sábado, 17 de agosto de 2013

IGLESIAS BIZANTINAS.





El imperio romano de oriente recibió el nombre de imperio bizantino por tener su capital en la antigua Bizancio, ciudad que rebautizaron con el nombre de Constantinopla y que es la actual Estambul. El arte de los cristianos de oriente se llama arte bizantino. El emperador Justiniano, el más importante de la historia del imperio bizantino, ordenó construir en el siglo VI una gran iglesia que recibió el nombre de Santa Sofía. Se trataba de un edificio de planta central, rematado por una gigantesca cúpula que se apoyaba a su vez en semicúpulas. El interior estaba cubierto de mosaicos en los que se reflejaba la luz de las numerosísimas ventanas, produciendo un sorprendente efecto de riqueza y brillantez. Tras la caída de la ciudad en manos de los turcos, a mediados del siglo XV, la iglesia se convirtió en mezquita y sufrió algunas modificaciones. En el exterior se añadieron unos gruesos contrafuertes y alminares y en el interior se recubrieron la mayoría de los mosaicos con pinturas y decoraciones caligráficas. En los siglos siguientes la influencia del arte bizantino llegó hasta Rusia. Más de mil años después de la construcción de Santa Sofía de Constantinopla, se levantó en Moscú la original iglesia dedicada al beato Basilio. Esta catedral del siglo XVI se distingue por sus elementos de cerámica policromada que rematan las diferentes torres dando un aspecto singular al conjunto.


Interior de la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.