EL CÓNCLAVE.

 

El cónclave es la reunión de los cardenales de la Curia romana con el objeto de elegir nuevo pontífice. Según las leyes fijadas por Pablo VI, el número máximo de cardenales electores es de 120 y tienen que cumplir la condición de contar con menos de 80 años en el inicio de proceso selectivo. El término cónclave procede del latín 'cum clavis' ("bajo llave"), por las condiciones de reclusión y máximo aislamiento del mundo exterior en que debe desarrollarse la elección. Los cardenales residen durante este tiempo en la Casa de Santa Marta, una residencia al efecto situado en el mismo Vaticano. El proceso sería el siguiente:

1. Tras la muerte del Papa, el Cardenal Camarlengo verifica relamente su fallecimiento. Tradicionalmente, se comprobaba su defunción golpeándole suave con un martillo de plata. El cónclave comenzará unos días más tarde tras los oficios.
2. Los cardenales se retiran para iniciar el cónclave. Nadie puede acercarse y hablar con los electores durante el traslado.
3. Dos técnicos revisan la Capilla Sixtina (donde se celebran las votaciones) para evitar cámaras, micrófonos, etc..
4. Cada cardenal lleva su papeleta doblada en alto hasta el altar.
5. Una vez que todos han votado, se inicia el escrutinio.
6. El tercer escrutador perfora las papeletas con una aguja para unirlas todas con un hilo.
7. Todas las papeletas se queman en una chimenea de la capilla.

Fumata negra (con paja húmeda): si no se han conseguido los dos tercios del quorum de electores.

Fumata blanca (sólo las papeletas): Hay nuevo Papa.