El
término griego (derivado de ana = 2hacia arriba" + ago = "conduzco")
tiene el sentido de "levantar". Aparece Ya con esta acepción en Homero,
Tucícides y Jenofonte. Al lado de este primer significado, el verbo anaghein
tiene también el sentido de « restaurar", «restituir" o - más
generalmente - «referirse a". Con este uso aparece en Platón ( « llevar
algo de nuevo a lo esencial": Leges 626Dl, en Aristóteles y entre los
estoicos, que lo utilizan en el ámbito de la interpretación de mitos.
A
pesar de estos usos, el substantivo "anagogía", entendido como término técnico
para designar una forma determinada de exégesis cristiana, no puede
documentarse antes de Orígenes. Al contrario, el verbo aparece en los Setenta,
donde indica ordinariamente la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto
(Nm 14,13; 16,13; Lv II,45; etc.)
o la subida del reino de los muertos (Sal 29,3; 39,2; 71,20s). En el Nuevo
Testamento la acepción más frecuente de anaghein es la de « conducir hacia
arriba" («lo llevó el diablo a un lugar alto,: Lc 4,5), o de
<(navegar'> (cf. Hch
13,13; 16,II; etc.l. En los Padres apostólicos anaghein figura un par de veces
para indicar la subida del hombre hacia Dios (cf. 1 Clem 49,4; 2 Clem 17,21. El
texto clave para entender el uso que tomarían anagoghé y anaghein con Orígenes
se encuentra en el siguiente texto de los Stromata (VI 126.31 de Clemente
alejandrino: «El carácter típico de las Escrituras es parabólico, Ya que
también el Señor, que no es de este mundo, vino entre los hombres como si
fuera del mundo. En efecto, se revistió de todas las virtudes y tenía que
transferir (anaghein) al hombre educado en el mundo a las verdaderas realidades
inteligibles: desde un mundo hasta otro mundo». .
Con
Orígenes, anagogía se convierte en un término técnico para la interpretación
de las Escrituras y fue adoptado probablemente porque Con él - tomado en el
doble significado de “levantar” y “remitir”- expresa mejor el carácter
peculiar de su exégesis. Prefiere usar anagogía en vez de alegoría, porque
parece que quiere acentuar así la diferencia entre el procedimiento técnico de
hacer exégesis tal como la hace, por ejemplo, Filón y el sentido propiamente
cristiano de acercarse a la Biblia.
Puesto
que Orígenes entiende la profundización del conocimiento de las Escrituras
como un "ascender», se entiende por qué llama “anagogía» a su método
interpretativo.
A
partir del doctor alejandrino, el término “anagogía» entró en el lenguaje
exegético de la antigua Iglesia para significar el sentido espiritual de la
Escritura. Pero con el tiempo se fue reduciendo cada vez más la distinción
entre anagogía y alegoría, hasta que llegaron a entenderse los dos términos
como aspectos de la única exégesis espiritual de la Escritura. Solamente Dídimo
el Ciego parece ser que mantuvo la distinción origeniana. Con Juan Casiano
(comienzos del s. v), “alegoría» y “anagogía» se usaron para señalar
dos aspectos diversos del sentido cuádruple de la Escritura. En este mismo
sentido los siguió utilizando la exégesis medieval.
L.
Padovese
Bibl.:
Anagogía. en ERC, 1, 598-600; M, Simonetti, Lettera eZo aiiegoria, U"
contributo aiia storia deiiésegesi patristica, Roma 1985
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