Estos son los dichos secretos
que Jesús en vida habló y que Judas Tomás el Gemelo registró.
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Dicho 70
Jesús dijo,
“Si sacáis lo que
está dentro de vosotros, lo que tenéis os salvará.
Si no tenéis
eso dentro de vosotros, lo que no tenéis dentro de vosotros os destruirá.”
Dicho 71
Jesús dijo,
“Destruiré esta casa, y nadie podrá reconstruirla.”
Dicho 72
Una persona le dijo,
“Dile a mis familiares que dividan la propiedad de mi padre conmigo.”
El dijo, “Señor,
¿quién me hizo una persona que dividiese?”
Se volvió a
sus discípulos y les dijo, “Yo no soy una persona que divida, ¿verdad?
Dicho 73
Jesús dijo,
“La cosecha es grande pero los obreros son pocos, por tanto rogad al Señor
que envíe obreros a la cosecha.”
Alguien dijo,
“Señor, muchos están alrededor del pozo, pero nadie está en el pozo.”
Jesús dijo, “Muchos
están al lado de la puerta, pero aquellos que estén solos entrarán a la
cámara nupcial.
Dicho 74
Jesús dijo, “El
reino del Padre es como un comerciante que tenía una provisión de
mercancía y luego encontró una perla. Entonces el comerciante fue listo:
vendió la mercancía y compró esa única perla para él.
“Así es también para
vosotros: buscad el tesoro
inagotable,
permanente,
donde ninguna
polilla viene a comérselo,
y ningún
gusano lo destruye.”
Dicho 75
Jesús dijo,
“Yo soy la luz que
está sobre todas las cosas.
Yo soy todo: todo
salió de mí, y todo llegó a mí.
Partid un trozo de
madera, y allí estoy yo.
Tomad una
piedra, y allí me encontraréis.”
Dicho 76
Jesús dijo, “¿Por
qué habéis salido al campo? ¿Para ver cómo el viento sopla sobre la
hierba? ¿Y para ver a una persona con ropas costosas, como vuestros
gobernantes y aristócratas?
Ellos visten con ropas
costosas, pero no pueden entender la verdad.”
Dicho 77
Una mujer de la
multitud le dijo, “Bendito es el vientre que te tuvo y los pechos que te
alimentaron.”
El le dijo,
Bienaventurados los
que han escuchado la palabra del Padre y verdaderamente la han guardado.
Porque llegará
la hora en que diréis, ‘Bendito es el vientre que no ha concebido y los
pechos que no han producido leche.’
Dicho 78
Jesús dijo,
“Todo el que ha
venido a conocer el mundo ha descubierto el cuerpo,
y todo el que
ha descubierto el cuerpo se merece más que el mundo.”
Dicho 79
Jesús dijo,
“Que el que sea
realmente rico reine,
y que el que
tenga poder renuncie a él.”
Dicho 80
Jesús dijo,
“Quien está
cerca de mí esta cerca del fuego, y quien está lejos de mí está lejos del
reino.”
Dicho 81
Jesús dijo,
“Las imágenes son visibles a la gente, pero la luz interior está oculta en
la imagen de luz del Padre. El se revelará, pero su imagen está oculta por
su luz.”
Dicho 82
Jesús dijo,
“Cuando veis un
retrato vuestro, os ponéis contentos.
Pero cuando
veáis las imágenes de vosotros que fueron hechas antes que vosotros, y no
mueren ni se hacen visibles, ¡cuánto seréis capaces de tolerar!”
Dicho 83
Jesús dijo, “Adán
salió de un gran poder y una gran riqueza, pero no era digno de vosotros.
Pues si
hubiese sido digno, no habría probado la muerte.”
Dicho 84
Jesús dijo,
“Los zorros tienen guaridas y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del
Hombre no tiene donde reposar su cabeza y descansar.”
Dicho 85
Jesús dijo,
“Despreciable es el cuerpo que
depende de otro cuerpo, y despreciable es el alma que depende de ambos.”
Dicho 86
Jesús dijo,
“Los ángeles y los profetas vendrán a vosotros y os darán lo que es
vuestro. Vosotros en respuesta, dadles lo que tenéis, y decíos a vosotros
mismos, ‘¿Cuándo vendrán a tomar lo que es suyo?’
Dicho 87
Jesús dijo,
“¿Por qué laváis la parte de fuera de la copa? ¿No comprendéis que quien
hizo la parte de dentro también hizo la parte de fuera?”
Dicho 88
Jesús dijo,
“Venid a mí, pues mi carga es ligera y mi mandato es suave, y encontraréis
paz para vosotros.”
Dicho 89
Ellos le dijeron,
“Dinos quién eres para que podamos creer en ti.”
El les dijo,
“Estudiáis la superficie del cielo y de la tierra, pero no habéis llegado
a conocer al que está ante vosotros, y no sabéis como estudiar este
momento.”
Dicho 90
Jesús dijo,
“Buscad y encontraréis. En el pasado no contestaba todas vuestras
preguntas. Ahora estoy dispuesto a contestarlas, pero ya no preguntáis.
Dicho 91
“No deis lo que es
santo a los perros, porque pueden soltarlo en un montón de estiércol.
No arrojéis
perlas a los cerdos, porque pueden dejarlas sin valor.”
Dicho 92
Jesús dijo,
“Quien busque
encontrará,
a quien llame
se le dejará entrar.”
Dicho 93
Jesús dijo,
“Si tenéis
dinero, no lo prestéis con intereses. Mejor, dádselo a alguien que no lo
vaya a devolver.”
Dicho 94
Jesús dijo,
“El reino del Padre es como una mujer que tomó un poco de levadura, la
metió en una masa, e hizo grandes barras de pan. Quien tenga oídos debe
escuchar.”
Dicho 95
Jesús dijo, “El
reino del Padre es como una mujer que llevaba una jarra llena de harina.
Mientras caminaba por un camino lejos de casa, el asa de la jarra se
rompió y la harina se derramó tras ella por el camino. Ella no lo sabía:
no se había dado cuenta del problema. Cuando llegó a su casa, bajó la
jarra y descubrió que estaba vacía.
Dicho 96
Jesús dijo,
“El reino del Padre es como alguien que quiso dar muerte a una persona
fuerte. Sacó su espada en casa y dio una estocada en la pared, para
averiguar si su mano la atravesaría. Después mató a la persona fuerte.”
Dicho 97
Los discípulos le
dijeron, “Tus hermanos y tu madre están fuera.”
El les dijo,
“Aquellos que están aquí que hacen la voluntad de mi Padre son mis
hermanos y mi madre. Ellos entrarán en el reino de mi Padre.”
Dicho 98
Le mostraron a Jesús
una moneda de oro y le dijeron, “La gente del César exige que paguemos los
impuestos.”
El les dijo,
“Dad al César lo que
es del César,
dadle a Dios lo que
es de Dios,
y dadme a mí lo que
es mío.
Dicho 99
“Quien no odie a su
padre y madre como yo no puede ser mi discípulo, y quien no ame a su padre
y madre como yo no puede ser mi discípulo.
Pues mi madre...,1
Pero mi verdadera
madre me dio la vida.”
Dicho 100
Jesús dijo, “Ay de
los Fariseos, pues son como un perro que duerme en el comedero de las
vacas; ni come el perro ni deja comer a las vacas.”
Dicho 101
Jesús dijo,
“Bienaventurada la
persona que sabe cuándo van a entrar los ladrones.
Puede entonces la
persona ponerse en movimiento, reunir los bienes, y prepararse para la
acción antes de que irrumpan los ladrones.”
Dicho 102
Ellos le dijeron,
“Ven, recemos hoy, y ayunemos.”
Jesús dijo, “¿Qué
pecado he cometido, o en qué he errado?
“Mejor, cuando el
novio salga de la cámara nupcial, que la gente ayune y rece.”
Dicho 103
Jesús dijo, “Quien
reconozca a su padre y madre será llamado el hijo de una ramera.”
Dicho 104
Jesús dijo,
“Cuando hagáis que
los dos sean uno, os haréis hijos del hombre, y cuando digáis, ‘¡Montaña,
muévete!’ se moverá.”
Dicho 105
Jesús dijo, “El
reino es como un pastor que tenía cien ovejas. Una de ellas, la más
grande, se extravió. El pastor dejó las noventa y nueve y buscó a ésa
hasta que la encontró. Después de tener este problema, el pastor le dijo a
la oveja, ‘Te amo más que a las noventa y nueve.’
Dicho 106
Jesús dijo,
“Todo el que beba de mi boca será como yo,
y yo seré esa
persona,
y lo que está oculto
le será revelado.”
Dicho 107
Jesús dijo, “El
reino es como una persona que tenía un tesoro oculto en un campo pero no
lo sabía. A su muerte el propietario dejó el campo a su hijo. El hijo
tampoco tenía conocimiento del tesoro, pero tomó posesión del campo y lo
vendió. El comprador estuvo arando y descubrió el tesoro, y comenzó a
prestar dinero con intereses a quien le pareció.”
Dicho 108
Jesús dijo,
“Que el que
encuentre el mundo y se haga rico, renuncie al mundo.”
Dicho 109
Jesús dijo, “Los
cielos y la tierra serán enrollados ante vosotros, pero todo el que viva
del Viviente no conocerá la muerte ni el miedo.”
Dicho 110
Jesús dijo, “Quien
encuentre el yo se merece más que el mundo.”
Dicho 111
Jesús dijo,
“¡Ay de la carne que
depende del alma!
¡Ay del alma que
depende de la carne!”
Dicho 112
Sus discípulos le
dijeron, “¿Cuándo vendrá el reino?”
“No vendrá por
buscarlo. Ni tampoco por decir, ‘¡Mirad, aquí! ¡Mirad, allí!’ Más bien, el
reino del Padre está extendido por la tierra, pero la gente no lo ve.”
Dicho 113
Simón Pedro les
dijo, “Que María nos deje, pues las mujeres no son dignas de la vida.”
Jesús dijo, “He
aquí, yo la conduciré para hacerla un varón, para que ella pueda también
hacerse un espíritu viviente como vosotros los hombres. Pues toda mujer
que se haga varón entrará en el reino del cielo.”
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