jueves, 26 de marzo de 2015

EGIPTO (Misr). HISTORIA DE LA IGLESIA.


Los orígenes de la evangelización egipcia no son bien conocidos. Es de suponer que la penetración comenzase por la metrópoli alejandrina, cuya Iglesia, según una tradición muy antigua recogida por Eusebio de Cesarea, habría fundado el mismo S. Marcos. Para la historia de esta época, hasta el cisma, v. v y las siguientes voces: ALEJANDRÍA VI y VII; IX CLEMENTE DE ALEJANDRÍA; ORÍGENES; ARRIO Y ARRIANISMO; ATANASIO, SAN; NICEA, CONCILIOS DE; ÉFESO, CONCILIO DE; CIRILO DE ALEJANDRÍA, SAN. El cisma copto y su controversia se tratan en: MONOFISISMO; EUTIQUES; CALCEDONIA, CONCILIO DE; MONOTELISMO; MÁXIMO EL CONFESOR, SAN; HENOTIKON.
     
      Dentro de la población cristiana actual, en E. conviven fieles de diversos ritos que forman grupos diferentes: coptos, greco-melquitas, latinos, armenios, caldeos, siriacos y maronitas. Los más numerosos son los coptos (v. X; ETIOPÍA VIII, 2). Los greco-melquitas (rito bizantino y lengua árabe) son aprox. unos 30.000, en su mayoría originarios de Siria (v. MELQUITAS). Los armenios, en general emigrados, unos 10.000 (v. ARMENIA v). Los maronitas, libaneses de origen, forman una comunidad que se aproxima a los 15.000 (v. MARONITAS); los siriacos y caldeos son poco numerosos (v. SIRIO-CALDEO, RITO; CALDEOS II); los latinos, unos 125.000, son en su mayoría extranjeros. El territorio de E. en su totalidad depende de la Sagrada Congregación de Iglesias Orientales, aunque hay tres circunscripciones eclesiásticas de rito latino. A continuación vamos a exponer la historia y situación actual de la Iglesia católica en E., y en el artículo siguiente (v. X), lo referente a la Iglesia copta monofisita desde el cisma hasta nuestros días.
     
      Exposición histórica a partir del siglo VII. La llegada de los árabes a E., que ocuparon todo su territorio, trajo consigo la casi total islamización del país, que se convirtió así en territorio de misión. En el s. XIII fracasaron algunas tentativas de penetración por parte de los franciscanos; a mediados del XV hubo una efímera unión con Roma en tiempos del Conc. florentino. No obstante, en el s. XVI los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa lograban establecerse en El Cairo y Alejandría, y en 1630 la Congregación de Propaganda Fide encargaba estas misiones a los capuchinos franceses que trabajaron en El Cairo y entre los cristianos del Alto Egipto. A partir de 1697 se les unían algunos jesuitas. En 1742 el obispo copto de Jerusalén, Atanasio, se convirtió al catolicismo, y la Congregación romana le encomendó a los coptos de E. El mismo año, la prefectura de los capuchinos en el Alto Egipto se transformaba en vicariato, encomendado al clero nativo.
     
      El nuevo periodo de las misiones católicas se abre propiamente a mediados del s. XIX, cuando se concedió plena libertad por Muhammad `Alí a los extranjeros para acudir y vivir en E. En 1839 quedaba erigido el vicariato apostólico latino de E. y Arabia, y en 1886 se creaba la prefectura del Delta del Nilo. Finalmente en 1879, por encargo de León XIII, entraban en E. los jesuitas con el fin de abrir un seminario para el clero copto y ayudar a los franciscanos en su apostolado ministerial. Más aún, en 1895 se erigía la jerarquía católica copta con tres diócesis: Alejandría, Tebas y Hermópolis, y en 1899 se restablecía el Patriarcado copto católico de Alejandría. Dentro del rito latino, se creaba en 1926 el vicariato apostólico de Suez. Actualmente existen en E. jurisdicciones de los diferentes ritos: armenio, copto, latino, maronita y melquita. Los latinos tienen tres vicariatos: Alejandría, con PP. franciscanos, es el más antiguo vicariato de E.; Heliópolis, con misioneros de Lyon, el más antiguo del Delta del Nilo; y Port Said, antes Canal de Suez, encomendado a los franciscanos.
     
      Los franciscanos en Egipto. Además de los vicariatos indicados tienen los franciscanos una misión regular entre los coptos del Alto Egipto. Pero dependen de la Sagrada Congregación de las Iglesias Orientales, y no de Propaganda Fide (Evangelización de los Pueblos). Ya en el s. XIII había intentado el propio S. Francisco fundar una misión en E., a donde acudió en persona con este fin. Fracasó desde un principio. Luego, sólo esporádicamente entraron algunos franciscanos. Desde el s. XVI quedaba encomendada esta misión a la Custodia de Tierra Santa, como hemos dicho. En el s. XIX pudieron establecerse definitivamente, al crear Gregorio XVI en 1839 el vicariato de E. y Arabia, cuyo primer vicario apostólico fue el P. Guasco Solero.
     
      La actividad misional se ha ejercido siempre entre los católicos de origen europeo, y también entre algunos monofisitas. Entre los mahometanos sólo puede aspirarse a obras de educación y de tipo social. Como desmembraciones de este primer vicariato, en 1886 se erigía el del Delta del Nilo, llamado de Heliópolis desde 1951; y en 1926 el del canal de Suez, llamado Port Said también desde 1951, año asimismo en el que el primitivo vicariato de E. comenzaba a llamarse de Alejandría. Los vicarios apostólicos desempeñaban al mismo tiempo el cargo de delegados apostólicos, desde 1839 a 1921, cuando se constituía para E. una delegación especial. Desde 1950 funciona también una misión con los coptos y, desde 1954, un Centro de Estudios Orientales en El Cairo, para fomentar el conocimiento y estudio de la Teología, Liturgia, Derecho e Historia orientales, y no menos la ciencia sobre el islamismo. Colaboran con los franciscanos en las diversas actividades del vicariato otros religiosos, como jesuitas, lazaristas, salesianos, misioneros de Verona, hermanos de las Escuelas Cristianas, maristas, hermanos de Plóermel, y diversas congregaciones de religiosas.
     
      Con ocasión de la apertura del canal de Suez, la Custodia de Tierra Santa envió algunos misioneros para que atendieran a los católicos; estos misioneros se establecieron sobre todo en Port Said (1869) y en Ismailía (1870) y, 10 años más tarde, en Suez. Luego se abrieron las residencias de Port Tawfíq, Port Fu'ád y Qantara. Colaboran algunos salesianos en Port Said, y algunos hermanos de las Escuelas Cristianas y de Lamennais, en el campo escolar, en Said, Tawfíq, Ismailía y Fu'ád.
     
      La misión regular entre los coptos del Alto Egipto no tiene límites determinados, pues se extiende a todos los grupos de coptos que pueda atender en E. con finalidad primordialmente unionista (v. UNIÓN CON ROMA I). Ya vimos cómo las uniones conseguidas a lo largo de los años indujeron a León XIII a instaurar entre ellos la jerarquía copta católica. En 1957 tenían 19 residencias. Los misioneros de esta misión regular dependen del vicariato de Alejandría como religiosos, y como misioneros, de los distintos ordinarios de rito oriental.
     
      El vicariato de Heliópolis, erigido en 1886 con el nombre de Delta del Nilo, se confió a los misioneros de Lyon (prefectura apostólica en 1886 y vicariato desde 1909). El primer puesto de misión se fundaba en Zagázig y el segundo en Tantá, en 1878. La población es musulmana en su casi totalidad; la cristiana puede sobrepasar los 150.000, pero los católicos apenas llegan a los 30.000, entre ellos unos 5.000 de rito latino, y generalmente de origen europeo.
     
      Los jesuitas en Egipto. No tienen a su cargo territorio alguno eclesiástico como los franciscanos o los misioneros de Lyon. Dependen de una viceprovincia de la Orden, llamada del Próximo Oriente. En 1964 tenía estos centros propios: El Cairo desde 1879, al-Minyá desde 1887, Alejandría desde 1920, Garágñs desde 1946 y al-Ma'ádí desde 1958 con un seminario regional. Con anterioridad los jesuitas se habían establecido en El Cairo en 1690, y permanecieron allí hasta la fecha de su extinción. La nueva misión comenzaba en 1879 cuando, por mandato de León XIII, los jesuitas de Siria extendían su campo de acción hasta El Cairo para trabajar en el apostolado de la unión; ante todo, por medio de un seminario de rito copto-católico para la formación adecuada del clero copto. El seminario comenzaba con 12 alumnos ese mismo año 1879; tres años más tarde, por dificultades políticas, era trasladado a Beirut. Pasada la tormenta, los seminaristas volvían a El Cairo. Pero en todo caso, los estudios universitarios los hacían en Beirut. Además del seminario, los jesuitas ayudaban en el apostolado entre los coptos del Alto Egipto, estableciendo su centro de acción en al-Minyá. Su principal ministerio había de centrarse en la educación y enseñanza por medio de escuelas. El fruto de todo este ministerio ha sido la erección de la jerarquía copta católica.
     
      V. t.: V; X.
     
     
BIBL.: Á. SANTOS, Bibliografía misional, II, Santander 1965, 1123-1127; I. NUTTI, 11 Vicariato Apostolico d'Egitto e le sue Opere, Milán 1924; G. GOVERNANTI, Vapostolato francescano in Alesandria d'Egitto, Jerusalén 1959; J. METZLER, Apostolische Vikariat der Kopten, «Euntes Docete» (1960) 358-407; (1961) 36-62; (1962) 70-105.

A. SANTOS HERNÁNDEZ.

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