martes, 29 de marzo de 2016

CÁNTICO DE MOISÉS.

ÉXODO.
151Entonces Moisés y los israelitas cantaron este canto al Señor:
"Cantaré al Señor,
sublime es su victoria,
caballos y jinetes
ha arrojado en el mar.
2Mi fuerza y mi poder
es el Señor,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios; yo lo alabaré;
el Dios de mi padre:
yo lo ensalzaré.
3El Señor es un guerrero,
su nombre es el Señor.
4Los carros y la tropa del Faraón
los lanzó al mar,
ahogó en el Mar Rojo
a la flor de los capitanes.
5Las olas los cubrieron,
bajaron hasta el fondo
como piedras.
6Tu diestra, Señor, es fuerte
y magnífica;
tu diestra, Señor,
tritura al enemigo;
7tu gran victoria
destruye al adversario,
lanzas tu incendio
y los devora como paja.
8Al soplo de tu nariz
se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron
como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.
9Decía el enemigo:
"Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín,
se saciará mi codicia,
desenvainaré la espada,
los agarrará mi mano".
10Pero sopló tu aliento
y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo
en las aguas formidables.
11¿Quién hay como tú
entre los dioses, Señor,
magnífico en tu santidad,
temible por tus proezas,
autor de prodigios?
12Extendiste tu diestra:
se los tragó la tierra;
13guiaste con tu lealtad al pueblo
que habías rescatado,
los llevaste con tu poder
hasta tu santa morada.
14Lo oyeron los pueblos
y temblaron,
espasmos agarraron
a los jefes filisteos,
15se espantaron
los Toros de Edom,
fueron presa de temblor
los Carneros de Moab,
flaquearon 
todos los jefes cananeos;
16los asaltaron tu espanto
y tu pavor,
los dejó petrificados
la grandeza de tu brazo,
mientras pasaba tu pueblo,
Señor,
mientras pasaba el pueblo
que te habías comprado.
17Lo introducen y lo plantas
en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste
tu trono, Señor;
santuario, Señor,
que fundaron tus manos.
18El Señor reina
por siempre jamás".
19Cuando el caballo del Faraón y su carro y sus jinetes entraron por el mar, el Señor volcó sobre ellos las aguas del mar; en cambio, los israelitas atravesaron el mar a pie enjuto.
20María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su pandero en la mano, y todas las mujeres salieron detrás de ellas con panderos a danzar. 21María entonaba:
"Cantad al Señor, 
sublime es su victoria;
caballos y carros
ha arrojado en el mar".

Explicación.

15,1-2 "Jinetes" o aurigas. Los antiguos egipcios usaban carros ligeros, no cabalgaban; pero el autor del poema quizá no conociera el dato. "Poder": por coherencia de una probable hendíadis, o música. El Señor: en la forma apocopada Yah. "Mi padre": sería Jacob, padre de las tribus.

15,1-21 Enmarcado por una introducción breve y una conclusión amplia, suena aquí este canto heróico o epinicio o himno triunfal. Pieza antológica de la poesía hebrea. Los autores han discutido su origen y su fecha, algunos han intentado reconstruir su proceso genético. El poema se ha resistido, evidente en su belleza lírica.

La introducción dice que los ejecutores fueron Moisés y los israelitas. De aquí la designación frecuente como "cántico de Moisés" (que también se aplica a Dt 32 y resuena en Ap 15,3). El empalme con el relato precedente es explícito: "entonces". El autor quiere que lo escuchemos como respuesta jubilosa del pueblo a la intervención triunfal y liberadora de su Dios. (Así lo ejecutamos en la liturgia pascual del sábado santo). La conclusión presenta primero una nota en prosa, 19, de empalme narrativo con el cap.14. Después, 20, atribuye la ejecución a María guiando un coro de danzantes. La nota no contradice a la introducción; la completa llamando la atención sobre el papel femenino en la celebración; lo cual armoniza con el papel preponderante de las mujeres en el comienzo del libro. El v.21 parece definir el primer verso como estribillo, si no es un incipit.

El canto consta de dos partes: la escena junto al mar y el camino hasta entrar en la tierra. Es decir, históricamente no encaja en este lugar. Su función es diversa: para una comunidad que sabe de memoria y tiene asimilada su tradición el canto es como un obelisco plantado aquí y en este momento, sintetizando la entera epopeya de la liberación. No perdamos de vista a los lectores, pues también nosotros lo somos.

El desarrollo de las dos partes nos brinda un refinamiento de composición. La primera parte se concentra en los egipcios, perseguidores y ahogados en el mar. No se menciona el paso de los israelitas, aunque se sugiere en el dique milagroso de las aguas. El paso de los israelitas sucede en la segunda parte, a través de pueblos "petrificados" (5 y 16). El paralelismo se ensancha: como las aguas se cuajan, se yerguen y se derrumban, así los pueblos flaquean y tiemblan y se petrifican. El enemigo cósmico se pone al servicio del Señor, el enemigo humano se rinde al pueblo.

En cuanto a temas teológicos, el canto es rico y da la impresión de madurez histórica. Como recursos de estilo están: la riqueza de vocabulario y las repeticiones próximas; el cambio de personas: Yhwh en tercera, apóstrofes en segunda, el enemigo hablando en primera; la combinación de paralelismos simétricos con acumulaciones de verbos; las imágenes eficaces con sugerencias simbólicas. El himno coincide en varios puntos con salmos, pero es obra original de un buen poeta. La segunda parte del salmo 77 ofrece una versión poética.

15,3 Al principio del canto Yhwh lleva un título militar; al final lleva un título de Rey: (Sal 24,8; 96,1; 99,1; etc.).

15,4 El canto menciona mar, aguas, olas o corrientes, profundidades: un mar que en el poema tiene algo de oceánico. El Señor lo controla: Is 51,15; Jr 31,35.

15,7 Poéticamente no estorba el incendio devorador en medio de las aguas: véase Sal 18. El incendio es además la ira del Señor.

15,8 "En el mar": o en alta mar, según la expresión hebrea (Ez 27).

15,9 Seis verbos de acción en tres hemistiquios expresan la decisión y confianza de los egipcios. A la derrota sigue normalmente el saqueo del vencido. La espada mata, la mano agarra prisioneros como esclavos.

15,10 El aliento de Dios sopla en forma de viento (14,21); compárese con el final del diluvio (Gn 8,1).

15,11 El Dios incomparable es cantado con variedad de fórmulas: Sal 77,14; aquí no denuncia la nulidad de los demás dioses.

15,12 Is 43,16s.

15,13-17 El comienzo muestra al Señor guiando a su pueblo, el final los coloca en el término de la marcha. En el centro, la serie de pueblos, como en dos filas paralelas, temblando de miedo (Jos 2,9); representados por sus jefes (Toros y Carneros son títulos honoríficos). En medio desfila el pueblo, tranquilo entre el espanto de los enemigos (Is 43,16-17; 63,12-14). El pueblo ha sido "rescatado y comprado" como un esclavo para recobrar la libertad (Sal 74,2). El monte parece ser el territorio cananeo visto en su configuración montañosa y en su dedicación al Señor (cfr. la profanación de Sl 106,38); otros piensan que alude ya a Sión, monte del templo. La tierra es heredad, trono (Jr 17,12; Ez 43,7), santuario.

15,20 Varias profetisas figuran en el texto del AT, Débora, Julda (Jue 5; 1 Re 22).

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