(Pistis Sophia) Parte 2
Jesús
responde a las consultas de María, Marta y Pedro
IX
1. Y María dijo: Señor, mis oídos reciben la luz y yo oigo en mí
fuerza de luz.
2.
Oye, pues, lo que tengo que decir sobre las palabras de la fiel Sabiduría
al confesar su pecado.
3.
Tu fuerza de luz ha sido profetizada por boca de David, cuando dijo en su
salmo sesenta y ocho: Dios mío, protégeme, porque las aguas han llegado
hasta mi alma.
4.
Y dijo luego María: Tal es, Señor, la explicación de la súplica de la
Sabiduría fiel.
(No
hay versículo 5)
6.
Y siguió hablando, y dijo: La fiel Sabiduría elevó un himno de este
modo:
7.
Luz de las luces, yo creo en ti; no me dejes para siempre en las
tinieblas.
8.
Ayúdame y protégeme en tus misterios. Acerca tu oído a mí y sálvame.
9.
Que la fuerza de tu luz me preserve y me lleve hasta los eones elevados.
10.
Y líbrame de la fuerza de faz de león y de todos mis enemigos.
11.
Porque yo he creído en ti desde el comienzo, y tú eres mi salvador y mi
tesoro de luz.
12.
Mi boca está llena de gloria, para que cante siempre tus alabanzas y el
misterio de tu grandeza.
13.
No me dejes en el caos y no me abandones. Porque mis enemigos me han
querido arrebatar toda mi luz.
14.
Vuélvete a mí, ¡oh luz!, y líbrame de estos malvados.
15.
Que quienes han querido quitarme mi fuerza caigan, ¡oh luz!, en las
tinieblas.
16.
Y cuando dijo estas palabras, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Comprendéis
lo que os digo?
17.
Y Pedro se adelantó, y dijo: Señor, no permitas hablar siempre a esta
mujer, porque ocupa nuestro puesto y no nos deja hablar nunca.
18.
Y Jesús dijo a sus discípulos: Adelántese y hable aquel en quien obre
la fuerza de la inteligencia.
19.
Porque yo veo, Pedro, tu fuerza en el conocimiento de las palabras que
dijo la fiel Sabiduría.
20.
Ven, pues, y da tu explicación entre tus hermanos.
21.
Y Pedro fue, y dijo: Señor, tu fuerza ha sido profetizada por David en el
salmo sesenta y nueve, cuando dijo: Señor Dios mío, piensa en
socorrerme.
22.
Y el Salvador dijo: Ésa es la explicación del himno de la Sabiduría
fiel.
23.
Dichosos vosotros entre todos los hombres de la tierra, porque os he
revelado estos misterios.
24.
Y en verdad os lo digo: Yo os explicaré los misterios de todas las
regiones de mi Padre y de todas las regiones del primer misterio.
25.
Para que lo que aprobéis en la tierra sea aprobado en el reino de las
regiones superiores, y para que lo que rechacéis en la tierra sea
rechazado en el reino de mi Padre, que está en los cielos.
26.
Escuchad, pues, y entended las palabras que la Sabiduría fiel pronunció.
27.
Luz de las fuerzas, protégeme.
28.
Que los que quieren quitarme mi luz sean hundidos en el caos.
29.
Y que sean sumidos en las tinieblas los que me persiguen diciendo: Seremos
más fuertes que ella.
30.
Que se regocijen cuantos buscan la luz y que digan siempre: Yo celebraré
el misterio de los que quieren tu misterio.
31.
Protégeme, pues, ¡oh luz!, porque yo necesito mi luz, que mis enemigos
me quieren arrebatar.
32.
Tú eres mi salvador, luz; sácame y libértame de este caos.
33.
Y cuando Jesús hubo expuesto así a sus discípulos el cántico tercero
de la Sabiduría fiel, agregó:
34.
Que quien comprenda el sentido del tercer cántico de la fiel Sabiduría
se adelante a darnos su explicación.
35.
Y Marta se abrazó a sus pies, dando gritos y llorando, y entregándose al
dolor y a la humillación.
36.
Y dijo: Señor, ten piedad de mí y extiende sobre mí tu misericordia, y
permite que dé yo la explicación del tercer himno de la Sabiduría fiel.
37.
Y Jesús, dando la mano a Marta, dijo: Bienaventurado el que se humille,
porque él disfrutará misericordia.
38.
Dichosa tú eres, Marta: Danos la explicación del canto de la fiel
Sabiduría.
39.
Y Marta dijo: Tu fuerza, Señor, ha sido profetizada en el salmo setenta
de David, cuando dijo: Señor, creo en ti. No permitas que yo sea
humillado para siempre.
40.
Y éste es, Señor, el sentido del tercer himno de la fiel Sabiduría.
41.
Y cuando Jesús oyó estas frases de Marta, dijo: Marta, tú has hablado
bien.
Interpretación
que da Juan a la cuarta plegaria de la Sabiduría fiel
X
1. Y Jesús, continuando su discurso, dijo a sus discípulos: La Sabiduría.fiel
hizo su cuarta plegaria.
2.
Y la dijo antes que la fuerza de rostro de león y las emanaciones
materiales que había con ella y que había enviado el poder orgulloso
volviesen a atormentarla.
3.
Y dijo así: Luz en la que yo he creído, oye mi ruego, y que mi voz
ascienda hasta tu morada.
4.
No vuelva lejos de mí la imagen de tu luz.
5.
Mas dirígela a mí, que estoy en la aflicción.
6.
Arráncame, sálvame de esta destrucción, porque mi tiempo desaparece y
yo me estoy convirtiendo en materia.
7.
Mi luz me ha sido quitada y mi fuerza ha sido destruida.
8.
Y he perdido la memoria de mi misterio, al que he sido consagrada desde
elprincipio.
9.
Y mi fuerza ha sucumbido en virtud de mi espanto.
10.
Y me he convertido como en un demonio que habita en la materia, o como en
un decano que está sólo en el aire.
11.
Y mis enemigos han dicho: En lugar de la luz que hay en ella, la
llenaremos del caos.
12.
Y he devorado el sudor de mi sustancia y la amargura de las lágrimas de
la materia de mis ojos.
13.
Para que los que me atormentan no me arrebaten estas otras cosas.
14.
Y todas estas cosas, luz, me han sucedido por tu disposición, y ha sido
tu decisión y tu voluntad que me sucedieran.
15.
Y tu voluntad me ha traído al infierno y he venido al infierno como la
fuerza del caos.
16.
Y mi fuerza se ha helado en mí.
17.
Señor: Tú eres la luz en la eternidad y visitas en toda Ocasión a los
afligidos.
18.
Álzate, luz, busca mi camino y el alma que hay en mí.
19.
Porque se ha cumplido la orden que tú habías dado para mi aflicción.
20.
Y ha llegado el tiempo de que yo busque mi camino y mi alma; el tiempo que
tú has marcado para buscarme.
21.
Y en este tiempo, todos los archones de los eones de la materia temerán
tu luz.
22.
Y todas las emanaciones de la decimotercera región de los eones de la
materia temerán los misterios de tu luz.
23.
Para que los demás se revistan de la pureza de su luz cuando el Señor
busque la fuerza de nuestra alma.
24.
Y este misterio es el modelo ofrecido a la raza que está por crear, y
esta raza eleva un himno a las regiones superiores.
25.
Yla luz mira desde lo alto de su luz y mirará toda la materia, para oír
los gemidos de los que están encadenados.
26.
Para romper la fuerza de las almas, cuya fuerza ha sido sujeta, y para
poner su nombre en el alma y su misterio en la fuerza.
27.
Y cuando Jesús hubo hablado así a sus discípulos, dijo: He aquí la
cuarta plegaria de la Sabiduría fiel. Y el que sepa comprender que
comprenda.
28.
Y cuando Jesús dijo esto, Juan se adelantó, y adoró el pecho de Jesús,
y dijo: Señor, perdóname y déjame que yo dé la explicación de la
cuarta plegaria que elevó la fiel Sabiduría.
29.
Y Jesús dijo a Juan: Yo te autorizo y te animo a dar la explicación de
la cuarta plegaria que elevó la Sabiduría fiel.
30.
Y Juan repuso y dijo: Señor, tu fuerza ha profetizado lo que dijo la fiel
Sabiduría en el salmo ciento uno de David.
31.
Señor: Oye mi plegaria y que mis clamores lleguen a ti.
32.
Y al concluir Juan estas palabras, dijo Jesús: Es acertado, Juan, y en el
reino de la luz te está reservado un puesto.
Felipe
interpreta el sentido de la quinta plegaria que elevó a la Sabiduría
fiel
XI
1. Y Jesús, persistiendo en su discurso, dijo a sus discípulos:
2.
Las emanaciones del triple poder orgulloso atormentaron a la Sabiduría
fiel en el caos, porque querían quitarle su luz.
3.
Y el tiempo de sacarla del caos no había llegado aún.
4.
Y la orden del primer misterio no había llegado todavía, y yo no debía
aún salvarla del caos.
5.
Y cuando las emanaciones materiales la torturaban, ella clamó.
6.
Y dijo su quinta súplica: Luz de mi salvación, yo te elevo un himno en
el lugar de las regiones superiores y, a la vez, del caos.
7.
Porque yo te elevo el himno que te dirigía en las regiones Superiores.
8.
Ven a mí, ¡oh luz! Vuelve el espíritu, ¡oh luz!, hacia mi súplica.
9.
Porque mi fuerza está llena de tinieblas y mi luz se ha perdido en el
caos.
10.
Y me he convertido, como en los archones del caos, que están en las
regiones inferiores.
11.
Y soy como un cuerpo material, para el que no hay salvador en las regiones
superiores
12.
Y me he convertido como en las materias cuya fuerza ha sido quitada, y que
han caído en el caos, y tú no las has salvado, y han perecido.
13.
Y me han sumido en las tinieblas infernales, en la oscuridad.
14.
Allí donde están las materias inertes y privadas de toda fuerza.
15.
Y tú has dado mandato sobre mí y sobre cuantas cosas has organizado.
16.
Y me has alejado tu aliento, y me has hundido en el abismo.
17.
Y por tu mismo mandato sobre las cosas que has ordenado, mis enemigos están
atormentándome.
18.
Y me odian, y no me auxilian, y estoy casi del todo perdida, y mi luz ha
disminuido en mí.
19.
Y he clamado a la luz, con toda la luz que hay en mí, y he alzado las
manos elevándola, hacia ti.
20.
Y ahora, luz, ¿se ha cumplido tu voluntad en el caso?
21.
¿Se elevarán entre las tinieblas los liberadores que han de Venir según
tu voluntad?
22.
¿Y darán el misterio de tu nombre en el caos?
23.
¿Dirán tu nombre en el caos que tú no iluminas?
24.
Yo te glorifico, luz, y mi voz te llegará en las regiones Superiores.
25.
Que tu luz venga sobre mí, porque me han quitado mi luz.
26.
Y yo estoy en el sufrimiento por causa de la luz, desde que mis enemigos
me atacan.
27.
Y cuando he mirado a lo alto, hacia la luz, y he mirado el infierno, he caído
en el infierno, según la disposición de la luz, elevándome en el caos.
28.
Y tu mandato ha venido sobre mí, y los temores y turbaciones que tú has
fijado me han rodeado, abundantes como las aguas.
29.
Y se han apoderado totalmente de mí.
30.
Y, según tu voluntad, no has dejado que mi compañera me ayudase y
socorriese en esta aflicción.
31.
Tal es la quinta plegaria que formuló la fiel Sabiduría en el caos,
cuando estaba atormentada por las emanaciones materiales del triple poder.
32.
Y cuando Jesús hubo hablado así a sus discípulos, les dijo: Que oiga
quien tenga oídos para oír.
33.
Y quien tenga en sí el hálito brillante, que se adelante y dé la
explicación del quinto ruego de la Sabiduría fiel.
34.
Y se levantó Felipe cuando hubo hablado Jesús.
35.
Y dejó en el suelo un libro que tenía entre las manos, y en ese libro
escribía las palabras de Jesús, y todas las cosas que había hecho.
36.
Y Felipe, adelantándose dijo a Jesús: Señor: yo soy aquel a quien has
confiado el cuidado del mundo.
37.
Para que escriba cuantas cosas nosotros decimos y hacemos.
38.
Y no me has permitido exponer la explicación del misterio de las súplicas
de la Sabiduría fiel.
39.
Y mi espíritu se ha agitado fuertemente en mí, para que yo diese la
explicación de ese misterio.
40.
Y me he adelantado, porque soy el que escribo todas las cosas.
41.
Y Jesús, oyendo a Felipe, fe dijo: Escucha, Felipe, que yo te hablo,
porque es a ti, y a Tomás, y a Mateo, a quienes el primer misterio ha
ordenado escribir todas las cosas que yo diga y haga y cuantas cosas veáis.
42.
Aún no ha terminado el número de palabras que tú debes transcribir por
escrito.
43.
Y cuando termines, tú tendrás holgura para decir lo que quieras.
44.
Mas ahora, vosotros tres, escribid las cosas que yo diga y que yo haga, y
que yo vea, para que dé testimonio de todo en el reino de los cielos.
45.
Y cuando Jesús concluyó estas palabras, dijo a sus discípulos: Quien
tenga oídos para oír que oiga.
46.
Y Marta se levantó de entre los discípulos y se puso junto a Felipe.
47.
Y dijo: Señor, mi oído ha entendido la voz de la luz, y estoy presta a oír,
según la fuerza de mi entendimiento, la palabra que tú has dicho.
48.
Mas, Señor, déjame que te hable con claridad.
49.
Porque tú has dicho: Que oiga quien tenga oídos para oír.
50.
Y has dicho también a Felipe: A ti, y a Tomás, y a Mateo, se os ha
encargado por el primer misterio de escribir todas las cosas del reino de
la luz, para que deis testimonio de ellas.
51.
Oye, pues, la explicación de la palabra que tu fuerza de luz hizo
profetizar a Moisés cuando dijo: De toda cosa se hará constancia por
medio de dos o tres testigos.
52.
Y estos tres testigos son Felipe, Tomás y Mateo.
53.
Y cuando Jesús oyó esto, dijo: Ésa es, María, la explicación
54.
Adelántate, pues, Felipe, y danos la explicación de la quinta súplica
de la Sabiduría fiel.
55.
Y luego siéntate hasta el fin de la misión que se te ha encomendado, que
es la de escribir todas las cosas del reino de la luz.
56.
Y tú continuarás diciendo lo que tu espíritu comprenda.
57.
Mas ahora, explica el misterio de la quinta plegaria de la fiel Sabiduría.
58.
Y Felipe respondió a Jesús, y dijo: Escucha, Señor, la explicación que
yo doy de la quinta plegaria de la fiel Sabiduría.
59.
Tu fuerza ha profetizado sobre ella, diciendo en el salmo ochenta y siete
de David: Señor, Dios de mi salvación, yo clamo hacia ti de noche y día.
60.
Que mí palabra llegue hasta ti y presta oído a mi súplica.
61.
Y Jesús, oyendo estas palabras, dijo: Ven y siéntate, querido Felipe, y
escribe cuantas cosas yo haga, y cuantas palabras yo diga, y cuantas cosas
veas.
62.
Y Felipe se sentó y escribió.
Andrés y María interpretan
palabras de la Sabiduría fiel y de Jesús
XII
1. Y Jesús continuó hablando a sus discípulos.
2.
Y les dijo: La fiel Sabiduría volvió a elevar clamores hacia la luz.
3.
Y ésta le remitió el pecado que había cometido.
4.
Y dejando su sitio, entró en las tinieblas.
5.
Y la Sabiduría fiel elevó su sexta impetración de esta manera:
6.
Yo te alabo, luz, en las tinieblas de los infiernos.
7.
Escucha mi súplica y que tu luz atienda el clamor de mis plegarias.
8.
Porque yo no iría ante ti, y tú me abandonarías, si tú no existieras,
oh luz, mi liberadora, a causa de la luz de tu nombre.
9.
Yo he creído en ti, luz, y tú eres mi fuerza.
10..
Y he sido fiel a tu misterio, y mi fuerza ha creído en la luz que está
en lo alto, y ha creído en ella hasta cuando estaba sumida en el caos del
infierno.
11.
Y toda la fuerza que hay en mí ha creído en la luz, aun cuando estaba
sumida en las tinieblas del infierno.
12.
Y ellas ceerán también cuando lleguen a las regiones superiores, porque
Él nos verá y nos rescatará. Y el misterio de su salvación es grande.
13.
Y Él preservará todas las fuerzas contra el caos, en virtud de mi falta,
cuando, dejando mi sitio, yo he venido al caos.
14.
Y quien pueda entender que entienda.
15.
Y cuando Jesús acabó estas palabras, dijo a sus discípulos: ¿Comprendéis
lo que os he dicho?
16.
Y Andrés se adelantó, diciendo: Señor, la fuerza de tu luz profetizó
por boca de David, en su ciento veintinueve salmo, al decir: Y he clamado,
Señor, desde el fondo del abismo... Escucha mi voz. Que Sirad ponga su
confianza en el Señor.
17.
Y dijo Jesús: Está bien, Andrés; bienaventurado seas. Que ésa es la
explicación de la plegaria de la Sabiduría.
18.
En verdad, en verdad, os digo, que yo os haré conocer todos los misterios
de la luz.
19.
Y toda gnosis, desde el interior de los interiores hasta el exterior de
los exteriores.
20.
Y desde el Inefable hasta las tinieblas de las tinieblas.
21.
Y desde la luz de las luces. Y desde los dioses hasta los demonios.
22.
Y desde todos los señores hasta todos los decanos. Y desde todas las
revoluciones hasta todas las emanaciones.
23.
Y desde la creación de los hombres hasta la de las bestias, y los
animales, y los reptiles.
24.
Y así se os llamará perfectos y completos en todas las cosas.
25.
En verdad, en verdad, os digo: cuando yo sea en el reino de mi Padre,
vosotros estaréis conmigo.
26.
Y cuando el número del perfecto se cumpla, para que la mezcla sea
destruida, yo ordenaré que os conduzca a todos los dioses que no han dado
aún la fuerza de su luz.
27.
Y ordenaré al fuego de la Sabiduría que respete a los perfectos y
consuma a los tiranos hasta que hayan dado la última pureza de su luz.
28.
Ycuando Jesús habló así, dijo a sus discípulos: ¿Comprendéis lo que
os digo?
29.
Y María dijo: He aquí, Señor, el sentido de las palabras que tú has
dicho. Tú has dicho que en la destrucción de la nada tú estarás
sentado sobre la fuerza de la luz.
30.
Y que nosotros, tus discípulos, estaremos sentados a tu diestra.
31.
Y que juzgaremos a los tiranos que no hayan dado aún la pureza de su luz.
32.
Y del fuego que has dicho que debe consumirlos hasta que hayan dado la última
luz que hay en ellos, tu fuerza de luz ha profetizado en el salmo
veinticuatro, en que dice David:
33.
Dios se sentará en la asamblea de los dioses para juzgar a los dioses.
34.
Y Jesús dijo: Está bien, María.
Interpretación de Tomás
XIII
1. Y continuó hablando y dijo a sus discípulos: Y sucedió que cuando la
fiel Sabiduría hubo dicho la sexta súplica de la remisión, se volvió a
las regiones inferiores.
2.
Para ver si sus pecados se le habían remitido, y para ver si iba a ser
conducida al caos, ya que la orden del primer misterio para remitirle su
pecado no se había dado aún para sacarla del caos.
3.
Y se volvió a las regiones superiores, a fin de ver si su súplica se había
entendido.
4.
Y vio a los doce archones de los doce eones burlándose y regocijándose,
porque no se la habia escuchado.
5.
Y cuando vio cómo se burlaban, se afligió extremadamente y elevó su séptima
súplica.
6.
Luz, yo he elevado de nuevo mi fuerza hacia ti.
7.
Y te suplico que no me dejes caer en la ignominia, ni que los doce
archones de los eones que me odian se congratulen de mi desgracia.
8.
Porque quienquiera que te sea fiel no será entregado a la ignominia.
9.
Y los que me han quitado mi fuerza no seguirán siendo sus poseedores.
10.
Mas les será arrebatada y ellos permanecerán en las tinieblas.
11.
Luz, muéstrame tus caminos, y yo me salvaré siguiéndolos.
12.
Y muéstrame aquellos sitios a que debo dirigirme para libertarme del
caos.
13.
Y muéstrame la senda en tu luz y haz que yo sepa, ¡oh luz!, que tú eres
mi salvador.
14.
Y lo creerá en ti en todo tiempo.
15.
Vuelve a mí tu atención para salvarme, ¡oh luz!, porque tu misericordia
se extiende hasta la eternidad.
16.
No me imputes, ¡oh luz santa y recta!, el pecado que me ha hecho cometer
mi ignorancia.
17.
Sino sálvame por tu gran misterio y que mis pecados me sean remitidos por
tu gran bondad.
18.
Porque ella me devolverá a la senda, para que yo sea perdonada de mi
falta.
19.
Y quitará a mis enemigos mi fuerza, que ha sido rota por las emanaciones
materiales del triple poder.
20.
Porque todas las ciencias de la luz son para la salvación, y los
misterios son para los que buscan las regiones de sus posesiones, en
virtud del misterio de tu nombre, ¡oh luz!
21.
Y mi falta es grande, mas perdónamela.
22.
Y dará a cuantos creen en la luz el misterio que quiera.
23.
Y su alma estará en las regiones de la luz y su fuerza será la adquisición
del tesoro de la luz.
24.
Porque la luz es quien da la fuerza a quienes le son fieles.
25.
Y el nombre de su misterio está en quienes creen en Él.
26.
Y Él les mostrará el lugar de las posesiones que están en el tesoro de
la luz.
27.
Y yo he sido siempre fiel a la luz que librará mis pies de las cadenas de
las tinieblas.
28.
Vuelve tu atención a nos, ¡oh luz!, y sálvame.
29.
Porque mis enemigos han arrebatado mi nombre en el caos y me han causado
grandes aflicciones.
30.
Líbrame de estas tinieblas y pon tu mirada en el dolor de mis
aflicciones.
31.
Perdóname mis errores. Piensa en los doce archones que me acusan y están
celosos de mí.
32.
Vela sobre mi fuerza y protégeme y no me hagas quedar en estas tinieblas
en que te he sido fiel.
33.
Porque mis enemigos me han como privado de razón, viendo la fidelidad que
tengo por ti.
34.
Y ahora, ¡oh luz!, conserva mi fuerza en las penas que me afligen y protégeme
contra mis enemigos.
35.
Y habiendo así hablado Jesús a sus discípulos, Tomás se adelantó.
36.
Y dijo: Señor, mi espíritu se anima y yo me regocijo grandemente, porque
nos has revelado estas palabras.
37.
Y yo no me he adelantado hasta ahora a mis hermanos para no incomodarlos.
38.
Porque los veía reunidos para dar la explicación de los misterios de la
Sabiduría fiel.
39.
Y he aquí, Señor, que respecto a la séptima plegaria de la Sabiduría
fiel, tu fuerza de luz ha profetizado, con la voz de David, en su salmo
Veinticuatro.
40.
Diciendo: Señor: yo he alzado mi voz hacia ti. Señor: yo tengo puesto mi
corazón en ti.
41.
Y cuando Jesús oyó las palabras de Tomás, le dijo: Bien has hablado,
Tomás, y ésa es la explicación del séptimo himno de la fiel Sabiduría.
42.
En verdad, en verdad, os digo que todas las criaturas os mirarán en la
tierra como bienaventurados.
43.
Porque os he revelado estas cosas y os he infundido mi soplo y os he dado
la inteligencia espiritual de lo que os digo.
44.
Y os he de llenar de toda luz y de toda la fuerza de mi soplo,
45.
Para que comprendáis desde ahora todo lo que se os diga y todo cuanto veáis.
46.
Esperad un poco, y os hablaré de lo concerniente a las regiones
superiores desde el exterior hasta el interior, y desde el interior hasta
el exterior.
La
Sabiduría fiel impetra por octava vez el auxilio de la luz
XIV
1. Y Jesús prosiguió su discurso a sus discípulos.
2.
Y dijo: Cuando la Sabiduría fiel hubo dicho su séptima plegaria en el
caos, y sin que aún me hubiese llegado orden del primer misterio para
libertarla, elevándola sobre el caos, por mi propio impulso, y en virtud
de mi misericordia, sin esperar la orden, la conduje a un lugar despejado
sobre el caos.
3.
Y sus enemigos cesaron momentáneamente de atormentarla, creyendo que iba
a ser definitivamente arrojada en el caos.
4.
Y la fiel Sabiduría ignoraba que yo la asistía y me desconocía del
todo.
5.
Y persistía en celebrar el tesoro de la luz, que había visto antes y al
que seguía fiel.
6.
Y pensaba que era él el que la asistió, y como era fiel a la luz, creía
que su súplica se escucharía y sería llevada del caos.
7.
Mas no se había aún cumplido la disposición del primer misterio a fin
de que su ruego fuese escuchado.
8.
Escuchad, pues, y yo os diré cuántas cosas sucedieron a la fiel Sabiduría.
9.
Ocurrió que, cuando yo la llevé a un lugar más desahogado del caos, las
emanaciones del triple poder dejaron de atormentarla creyendo que yo la
iba a llevar completamente al caos.
10..
Ycuando supieron que la Sabiduría fiel no era conducida al caos,
volvieron a torturarla sumamente.
11.
Y por eso ella elevó su octava súplica.
12.
Y dijo de este modo: Yo he puesto, ¡oh luz!, mi corazón en ti; no me
dejes en el caos. Escúchame y líbrame en tu pensamiento.
13.
Vuelve mi espíritu hacia mí y líbrame; sé mi salvador, ¡oh luz!, y líbrame.
14.
Llévame a tu luz, porque tú eres mi salvador y tú me conducirás hacia
ti.
15.
Y por el misterio de tu nombre, indícame tu camino y dame tu misterio.
16.
Y librame de la fuerza de rostro de león y de mis enemigos, que me han
tendido asechanzas.
17.
Porque tú eres mi salvador y yo entregaré la pureza de mi luz en tus
manos.
18.
Libértame, ¡oh luz!, en tu conocimiento.
19.
Y tú te irritarás contra aquellos que vigilan contra mi, para que no se
apoderen de mí totalmente.
20.
Porque yo he creído en la luz, y yo te adorará y cantará tus alabanzas,
para que tengas piedad de mí y vuelvas tu corazón a la pena en que me
encuentro.
21.
Y tú me librarás y me restituirás mi fuerza fuera del caos.
22.
Y no me abandonarás a la fuerza con rostro de león, mas me conducirás a
la región en que la aflicción no existe.
23.
Y cuando Jesús habló así a sus discípulos, continué.
24.
Y dijo: Cuando la fuerza de faz de león supo que la Sabiduría fiel no
había sido arrojada en el caos, vino con todas las otras emanaciones
materiales del triple poder.
25.
Y otra vez atormentaron a la fiel Sabiduría. Y cuando la torturaban, ella
prosiguió impetrando.
26.
Y dijo: Ten piedad de mí, luz, porque ellos me atormentan aún.
27.
Y cuanto hay en mí, y mi fuerza y mi espíritu son turbados, según tu
orden, ¡oh luz!
28.
Y mi fuerza ha sufrido grandes perjuicios, mientras yo estaba sujeta a
tormentos.
29.
Y el número de mi tiempo está en el caos.
30.
Y mi luz se ha eclipsado, porque mi fuerza me ha sido arrebatada.
31.
Y cuantas fuerzas había en mí han sido destruidas.
32.
Y soy impotente ante todos los archones de los eones que me odian y ante
las veinticuatro emanaciones en cuyas regiones yo estaba.
33.
Y mi hermano ha temido seguirme, en vista de las persecuciones en que me
ha visto sumida.
34.
Y todos los archones de las regiones superiores me han mirado como la
materia en que no hay ninguna luz.
35.
Y me he convertido como en una fuerza material que ha caído lejos de los
archones.
36.
Y cuantos están en los eones han dicho: Ella es como el caos.
37.
Y todas las fuerzas que no tienen misericordia han venido sobre mí, para
qiutarme toda mi luz.
38.
Pero yo he creído en ti, luz, y he dicho: Tú eres mi salvador, y mi
suerte, que tú has marcado, está en tu mano.
39.
Líbrame, pues, de los enemigos que me acusan y me persiguen.
40.
Extiende tu luz sobre mí, porque yo no soy nada en tu presencia, y consérvame
en tu misericordia.
41.
Y no consientas que caiga sobre mí la ignominia.
42.
Porque es a ti, oh luz, a quien yo glorifico en mis himnos.
43.
Que el caos envuelva a mis perseguidores y que sean sumergidos en las
sombras infernales.
44.
Cierra la puerta a quienes quieren devorarme.
45.
Y dicen: arranquémosle la luz que hay en ella.
46.
Porque yo no les he hecho ningún mal.
Novena
plegaria de la Sabiduría fiel
XV
1. Y Mateo, cuando Jesús hubo hablado así, se adelantó.
2.
Y dijo: Señor, tu luz me ha instruido para que yo explique la octava
plegaria de la Sabiduría fiel.
3.
Porque tu fuerza ha profetizado en el salmo treinta de David, diciendo: En
ti he puesto, Señor, mi corazón.
4.
No permitas que se me humille eternamente.
5.
Y oyendo estas palabras, dijo Jesús: En verdad te digo, Mateo, que cuando
el número perfecto sea cumplido, y cuando el universo sea destruido, yo
estaré sentado en el tesoro de la luz.
6.
Y vosotros estaréis sentados sobre las doce fuerzas de la luz, hasta que
sean restablecidos los rangos de los doce salvadores en las regiones de
cada uno de ellos.
7.
Y continuó hablando y dijo: ¿Comprendéis lo que os he dicho?
8.
Y María se adelantó y dijo: Señor, tú siempre nos has hablado en parábolas.
9.
Y nos has dicho en ellas: Yo estableceré con vosotros un reino como el
que mi Padre ha establecido conmigo.
10.
Y comeréis y beberéis en mi mesa y en mi reino.
11.
Y estaréis sentados en los doce tronos para juzgar a las doce tribus de
Israel.
12.
Y Jesús contestó: Está bien, María.
13.
Y continuó y dijo a sus discípulos: Y las emanaciones del triple poder
continuaron atormentando, en el caos, a la Sabiduría fiel.
14.
Y ella pronunció su novena súplica y dijo: ¡Oh luz, confunde a los que
me arrebatan mi fuerza y devuélveme la que me han quitado!
15.
Ven y sálvame. Porque grandes tinieblas me envuelven y me afligen.
16.
Di a mi fuerza: yo te libertaré.
17.
Y que cuantos quieren arrebatarme mi luz sean privados de su fuerza y
vuelvan al caos.
18.
Que sean reducidos a la impotencia los que quieren quitarme mi luz.
19.
Que su fuerza sea como el polvo y que tu ángel, Ieû, los hiera.
20.
Y si quieren ascender a lo alto, que las tinieblas los rodeen.
21.
Y que sean arrojados en el caos, y que Ieû, tu ángel, los persiga para
herirlos en las tinieblas del infierno.
22.
Porque me han tendido asechanzas y lo mismo la fuerza con faz de león.
23.
Y sin que yo los haya dañado, me atormentan y me quieren arrancar mi
fuerza toda.
24.
Arranca, ¡oh luz!, la pureza a la fuerza de faz de león, sin que ella lo
sepa.
25.
Y confunde el proyecto que ha maquinado el triple poder, para arrebatar mi
fuerza, y arrebátale la suya.
26.
Y mi fuerza se regocijará en la luz y será alegre, porque tú la habrás
salvado.
27.
Y todas las partes de mi fuerza dirán: no hay más salvador que tú.
28.
Porque me has librado de la fuerza con rostro de león que me arrebataba
mi fuerza.
29.
Y me salvarás de todos los que me quitan mi fuerza y mi luz.
30.
Porque se han levantado contra ti, profiriendo mentiras, y diciendo que yo
conocía el misterio de la luz de la región superior.
31.
Y me apremiaban, exclamando: Dinos los misterios de la luz de la región
superior.
32.
Mas yo ignoraba esos misterios y me han infligido grandes males.
33.
Porque yo he sido fiel a la luz de la región superior.
34.
Y me he sentado en las tinieblas, con el alma sumida en el duelo.
35.
Sálvame, ¡oh luz, a la que elevo mis himnos!
36.
Porque yo sé que tú me salvarás, pues que yo hacía tu voluntad cuando
estaba en la región de los eones.
37.
Y yo cumplía tu voluntad como las potencias invisibles que están en mis
regiones y yo lloraba, buscando con celo tu luz.
38.
Y ahora mis enemigos me rodean, y se alegran de mis males, y me infligen
sin piedad grandes aflicciones.
39.
Y rechinan los dientes contra mí y me quieren arrebatar toda mi luz.
40.
¿Hasta cuándo, luz, permitirás que sigan afligiéndome?
41.
Libra mi fuerza de sus malos propósitos y presérvame de la fuerza con
rostro de león. Porque yo estoy sola en estas regiones.
42.
Y en medio de cuantos se han juntado contra mí, yo te glorifico, ¡oh
luz!
43.
Y clamaré siempre a ti, en medio de todos los que me afligen.
44.
Que no se regocijen más sobre mí, atormentándome y quitándome mi
fuerza.
45.
Tú conoces su astucia, ¡oh luz! No permitas que tu ayuda se aleje de mi.
46.
Apresúrate, ¡oh luz! Júzgame en tu bondad y véngame.
47.
¡Oh luz de las luces! Que mis enemigos no me arrebaten mi luz.
48.
Y que no digan entre sí: Nuestra fuerza se ha reforzado con su luz.
49.
Y que no digan: Hemos devorado su fuerza.
50.
Sino que las tinieblas los rodeen y hagan impotentes a aquellos que me
quieren robar mi luz.
51.
Y que aquellos que dicen: Nosotros hemos robado su fuerza y su luz, sean
hundidos en el caos y en las tinieblas.
52.
Sálvame, para que yo sea en gozo.
53.
Porque yo aspiro a la trecena región de los eones, que es la región de
la justicia.
54.
Y para que yo diga a toda hora: La luz de Ieû, tu ángel, irá aumentando
de brillo.
55.
Y mi lengua cantará eternamente tus alabanzas en la decimotercera región
de los eones.
Jacobo
explica el significado de la novena plegaria de la Sabiduría fiel, y María
interpreta las palabras de Cristo
XVI
1. Y cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, dijo: Que
aquel que entre vosotros haya comprendido nos dé la explicación.
2.
Y Jacobo se adelantó y abrazó el pecho de Jesús.
3.
Y dijo: Señor: tu soplo me ha infundido inteligencia y estoy presto a
explicar lo que nos has dicho.
4.
Porque es respecto a esto lo que profetizó tu fuerza, mediante la voz de
David, en su salmo treinta y cuatro.
5.
Diciendo: Juzga, Señor, a aquellos que me agravian, combate a aquellos
que me combaten.
6.
Y cuando Jacobo hubo hablado así, dijo Jesús: Tú has hablado bien,
Jacobo.
7.
Porque ésa es la explicación de la novena súplica de la fiel Sabiduría.
8.
Y en verdad, en verdad os digo, que vosotros entraréis conmigo en el
reino de los cielos antes que todos los invisibles y todos los dioses y
todos los archones que están con el eón trece y con el eón doce.
9.
Y no solamente vosotros, sino todo el que haya practicado mis misterios.
10.
Y cuando el Salvador hubo hablado así, dijo: ¿Comprendéis lo que acabo
de decir?
11.
Y dijo María: Señor, es lo que nos has dicho otras veces.
12.
Que los últimos serán los primeros y que los primeros serán los últimos.
13.
Porque los creados antes que nosotros son los invisibles, pues que
existieron antes que el género humano.
14.
Y los dioses, y los archones, y los hombres que reciban tus misterios
entrarán los primeros en el reino de los cielos.
15.
Y dijo Jesús: Así es, María.
El
primer ministro envía a Jesús para socorrer a la Sabiduría fiel
XVII
1. Y Jesús prosiguió hablando a sus discípulos.
2.
Y dijo: Y ocurrió que cuando la fiel Sabiduría hubo elevado su novena
plegaria, la fuerza que tenía rostro de león la atormentó con más
fuerza.
3.
Y le quería arrebatar su luz. Mas la Sabiduría fiel se dirigió,
clamando, hacia la luz.
4.
Y dijo: Luz en la que he creído desde el principio, y por la que he
sufrido tantos dolores, ven y socórreme.
5.
Y su ruego fue entonces atendido.
6.
Porque el primer misterio lo oyó y me envió a mí para asistirla.
7.
Y vine para ayudarla y la reconduje en el caos.
8.
Porque había sufrido grandes penas y aflicciones a causa de su fe en la
luz.
9.
Y así, fui enviado por el primer misterio para socorrerla en todo.
10.
Y aunque yo no había ido aún al mundo de los eones, sobrevine entre
todos ellos.
11.
Y ninguno de ellos lo supo, ni los que pertenecen a lo interior de lo
interior, ni los que están en lo exterior de lo exterior.
12.
Y todo lo sabía el primer misterio. Y cuando llegué al caso para
ayudarla, ella me vio.
13.
Porque yo resplandecía con una gran luz y me presentaba misericordioso.
14.
Y no me presentaba altanero, como la fuerza con faz de león que arrebaté
la fuerza y la luz a la Sabiduría, y que la atormentó para quitarle
cuanta luz había en ella.
15.
Y me vio brillando con una luz diez mil veces más poderosa que la de la
fuerza con rostro de león.
16.
Y comprendió que yo venía de las regiones superiores, en cuya luz ella
había tenido fe desde el comienzo de las cosas.
17.
Y la fiel Sabiduría tuvo entonces confianza y elevé su décima súplica.
18.
Y dijo: Yo he clamado a ti, luz de las luces.
19.
Y en mi aflicción me has oído; preserva ahora mi fuerza de los labios
injustos y engañosos.
20.
Porque estoy envuelta en las asechanzas y calumnias de los orgullosos y de
los que no conocen la misericordia.
21.
Malhaya yo, que tan lejos estoy de mi morada, y me veo forzada a habitar
en el caos.
22.
Porque mi fuerza no está en las regiones que me pertenecen.
23.
Y he hablado con dulzura a mis enemigos, y cuando yo les hablaba con
dulzura, ellos me han atacado sin motivo.
La
fuerza satánica de rostro de león se encoleriza ante Jesucristo
XVIII
1. Y cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, dijo: Que
se adelante aquel que se sienta infundido de inteligencia y que explique
la décima impetración de la Sabiduría fiel.
2.
Y Pedro contestó y dijo: Señor, tu fuerza de luz ha profetizado esto por
boca de David.
3.
Cuando dijo en el salmo ciento diecinueve: He clamado a ti, Señor, en mi
aflicción.
4.
Y tú me has oído, Señor, mas preserva mi alma de los labios injustos y
de la lengua mentirosa.
5.
Tal es, Señor, la explicación de la décima plegaria de la fiel Sabiduría,
tal como ella la pronunció cuando se sentía atormentada por las
emanaciones materiales del triple poder, y éstas y la fuerza de faz de león
la hacían sufrir extremadamente.
6.
Ydijo Jesús: Bien está, Pedro. Has hablado justamente.
7.
Y continuó Jesús hablando a sus discípulos.
8.
Y dijo: Cuando la fuerza que tenía cara de león se acercaba a mí, al ir
hacia la fiel Sabiduría, me vio resplandecer con una luz inmensa.
9.
Y se llenó de cólera y proyecté fuera de sí una muchedumbre de otras
emanaciones enfurecidas.
10.
Y entonces la Sabiduría fiel pronunció su undécima plegaria, y dijo:
11.
¿Por qué la fuerza (de faz de león) se apresta a hacer el mal?
12.
Su propósito era herirme y robar la luz que había en mí.
13.
Porque yo he preferido descender al caos que permanecer en la región del
decimotercero eón, que es la región de la justicia.
14.
Y han querido envolverme en sus astucias, para arrebatarme toda mi luz.
15.
Mas la luz les quitará toda su luz y destruirá toda su materia.
16.
Y les arrebatará toda su luz y no los dejará permanecer en el
decimotercero eón, su morada.
17.
Y no dejará sus nombres entre los nombres de los vivos.
18.
Y las veinticuatro emanaciones verán lo que sucede a la fuerza con faz de
león.
19.
Para que tomen ejemplo, y teman, y no sean indóciles.
20.
Y darán la pureza de su luz y te verán, para que te glorifiquen.
21.
Y habrán de decir: he aquí el que no ha dado el brillo de su luz para
salvarse.
22.
Mas quiere ser glorificado en todo el esplandor de su luz, y él ha dicho:
Yo arrebatará la luz de la Sabiduría infiel.
23.
Y que aquel cuya fuerza sea exaltada se adelante y diga la explicación de
la undécima plegaria de la Sabiduría fiel.
El
triple poder, orgulloso, envía refuerzos a sus emanaciones
para
combatir el poder de Jesús
XIX
1. Y Salomé se adelantó, y dijo: Señor, tu fuerza de luz ha profetizado
esto por boca de David, en el salmo cincuenta y uno.
2.
Diciendo: ¿Por qué el impío se alaba de su malicia?
3.
Y cuando Jesús escuché estas palabras, dijo: Está bien, Salomé.
4.
Y en verdad, en verdad, os digo que yo os instruiré en todos los
misterios del reino de la luz.
5.
Y Jesús continuó hablando y dijo a sus disçípulos: Me aproximé luego
al caos.
6.
E iba revestido de una luz inmensa, para quitar su luz a la fuerza con faz
de león.
7.
Y cuando la fuerza con rostro de león me vio, tuvo miedo, y llamó a su
dios para que la socorriese.
8.
Y se llenó de cólera y la fiel Sabiduría sintió gran espanto.
9.
Yse dirigió a mí y dijo: No me olvides, ¡oh luz!
10.
Porque mis enemigos han abierto su boca contra mí.
11.
Y han querido arrebatarme mi luz y me han odiado.
12.
Porque yo entonaba tus alabanzas y te amaba.
13.
Que sean sumergidos en las tinieblas exteriores; arrebátales su fuerza y
no los dejes remontarse a sus regiones.
14.
Y que el caos los envuelva como una vestidura.
15.
Ten piedad de mí, ¡oh luz!, por el misterio de tu nombre, y sálvame en
tu misericordia.
16.
Ven a mi ayuda, porque mi fuerza es destruida.
17.
Porque aquí no hay ningún misterio, y mi matena ha sido encadenada,
porque se me ha quitado toda mi fuerza.
18.
Y que aquel que haya sido animado en su interior, se adelante y explique
las palabras de la fiel Sabiduría.
19.
Y Andrés dijo: Señor, tu fuerza de luz ha profetizado esto.
20.
Cuando dijo por boca de David, en su salmo ciento ocho: Dios mío, no
calles en mi elogio, porque los pecadores y los pérfidos han abierto su
boca contra mí.
21.
Y el primer misterio, continuando su discurso, dijo de esta manera:
22.
Y ocurrió que yo no saqué aún del caos a la Sabiduría fiel.
23.
Porque yo no había recibido todavía la orden de mi Padre.
24.
Y las emanaciones del triple poder, viendo a la Sabiduría fiel otra vez
provista de luz como lo fue desde el principio, se detuvieron en sus
ataques a la Sabiduría.
25.
Y a grandes gritos pidieron asistencia al triple poder.
26.
Para que él los ayudase a arrancar otra vez a la fiel Sabiduría las
fuerzas que había en ella.
27.
Y el triple poder envió otra gran fuerza de luz, que descendía en el
caos como una flecha que vuela.
28.
Y era para que ayudase a sus servidores a arrebatar a la Sabiduría fiel
la fuerza que le había sido reintegrada.
Jesús
confunde a las fuerzas del triple poder
XX
1. Y cuando aquella fuerza de luz hubo descendido, los servidores del
triple poder tuvieron gran confianza.
2.
Yotra vez persiguieron a la Sabiduría fiel, que estaba llena de turbación
y espanto y la atormentaron cruelmente.
3.
Y uno de ellos se transformó en un basilisco de siete cabezas.
4.
Y otro tomó forma de dragón, y la primera potencia del triple poder, con
cabeza de león, y otros muchos se reunieron.
5.
Yatacaron a la fiel Sabiduría, y la llevaron de nuevo a las regiones
inferiores del caos, y la atormentaron mucho.
6.
Y ella huyó, y vino a las regiones superiores del caos, y ellos la
persiguieron y la torturaron cruelmente.
7.
Y Adamas el tirano miró las doce regiones de los eones, y también sintió
coraje contra la Sabiduría fiel.
8.
Porque había querido subir a la luz de las luces, que está por encima de
todos ellos.
9.
YAdamas miró, y vio que los enemigos de la Sabiduría la atormentaban
hasta quitarle cuantas luces había en ella.
10.
Y cuando la potencia del triple poder hubo descendido en el caos, encontró
la fiel Sabiduría.
11.
Yla fuerza con rostro de león, y la fuerza con rostro de serpiente, y la
fuerza con rostro de basilisco, y la fuerza con rostro de dragón, y todas
las fuerzas del triple poder rodearon a la fiel Sabiduría, queriendo
arrebatarle por segunda vez sus fuerzas.
12.
Y cuando la atormentaban y afligían, ella se dirigió otra vez a la luz.
13.
Y dijo: Luz en la que he caído, que tu luz venga a mí.
14.
Porque tú eres quien me ha tomado en ella y tú me librarás de mis
perseguidores.
15.
Y cuando la Sabiduría fiel hubo hablado de este modo, por orden de mi
Padre, yo envié a Miguel, y a Gabriel, y a los satélites de la luz.
16.
Para que llevasen a la Sabiduría fiel sobre sus manos, a manera que sus
pies no tocasen las tinieblas exteriores.
17.
Y les ordené que se dirigiesen a las regiones del caos en donde la tenían
que conducir.
18.
Y cuando los ángeles y las emanaciones de la luz hubieron descendido al
caos, todas las emanaciones del triple poder y las de Adamas vieron la
emanación de la luz y constituyeron una luz inmensa, a la que ninguna
clase de luz era ajena.
19.
Y quedaron atemorizados y dejaron a la Sabiduría fiel.
20.
Y una gran emanación de luz rodeó por todas partes a la Sabiduría, a
derecha e izquierda, y sobre su cabeza se levantó una corona de luz.
21.
Y cuando la emanación de la luz rodeó a la fiel Sabiduría, ésta se
sintió llena de confianza.
22.
Y aquella emanación no dejaba de rodearla y ella no tenía ya las
emanaciones del triple poder.
23.
Y los servidores del triple poder no pudieron transformar más su figura,
ni aproximarse a la Sabiduría fiel por la gran luz que la rodeaba.
24.
Y no pudieron hacerle ningún mal, porque ella creía en la luz.
25.
Y según el mandato de mi Padre, el primer misterio descendió en el caos.
26.
Y ataqué a la potencia del rostro de león, que era la mayor luz, y le
arrebaté toda su luz.
27.
Y herí a todas las emanaciones del triple poder y todas cayeron,
impotentes, en el caos.
28.
Y conduje a la fiel Sabiduría a la derecha de Miguel y Gabriel.
29.
Y una gran emanación de luz entró en ella.
30.
Y miró a sus enemigos, cuya luz había arrebatado yo completamente.
31.
Y la hice salir del caos y puse a sus pies los servidores del triple poder
que tienen rostro de serpiente.
32.
Y el servidor que tiene forma de basilisco de siete cabezas, y la potencia
de faz de león y la potencia de faz de dragón.
33.
E hice permanecer la Sabiduría encima de la potencia que tiene el aspecto
de un basilisco de siete cabezas, y que es la más fuerte de todas en su
malicia.
34.
Y yo, el primer misterio, he estado encima de ella, y he quitado todas sus
fuerzas, y he destruido toda su materia, para que no pueda retoñar.
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