(Australia)
Gigantesco hombre-serpiente descrito como sigue por uno de los artistas aborígenes contemporáneos, entrevistado por Karel Kupka:
Lumaluma era un monstruo gigante del tiempo del
sueño, parecido a una enorme serpiente. Su cuerpo estaba cubierto de
escamas, su altura superaba los cien metros, y tenía más de diez de
grosor.
A veces lo pintamos en forma de hombre, pero
más a menudo en forma de serpiente con cabeza humana o de dragón. Cuando
respiraba echaba llamas por la boca y las narices. Se puede representar
con brazos, o con piernas, o con ambas cosas, pero cuando se representa
como una simple serpiente se añade una aleta para recordar que se trata
de una serpiente marina.
Este aspecto marino lo encontramos también en relatos
en los que Lumaluma se convierte en hombre-ballena. Lumaluma tenía dos
hijas hermosísimas, de las que se servía para atraer a los hombres a su
pequeña isla, para luego comérselos. Sólo cuando los indígenas hicieron
una expedición en masa, desbordándolo con su número, lograron matarlo.
Sus huesos todavía son visibles, transformados en rocas frente a Cap
Stewart, cerca de la pequeña isla donde vivía.
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