lunes, 26 de octubre de 2015

La escuela de Alejandría



La ESCUELA DE ALEJANDRÍA llamada así, o también como la Escuela neoplatónica de Alejandría, se creó durante el siglo III d.C. gracias a la figura de Ammonio Saccas. Fue un filósofo de dicha ciudad, y a él se le atribuye la creación de esta escuela. Nació en el año 175d.C y falleció en el 242 d.C. Se cree que creció bajo las creencias y la educación del Cristianismo, pero, posteriormente se decantó por el paganismo. Sus doctrinas se transmitieron oralmente, por ello, que no ha llegado nada de éstas a través de su mano.
La escuela era una más de aquella época a la que consideraban pagana, puesto que seguían los conocimientos y estudios griegos en una época en la cual el cristianismo estaba en expansión. Su existencia coincidió con la de otras escuelas famosas como  fueron la de Roma, Siria, Pérgamo y Atenas. A la escuela de Alejandría, datada entre los siglos III al V, se le unieron estudiosos de renombre como fue el caso de nuestra protagonista en esta revista digital, Hipatia. Al igual que en  otros centros educativos, su existencia y duración se debía gracias a las ayudas del municipio y a las aportaciones de los estudiantes. Sobre la docencia, los estudios que allí se impartían eran organizados en tres escalones, que eran los habituales que se estudiaban en aquella época: la gramática, la retórica y la filosofía.
Durante el siglo IV, ésta incorpora a sus enseñanzas la científica, puesto que en el año 391 d.C. se destruye Serapeum (junto con otra edificación llamada Museion, templo dedicado a las Musas y a su vez centro de estudio pagano el cual contaba con una biblioteca y salas al servicio de los eruditos y sabios del lugar), templo consagrado al dios Serapis y edificado en el año 300 a.C. por Ptolomeo I Sóter y ubicado en dicha ciudad, albergando una biblioteca y ampliándose a lo largo de los años hasta que en el año 391d.C. el patriarca cristiano Teófilo lo destruyó junto a una muchedumbre pretendiendo desterrar de Alejandría todo culto pagano; posteriormente, sería transformado como templo cristiano.
He aquí  un inciso, los incendios de las grandes bibliotecas como el Viejo Palacio Real de los Ptolomeos, en el año 44 a.C.; el Museion, en el 272 d.C. y el Serapeum en el 391 d.C., hicieron que se plantearan el crear una biblioteca que sustituyera a todas estas.
Entre los siglos III y VI el profesorado de la escuela constituye un baluarte del paganismo en el mundo antiguo, aunque siempre admitió a alumnos cristianos en sus aulas. Este sería el ejemplo de su creador que dio clases al pagano Plotino, filósofo griego neoplatónico autor de las Enéadas y quien en el 232 entró en el círculo de Ammonio Saccas (o Sakkas) en la escuela de Alejandría, de quien también fueron discípulos Orígenes (no el cristiano), Longino y Erenio. De estas relaciones recíprocas, observamos la influencia que tendrá cada una sobre la otra como ocurrirá posteriormente en el arte cristiano, que en su iconografía  adaptó el icono del Cristo helénico que enseña su doctrina sentado en una cátedra.
Durante los siglos IV y V, la economía de la escuela se debe, como ya hemos citado anteriormente, a las aportaciones del municipio y de los estudiantes, siendo una herencia de Platón a las que se le suma la aportación de las donaciones de los legados y los simpatizantes. A diferencias de otras escuelas, como era el caso de la de Atenas y la que creará Teodosio II en Constantinopla, ambas se nutrían y dependían directamente del teroso imperial. En esa misma época, la escuela neoplatónica continúa siendo un bastión del paganismo pese a la presencia de alumnos o escolares cristianos en sus aulas, y la cada vez  más notable e influyente existencia cristiana en la ciudad. Incluso cuando acaecen los sucesos de Serapeum, por culpa de los cuales el matemático Theón, a su vez padre de Hipatia, tuvo que huir y refugiarse en Constantinopla, mientras su hija sería asesinada en el 415 d.C., nuestra escuela seguirá siendo pagana.
De hecho, es en esta época tan agitada cuando aparece la figura de Horapolon, que será el primer intelectual que otorgue a los jeroglíficos egipcios un símbolo místico que asumirá la filosofía neoplatónica. A su vez, se le puede considerar el padre de la Egiptología.
La segunda mitad del siglo V e inicios del siglo VI  destaca por las estrechas relaciones existentes entre los paganos de Alejandría con los de Atenas, como con los de Siria. La movilidad de los maestros insignes, cuyos servicios se requieren en todas las escuelas, se ve evidente y un claro ejemplo sería el caso del maestro de Alejandría Heliodoro que lo es también en Damasco, en Siria, se instalará en Atenas e incluso marchará a Persia en el 531.
En su intento de subsistir con el ya instalado cristianismo, la escuela tuvo que renunciar a temas del pensamiento antiguo estudiados durante muchos años, como era el de la eternidad o la divinidad del mundo, puesto que eran inaceptables para las directrices cristianas. Ésta acción será criticada desde Siria, originando el primer desencuentro grave entre escuelas.
La existencia de la escuela persiste durante el reinado de Justiniano, en el siglo VI, bajo los personajes de Ammonio y Heliodoro y la coexistencia de Juan el Gramático, representante del cristianismo, pero a su vez se cree que pertenecía a una cofradía de laicos piadosos de Alejandría que reciben el nombre de finópolos por su ardiente dedicación a obras buenas en beneficio del arzobispo de la ciudad. Hay que destacar, que el adjetivo de finópolo se empleaba describiendo a filósofos muy laboriosos y algunos anticristianos. Juan fue estudiante de la escuela, pero era muy crítico con algunas enseñanzas, es por ello que en el 529 d.C. escribió la obra “De asternitate munid contra Proclum”, donde critica la doctrina de Aristóteles de la eternidad del mundo en su materia y forma. Gracias a esta doctrina tan crítica y al miedo que inspiraba los alejandrinos al emperador Justiciano, puesto que  pensaba en ellos como una horda de bárbaros inspirados por Satán, el emperador no aplicará en Alejandría en el año 529 d.C. la medida de retirar a los paganos el derecho a enseñar. Otra obra de Juan fue “Contra Aristóteles”, donde critica toda la filosofía peripatética y sus ideas sobre la eternidad del mundo y el ímpetu porque ambas eran argumentos usados por los neoplatónicos paganos en sus disputas contra los cristianos y resultaban incompatibles contra la existencia de un Dios Creador.
Estas doctrinas fueron bien recibidas en la ciudad de Alejandría en una etapa posterior a la crisis de enseñaza en 529 d.C. Es por ello que a partir del 543 d.C. los maestros cristianos no enseñan en Alejandría las doctrinas de Platón, sólo se permitirán enseñar de éste gran filósofo la lógica y los primeros argumentos analíticos.
Mientras, los filósofos paganos de Alejandría siguen con sus antiguas enseñanzas, es por ello que Ammonio seguirá comentando las obras de Aristóteles y Olimpiodoro y defenderá tesis totalmente opuestas a la doctrina cristiana. Será quien asumirá  la herencia plotiniana de negar la eternidad de las penas del infierno, creará dudas sobre  las ideas cristianas de ultratumbas y justificará el suicidio si proporciona un gran bien espiritual.
Tras la muerte de Justiniano, y la de Olimpiodoro, se iniciará un nuevo período en la filosofía alejandrina, destacando de ella en el predominio de cristianos en las aulas, exponiendo temas paganos tradicionales aunque procesan la fe cristiana y así evitarse enfrentamiento con las jerarquías civiles y religiosas del imperio y de la ciudad; y el auge que adquiere la retórica, que se relaciona con la creciente importancia que estaba tomando carreras eclesiásticas y administrativas puesto que era necesaria para poder escalar en ellas.
Otras novedades de la escuela de Alejandría será la colaboración en sus tareas de personales cristianos secundarios. Así se le sumarían las actividades de estudio, creando la escuela de medicina y neoplatónica. También abarcará las enseñanzas de astronomía y recogerá la herencia de los viejos intelectuales alejandrinos en óptica, física y matemáticas. Y la traducción de estos textos filosóficos y tratados médicos al siriaco prepararán el camino para la posterior recepción árabe del legado helénico.
La llegada de los árabes y la conquista por parte de éstos de Alejandría en el año 641 d.C, es un suceso importante para la historia de nuestra escuela. El fin de Alejandría como cuna de la cultura y del saber viene precedido por la aparición de una nueva ciudad, de creación islámica, llamada Cairo. Tanto la ciudad como su escuela sufrirán un gran declive,  alejando a los sabios y maestros de ella e instalándose en otras escuelas. Las bibliotecas y otras escuelas existentes en la ciudad se trasladarán a otras zonas buscando la proximidad de la nueva ciudad musulmana.
 Por Herminia Medina, historiadora especializada en Historia Antigua.

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