sábado, 10 de noviembre de 2012

MUJER Y MESTRUACIÓN.


> En los pueblos primitivos la mujer era considerada “sucia” durante los días menstruales, en algunas civilizaciones se las separaba del resto de la tribu, al igual que en Principales religiones, donde la consideraban mayormente un signo de impureza.

> Algunas sociedades le otorgan un carácter sagrado por asociarse con las fases de la luna, similares al ciclo menstrual de 28 días; la menstruación adquiría en estos pueblos algo mágico. Otras, en cambio, le atribuían al flujo menstrual consecuencias nefastas para las cosechas.

> En la Biblia está escrito que cuando una mujer está en su período menstrual  se considera impura. En el medioevo se declaró pecaminoso que una mujer que tuviera “la regla” entrara en una iglesia.

> Entre los egipcios antiguos y los hebreos era obligatorio el baño ritual para limpiarse al final de la menstruación.

> En la China antigua estaba establecido que la sangre menstrual no debía tocar el suelo por temor a ofender al espíritu de la Tierra.

> Plinio (Siglo I D.C.) escribe que “se considera a la sangre menstrual como un veneno fatal que corrompe y descompone la orina, hace perder las semillas de la fecundidad, marchita las flores e hierbas del jardín”…” si el flujo menstrual coincide con un eclipse de luna o de sol los demonios resultantes son irremediables”… “ el contacto con la sangre menstrual hace que el brillo del acero y el marfil desaparezcan”…”su contacto sirve de linimento para la gota, los tumores de parótida, los abscesos superficiales y las secreciones del ojo”.

> Entre los antiguos griegos Juno era la diosa responsable de la menstruación.

> Entre los arapesh se construían chozas apartadas par las mujeres que estaban menstruando y relata Margaret Mead::”un hombre que se considera víctima de hechicería acude a una mujer que está menstruando para que lo golpee en el pecho mientras él mantiene en alto la mano que usa para cazar, para que la mujer expulse los poderes mágicos que lo están dañando”.

> Los Tobas, entre sus tabúes –que inclusive muchos de ellos aún se mantienen vigentes- Consideraban que durante la época del período menstrual la mujer no podía comer alimento con grasa ni carne de animal, no se le permitía tener relaciones sexuales, no podía cocinar ni tocar los alimentos (caza, pesca o recolección) traídos por el hombre. Tampoco podía acercarse a él ni conversar o charlar con sus vecinos (a riesgo de volverse chismosa o charlatana). 
La mujer durante su período estaba considerada   impura y se la separaba de la comunidad. Este tabú del período menstrual alcanzaba también a los hijos de la pareja y al marido  , ellos no podían introducirse en aguas profundas ni salir de caza, a riesgo de sufrir desgracia personal , esto duraba hasta el fin del período de la mujer, su “impureza” acarreaba desgracias a la familia toda.

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