martes, 16 de junio de 2015

Señor de los Milagros (Maracaibo)

Señor de los Milagros de la iglesia San Alfonso.
El Señor de los Milagros es una talla en madera de un Crucifijo de color oscuro que se le venera en el Templo de San Alfonso María de Ligorio, de la Arquidiócesis de Maracaibo, en el estado Zulia (Venezuela). El Cristo cuenta con una curiosa leyenda que lo cubre y también es un gran centro de devoción marabina. Guarda cierto parecido con el Santo Cristo Negro de la Catedral de Maracaibo.

Origen

En tiempos de la colonización, una indiecita lavandera cautivada por las catequesis que le mostraban la fe católica, anhelaba tener en sus manos un crucifijo igual al del misionero, todos los días trabajaba para poder comprar esa imagen, que tenía un costo de setenta (70) reales.
Escondido en su regazo tenía los setenta reales que había recogido con ese trabajo humilde y con esos setenta reales compraría una imagen de Cristo crucificado.
De su meditación la sacó el pisar fuerte de los guardias que llevaban a la cárcel a un campesino, porque en su pobreza no había alcanzado a pagar los setenta reales que debía. El diálogo de la indígena con la autoridad fue corto, porque la caridad no tiene distancias. Con los setenta reales hizo realidad su sueño: devolvió la libertad de ese otro Cristo pobre y detenido. El hombre volvió a su choza y a su trabajo, y la indiecita siguió hundiendo las manos en las aguas cristalinas del Río Guadalajara.
Un día llega a sus manos un crucifijo: el corazón le late de alegría porque del río venía una diminuta imagen de Cristo. La miró, lloró, la guardó en su regazo y bailando y corriendo con paso ritual llegó a su choza y luego durmió tranquila con sueños de cielo... Unos golpes la despiertan... El Cristo había crecido...
La noticia se riega con la presteza de la primera resurrección... Los vecinos vienen y el CRISTO DE LAS AGUAS, como comenzó a llamarse, hace el bien y el milagro.
El sabio obispo de Popayán, que a distancia escuchó los relatos, se exacerbó en su celo y por un sabio temor a los cuentos de brujas y de duendes mandó entonces que lo quemaran, que hicieran desaparecer esa imagen deteriorada por las manos de los vecinos.
Lo que el sabio obispo no supo fue que el amor perdura siempre, que al amor no lo destruye nada... Y el fuego no tocó la imagen, la puso sí a sudar copiosamente como suda y sufre quien es testigo de injusticias... Y la gente recogió el sudor en copos de algodón y con eso, sanaron sus males y con eso, restañaron las heridas de su corazón.
Otra versión cuenta que era propiedad de una señora muy devota y que le fue regalado en una versión de escapulario, y que a medida que fue rezando, por medio de su fe, la talla fue creciendo poco a poco hasta llegar a un tamaño natural, como muestra de milagro. Luego de esto la señora donó el Cristo a la iglesia de San Alfonso.

Devoción

En la Parroquia San Alfonso María de Ligorio, ubicada en el sector Santa María, cada 14 del mes se venera la imagen del Cristo, Señor de los Milagros, devoción traída por los misioneros redentoristas desde Buga, Colombia.
Miles de personas colman el templo el día 14 de cada mes desde las 07:00 de la mañana, para pedir por sus intenciones y dar gracias por los múltiples favores recibidos de sus manos. El 14 de septiembre se celebra la solemnidad propia del Cristo milagroso que llegó a tierras zulianas para quedarse en el corazón de los cristianos devotos, quienes ven en Él una muestra viva de la gracia de Dios.
Desde el 05 de septiembre y hasta el 13, la comunidad se prepara con la Novena en honor al Señor de los Milagros, a partir de las 5 de la tarde, los devotos pueden acercarse al templo a orar por las diferentes intenciones que contempla esta Novena.

Véase también

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