sábado, 3 de agosto de 2013

Anfiloquio de Iconio.



Obispo cristiano del siglo IV, hijo de una distinguida familia capadocios; nació quizás en Cesarea, alrededor del 339 ó 340; murió probablemente entre 394 y 403. Su padre era un abogado eminente y Livia, su madre, notable por su amabilidad y sabiduría. Era probablemente primo hermano de San Gregorio Nacianceno y fue criado en la peculiarmente religiosa atmósfera de la aristocracia cristiana de su provincia nativa. Estudio leyes, practicó en Constantinopla pero pronto se retiró a la vida religiosa en las cercanías de su amigo y pariente el "teólogo" Nacianceno. Pronto se vio dentro del círculo de la influencia de San Basilio y parece que durante un tiempo fue miembro de la cristiana "ciudad de los Pobres " que Basilio había construido en Cesarea. A principios de 374 era obispo de la importante sede de Iconio, probablemente colocado allí por Basilio, al que continuó ayudando hasta su muerte (379) en los asuntos eclesiásticos de Capadocia. En adelante se mantuvo en estrecha relación con Gregorio Nacianceno, al que acompañó al Sínodo de Constantinopla (381) donde se encontró y conversó con San Jerónimo (De Vir. Ill., c. 133).

En la historia de la teología ocupa un lugar prominente por su defensa de la divinidad del Espíritu Santo contra los macedonios. San Basilio le dedicó su obra "Sobre el Espíritu Santo". Escribió una obra similar, que se ha perdido. Sabemos, sin embargo, que se la leyó a San Jerónimo cuando se encontraron en Constantinopla. Su actitud hacia el arrianismo está ilustrada por la muy conocida anécdota sobre su audiencia con Teodosio y su hijo Arcadio. Cuando el emperador lo regañó por ignorar la presencia de su hijo, él le recordó que el Señor del universo aborrece a los que son ingratos con su Hijo, su Salvador y Benefactor. Procedió enérgicamente contra los mesalianos y contribuyó a la extirpación de esa herejía. Sus contemporáneos lo categorizaban muy alto como teólogo y escritor erudito. Sin hablar de sus admiradores y amigos ya mencionados. San Jerónimo dice (Ep. 70) del trío capadocio (SanBasilio, Gregorio y Anfiloquio) que "llenan sus libros con las lecciones y sentencias de los filósofos de tal manera que no se sabe qué admirar más en ellos, si su erudición secular o su conocimiento bíblico”. En la generación siguiente, Teodoreto le describe con términos muy halagadores (Historia de la Iglesia IV.10 y V.16), y los concilios lo citan hasta una fecha tan tardía como 787.
Su única obra genuina conservada, según Bardenhewer (Patrologie, p. 249), la "Epístola Sinódica", una carta contra la herejía de los macedonios en nombre de los obispos de Licaonia, probablemente dirigida a los obispos de Licia (Goldhorn, San Basilio, Opp. Sel. Dogm., 630-635). El espurio “Yámbicos a Seleucio” ofrece un temprano e importante catálogo de los escritos canónicos; otros fragmentos espurios, y que circulan con su nombre, son tomados de los discursos bíblicos, cartas dogmáticas y escritos polémicos (P.G., XXXIX, 13-130).

Bibliografía: FESSLER-JUNGMANN, Instit. Patrolog., I, 600-604; LIGHTFOOT en Dict. of Christ. Biogr., I, 103-107.
Fuente: Shahan, Thomas. "Amphilochius of Iconium." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01438a.htm>.
Traducido por Pedro Royo. L H M.

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