Se trata de una momia de hace unos nueve siglos y correspondería a un conocido maestro budista de la época.
La nueva tecnología ha revelado que restos de una momia de un monje budista del siglo XI se encontraban dentro de una estatua de un Buda, pieza clave de atracción de la exposición que se mostró el Museo Drents en Assen, Holanda. La tomografía computarizada y la endoscopia realizada a la estatua muestran a la momia de su interior, en la que los órganos fueron sustituidos por papel.
Las pruebas realizadas en el Centro Médico Meander en los Países Bajos han podido confirmar que se trata de una momia de hace nueve siglos y su esqueleto corresponde al miembro de la Escuela China de Meditación, el maestro budista Liuquan que vivió en torno al año 1100.
Los investigadores que exploraron el interior de la momia sabían que se encontraba dentro de la estatua, pero nunca pensaron que en los restos hallarían papeles con caracteres chinos ocupando el lugar de los órganos vitales del maestro budista.
La estatua del Buda que contiene los restos momificados se encuentra actualmente expuesta en el Museo de Historia Natural de Hungría.
Este descubrimiento confirma que momias existen en todo el mundo, su campo de investigación no se restringe a Egipto.
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