sábado, 17 de marzo de 2018

Mt 23,1-36


23        1 Entonces Jesús, dirigiéndose a las multitudes y a sus discípulos, 
2 declaró:
                        - En la cátedra de Moisés han tomado asiento los letrados y los fariseos.
3 Por tanto, todo lo que os digan, hacedlo y cumplidlo..., pero no imitéis sus obras, porque ellos dicen, pero no hacen.
                         4 Lían fardos pesados y los cargan en las espaldas de los hombres, mientras ellos no quieren empujarlos ni con un dedo.
                         5 Todo lo hacen para llamar la atención de la gente: se ponen distintivos ostentosos y borlas grandes en el manto: 
6 les encantan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas,
7 que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame "Rabbí".
                         8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ·Rabbí", pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos;
9 y no os llamaréis "padre" unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo, el del cielo;
10 tampoco dejaréis que os llamen "directores", porque vuestro director es uno solo, el Mesías.
11 El más grande de vosotros será servidor vuestro.
12 A quien se encumbra, lo abajarán, y a quien se abaja, lo encumbrarán.
                         13 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que les cerráis a los hombres el reino de Dios! Porque vosotros no entráis, y a los que están entrando tampoco los dejáis.
                         
                         15 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros!
                         16 ¡Ay de vosotros, guías de ciegos, que enseñáis: "Jurar por el santuario no es nada, pero jurar por el oro del santuario obliga"!
17 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más: el oro o el santuario que consagra el oro? 
18 O también: "Jurar por el altar no es nada, pero jurar por la ofrenda que está en el altar obliga".
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más: la ofrenda o el altar, que hace sagrada la ofrenda?
20 Quien jura por el altar, jura al mismo tiempo por todo lo que está encima;
21 y quien jura por el santuario, jura al mismo tiempo por el que habita en él:
22 y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.
                          23 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, del anís y del comino y descuidáis lo más grave de la Ley: la justicia, el buen corazón y la lealtad. ¡Esto había que practicar!, y aquello..., no dejarlo.
24 ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
                          25 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras dentro rebosa de robo y desenfreno!
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, que así quedará limpia también por fuera.
                          27 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muerto y podredumbre;
28 lo mismo vosotros: por fuera aparentáis ser hombres justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y de iniquidad.
                         29 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausuleos de los justos,
30 diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! 
31 Con esto atestiguáis, en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. 32¡Pues colmad vosotros la medida de vuestros padres!
33 ¡Culebras, camada de víboras!, ¿cómo evitaréis la condena al fuego?
                         34 Mirad, para eso os voy a enviar yo profetas, sabios y letrados: a unos los mataréis y crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad;
35 así recaerá sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra; desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que matasteis entre el santuario y el altar.
36 Os aseguro que todo eso va a recaer sobre esta generación.

EXPLICACIÓN.

1 - 36.            Mt quiere desengañar a los que piensan que la doctrina de letrados y fariseos es compatible con el cristianismo. En primer lugar denuncia la opresión que letrados y fariseos ejercen sobre el pueblo y su ansia de prestigio y poder (1-12). Los siete "ayes" (13-31) ponen en evidencia la hipocresía de ellos al proponer su doctrina. Sigue una breve invectiva (32s) y termina con una amenaza profética (34-36). Empieza dirigiéndose a la gente y a sus discípulos (1), para abrirles los ojos. Según Dt 18,15.18, habían de ser los profetas los sucesores de Moisés; su puesto lo han tomado los doctores y los observantes de la Ley (2): en vez de la voz de Dios, un código legal. Frase irónica (3): el segundo miembro neutraliza el primero, pues nadie hace caso de hipócritas. De hecho, Jesús ataca la doctrina misma de los letrados y fariseos (15,69.14; 16,12; 17,10-12; 23,13.15.16-22). Fardos pesados, cf. 11,30: carga insoportable sin prestar ayuda alguna. No buscan el bien del hombre, sino dominar con la doctrina (4). Exhibicionismo de letrados y fariseos (5-7; cf. 6,1-18): se constituyen en casta privilegiada. Rabbí: "señor mío, monseñor". Insiste en la igualdad entre los discípulos (8): ningún rango o privilegio. Padre (9): título de los maestros, en cuanto transmisores de la tradición y modelos de conducta. Lo mismo que Jesús no tiene padre humano, tampoco los suyos han de reconocerlo en el sentido dicho. Único modelo, el Padre del cielo (5,48). Director o guía espiritual (10): sólo a Jesús hay que seguir. La verdadera grandeza (11). Dios juzga las actitudes humanas (12).

                       Los siete "ayes" (13 - 33). Letrados y fariseos pretenden ser fieles a Dios por practicar observancias mínimas, mientras son infieles en lo principal. Usan de su autoridad para impedir que el pueblo acepte el mensaje (13). Algunos mss. añaden el v.14, tomado de Mc 12,40: "Esos que se comen los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos tales recibirán una sentencia severísima". No llevan a los prosélitos al conocimiento de Dios, los hacen fanáticos del legalismo (15). Guías ciegos (cf. 15,14), juramentos supersticiosos que no se refieren a Dios, sino a objetos (16-22). Denuncia su pretendida fidelidad (23-24): perversión religiosa total (tragarse el camello, etc.). No sólo omiten lo esencial, sino que su actitud es contraria a toda justicia (25s); bajo una apariencia respetable, corrupción (27-28). Canonizan a los profetas, siendo herederos de los que los asesinaron (29-32).

                       Invectiva (33), como antes la de Juan Bautista (3,7; cf. 12,34). Perseguirán a los discípulos de Jesús (34); nueva alusión a la destrucción de Jerusalén (35s).

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