañeros del otro barco, y vinieron, y llenaron de pesca las barcas tanto, que se sumergían.
15. Y, esto viendo Simón Pedro, se prosternó ante Jesús.
16. Y decía: Sepárate de mí, Señor, que soy un pecador.
17. Porque él y toda su gente estaban temerosos por la gran pesca que habían conseguido.
18. E igualmente Jacobo y Juan, hijos del Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
19. Y Jesús dijo a Simón: No temas, que desde ahora pescarás hombres.
20. Y sus discípulos creyeron en él.
21. Y condujeron a tierra los barcos, y lo dejaron todo, y lo siguieron.
Jesús llama al publicano Mateo
XX 1. Y después de estas cosas, salió. Y vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el banco de los tributos públicos.
2. Y le dijo: Sígueme.
3. Y él, dejando todas las cosas, lo siguió.
Juan contesta a los que le dicen que también bautiza Jesús
XXI 1. Y Jesús vino con sus discípulos a tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba.
2. Y Juan bautizaba también en Enon, junto a Salim.
3. Porque había allí abundancia de aguas, y muchos venían, y eran bautizados.
4. Y entonces Juan no había sido aún encarcelado.
5. Y entre los discípulos de Juan y los judíos hubo disputa acerca de la purificación.
6. Y fueron a Juan, y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo tras el Jordán, y del que diste testimonio, he aquí que bautiza, y todos van a él.
7. Y Juan contestó y dijo: Nada puede el hombre recibir, si no le fuere dado por el cielo.
8. Vosotros sois testigos de que dije: No soy el Cristo, sino el que ha de venir antes que él.
9. El que tiene la esposa es el esposo.
10. Mas el amigo del esposo, que lo oye, se goza grandemente de la voz del esposo, y así este gozo mío es cumplido.
11. Él debe crecer y yo disminuir.
12. El que viene del cielo es sobre todos.
13. Y lo que vio y oyó esto testifica, y ninguno recibe su testimonio.
14. Y quien recibió su testimonio, ése signó que Dios es verdadero.
15. Porque el que Dios envió las palabras divinas habla, porque no da Dios el Espíritu por medida.
16. El Padre envió al Hijo, y todo lo puso en su mano.
17. Y quien cree en el Hijo tiene la vida eterna.
18. Mas quien no cree en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios será sobre él.
19. Y Jesús oyó que los fariseos habían sabido que él hacía más discípulos que Juan.
20. Mas él no bautizaba, sino sus discípulos.
21. Y cuando Juan fue preso, dejó Judea y se fue a Galilea.
22. Porque entendió que Juan había sido preso.
23. Y dejó la ciudad de Nazareth, y vino y habitó en Cafarnaum, villa marítima en los confines de Zabulón y de la tierra de Nephtalim.
24. Para que se cumpliese la profecía de Isaías.
25. Que dijo: Tierra de Zabulón y de Nephtalim, camino del mar, tras el Jordán, Galilea de gentiles.
26. Y el pueblo, que erraba en tinieblas, vio una gran luz.
27. Y la luz alumbró a los que estaban en región y sombra de muerte.

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