sábado, 17 de marzo de 2018

Mt 26,36-46

(Mc 14,34·42; Lc 22,39-46) 

36Entonces llegó Jesús con sus discípulos a un huerto que llamaban Getsemaní, y les dijo:
-Sentaos aquí, mientras yo me voy allí a orar.
37y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, dejó ver su tristeza y su angustia. 38Entonces les dijo:
-Me muero de tristeza. Quedaos aquí y manteneos despiertos conmigo.
39 Adelantándose Un poco, cayó rostro en tierra y se puso a orar diciendo:
 -Padre mío, si es posible, que se aleje de mí ese trago. Sin embargo, no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
 40Se acercó a los discípulos, los encontró dormidos y dijo a Pedro:
-¿Así que no habéis podido manteneros despiertos conmigo ni una hora? 41Manteneos despiertos y pedid no ceder a la tentación; el espíritu es animoso, pero la carne es débil.
42Se apartó por segunda vez y oró diciendo:
-Padre mío, si no es posible que yo deje de pasado, realícese tu designio.
43 Al volver los encontró otra vez dormidos, porque los ojos no se les mantenían abiertos. 4Los dejó, se alejó de nuevo y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. 45 Al final se acercó a los discípulos y les  dijo:
-¿Así que durmiendo y descansando? Mirad, está cerca el momento de que el Hombre sea entregado en manos de los pecadores. 46¡Levantaos, vamos! Está cerca el que me entrega. 

EXPLICACIÓN.

36-46. Segunda vez que Jesús ora (cf. 14,23). Reverso de la medalla de la transfiguración. Los mismos tres testigos (36s). Me muero de tristeza (38), cf. Sal 42,6, grito de dolor de un israelita cautivo al ver a su Dios menospreciado por los paganos porque no lo libera de! cautiverio. En paralelo, la angustia de Jesús: el Padre, si no lo salva de sus enemigos, será ultrajado. Los hombres esperan un Dios que muestre su potencia; si Jesús muere condenado, despreciarán al Dios de quien se fiaba (27,43.46). Los discípulos deben aceptar con él el aparente fracaso de esa muerte (38). La petición de Jesús, condicionada al designio divino (39). Sueño de los discípulos: falta de identificación con Jesús. Vencer la tentación del mesianismo triunfante (4,1-11). Alusión a las bravatas de Pedro (26,33-35) (40). Realícese tu designio, cf. 6,10. Ha llegado el momento, cf. 17,22s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.