Cuando
Dios salvó a los israelitas de las manos de los egipcios, les otorgó
los diez mandamientos y las leyes, y luego les explicó quién les iba a
ayudar a conquistar la Tierra Prometida:
El pueblo de Israel fue protegido por dos personajes voladores, los ángeles que cuidaron de él hasta que entró en la Tierra de Canaán y las avispas que provocaron la huida de tres naciones de aquella tierra después de la entrada de los israelitas. Las avispas también son una señal para que la gente no tema a las siete naciones de Canaán, como se menciona en Deuteronomio 7:17-20:
Cuando encuentras una palabra que aparece solo tres veces en la Biblia, no crees que la palabra sea tan importante como otras. Sin embargo, la última vez que aparece la avispa se demuestra su importancia. En el discurso de Josué ante su separación del pueblo de Israel, este menciona, como en una clase de historia, los sucesos más importantes de la historia de su pueblo, y también menciona a la avispa, como vemos a continuación:
"
הִנֵּה אָנֹכִי שֹׁלֵחַ מַלְאָךְ, לְפָנֶיךָ, לִשְׁמָרְךָ, בַּדָּרֶךְ;
וְלַהֲבִיאֲךָ, אֶל-הַמָּקוֹם אֲשֶׁר הֲכִנֹתִי. הִשָּׁמֶר מִפָּנָיו
וּשְׁמַע בְּקֹלוֹ, אַל-תַּמֵּר בּוֹ: כִּי לֹא יִשָּׂא לְפִשְׁעֲכֶם, כִּי
שְׁמִי בְּקִרְבּוֹ. כִּי אִם-שָׁמוֹעַ תִּשְׁמַע, בְּקֹלוֹ, וְעָשִׂיתָ,
כֹּל אֲשֶׁר אֲדַבֵּר--וְאָיַבְתִּי, אֶת-אֹיְבֶיךָ, וְצַרְתִּי,
אֶת-צֹרְרֶיךָ. כִּי-יֵלֵךְ מַלְאָכִי, לְפָנֶיךָ, וֶהֱבִיאֲךָ
אֶל-הָאֱמֹרִי וְהַחִתִּי, וְהַפְּרִזִּי וְהַכְּנַעֲנִי הַחִוִּי
וְהַיְבוּסִי; וְהִכְחַדְתִּיו... אֶת-אֵימָתִי, אֲשַׁלַּח לְפָנֶיךָ,
וְהַמֹּתִי אֶת-כָּל-הָעָם, אֲשֶׁר תָּבֹא בָּהֶם; וְנָתַתִּי
אֶת-כָּל-אֹיְבֶיךָ אֵלֶיךָ, עֹרֶף. וְשָׁלַחְתִּי אֶת-הַצִּרְעָה,
לְפָנֶיךָ; וְגֵרְשָׁה, אֶת-הַחִוִּי אֶת-הַכְּנַעֲנִי
וְאֶת-הַחִתִּי--מִלְּפָנֶיךָ. לֹא אֲגָרְשֶׁנּוּ מִפָּנֶיךָ, בְּשָׁנָה
אֶחָת: פֶּן-תִּהְיֶה הָאָרֶץ שְׁמָמָה, וְרַבָּה עָלֶיךָ חַיַּת
הַשָּׂדֶה. מְעַט מְעַט אֲגָרְשֶׁנּוּ, מִפָּנֶיךָ, עַד אֲשֶׁר תִּפְרֶה,
וְנָחַלְתָּ אֶת-הָאָרֶץ"
«Porque
mi Angel irá delante de ti, y te introducirá a la tierra del amorreo, y
del heteo, y del ferezeo, y del cananeo, y del heveo, y del jebuseo, a
los cuales yo haré cortar... Yo enviaré mi terror delante de ti, y
consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de
todos tus enemigos. Yo enviaré la avispa delante de ti, que eche fuera
al heveo, y al cananeo, y al heteo, de delante de ti. No los echaré de
delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se
aumenten contra ti las bestias del campo. Poco a poco los echaré de
delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.»
(Éxodo 23:23,27-30)El pueblo de Israel fue protegido por dos personajes voladores, los ángeles que cuidaron de él hasta que entró en la Tierra de Canaán y las avispas que provocaron la huida de tres naciones de aquella tierra después de la entrada de los israelitas. Las avispas también son una señal para que la gente no tema a las siete naciones de Canaán, como se menciona en Deuteronomio 7:17-20:
"
כִּי תֹאמַר בִּלְבָבְךָ, רַבִּים הַגּוֹיִם הָאֵלֶּה מִמֶּנִּי; אֵיכָה
אוּכַל, לְהוֹרִישָׁם. לֹא תִירָא, מֵהֶם: זָכֹר תִּזְכֹּר, אֵת
אֲשֶׁר-עָשָׂה יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, לְפַרְעֹה, וּלְכָל-מִצְרָיִם. הַמַּסֹּת
הַגְּדֹלֹת אֲשֶׁר-רָאוּ עֵינֶיךָ, וְהָאֹתֹת וְהַמֹּפְתִים וְהַיָּד
הַחֲזָקָה וְהַזְּרֹעַ הַנְּטוּיָה, אֲשֶׁר הוֹצִאֲךָ, יְהוָה אֱלֹהֶיךָ;
כֵּן-יַעֲשֶׂה יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, לְכָל-הָעַמִּים, אֲשֶׁר-אַתָּה יָרֵא,
מִפְּנֵיהֶם. וְגַם, אֶת-הַצִּרְעָה, יְשַׁלַּח יְהוָה אֱלֹהֶיךָ, בָּם:
עַד-אֲבֹד, הַנִּשְׁאָרִים וְהַנִּסְתָּרִים—מִפָּניךָ"
«Cuando
dijeres en tu corazón: "Aquellos gentiles son muchos más que yo, ¿cómo
los podré desarraigar?" No tengas temor de ellos; acuérdate bien de lo
que hizo el SEÑOR tu Dios con Faraón y con todo Egipto; de las grandes
pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano
fuerte y brazo extendido con que el SEÑOR tu Dios te sacó; así hará el
SEÑOR tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Y
también enviará el SEÑOR tu Dios sobre ellos avispas, hasta que perezcan
los que quedaren, y los que se hubieren escondido de delante de ti.»Cuando encuentras una palabra que aparece solo tres veces en la Biblia, no crees que la palabra sea tan importante como otras. Sin embargo, la última vez que aparece la avispa se demuestra su importancia. En el discurso de Josué ante su separación del pueblo de Israel, este menciona, como en una clase de historia, los sucesos más importantes de la historia de su pueblo, y también menciona a la avispa, como vemos a continuación:
"
וַיֶּאֱסֹף יְהוֹשֻׁעַ אֶת-כָּל-שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵל, שְׁכֶמָה;
וַיִּקְרָא לְזִקְנֵי יִשְׂרָאֵל וּלְרָאשָׁיו, וּלְשֹׁפְטָיו
וּלְשֹׁטְרָיו, וַיִּתְיַצְּבוּ, לִפְנֵי הָאֱלֹהִים. וַיֹּאמֶר יְהוֹשֻׁעַ
אֶל-כָּל-הָעָם, כֹּה-אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל, בְּעֵבֶר הַנָּהָר
יָשְׁבוּ אֲבוֹתֵיכֶם מֵעוֹלָם, תֶּרַח אֲבִי אַבְרָהָם וַאֲבִי נָחוֹר;
וַיַּעַבְדוּ, אֱלֹהִים אֲחֵרִים. וָאֶקַּח אֶת-אֲבִיכֶם אֶת-אַבְרָהָם,
מֵעֵבֶר הַנָּהָר, וָאוֹלֵךְ אֹתוֹ, בְּכָל-אֶרֶץ כְּנָעַן; וָאַרְבֶּה,
אֶת-זַרְעוֹ, וָאֶתֶּן-לוֹ, אֶת-יִצְחָק. וָאֶתֵּן לְיִצְחָק, אֶת-יַעֲקֹב
וְאֶת-עֵשָׂו; וָאֶתֵּן לְעֵשָׂו אֶת-הַר שֵׂעִיר, לָרֶשֶׁת אוֹתוֹ,
וְיַעֲקֹב וּבָנָיו, יָרְדוּ מִצְרָיִם. וָאֶשְׁלַח אֶת-מֹשֶׁה
וְאֶת-אַהֲרֹן, וָאֶגֹּף אֶת-מִצְרַיִם, כַּאֲשֶׁר עָשִׂיתִי, בְּקִרְבּוֹ;
וְאַחַר, הוֹצֵאתִי אֶתְכֶם. וָאוֹצִיא אֶת-אֲבוֹתֵיכֶם מִמִּצְרַיִם,
וַתָּבֹאוּ הַיָּמָּה; וַיִּרְדְּפוּ מִצְרַיִם אַחֲרֵי אֲבוֹתֵיכֶם,
בְּרֶכֶב וּבְפָרָשִׁים--יַם-סוּף. וַיִּצְעֲקוּ אֶל-יְהוָה, וַיָּשֶׂם
מַאֲפֵל בֵּינֵיכֶם וּבֵין הַמִּצְרִים וַיָּבֵא עָלָיו אֶת-הַיָּם
וַיְכַסֵּהוּ, וַתִּרְאֶינָה עֵינֵיכֶם, אֵת אֲשֶׁר-עָשִׂיתִי
בְּמִצְרָיִם; וַתֵּשְׁבוּ בַמִּדְבָּר, יָמִים רַבִּים. ואבאה (וָאָבִא)
אֶתְכֶם, אֶל-אֶרֶץ הָאֱמֹרִי הַיּוֹשֵׁב בְּעֵבֶר הַיַּרְדֵּן,
וַיִּלָּחֲמוּ, אִתְּכֶם; וָאֶתֵּן אוֹתָם בְּיֶדְכֶם וַתִּירְשׁוּ
אֶת-אַרְצָם, וָאַשְׁמִידֵם מִפְּנֵיכֶם. וַיָּקָם בָּלָק בֶּן-צִפּוֹר
מֶלֶךְ מוֹאָב, וַיִּלָּחֶם בְּיִשְׂרָאֵל; וַיִּשְׁלַח, וַיִּקְרָא
לְבִלְעָם בֶּן-בְּעוֹר--לְקַלֵּל אֶתְכֶם. וְלֹא אָבִיתִי, לִשְׁמֹעַ
לְבִלְעָם; וַיְבָרֶךְ בָּרוֹךְ אֶתְכֶם, וָאַצִּל אֶתְכֶם מִיָּדוֹ.
וַתַּעַבְרוּ אֶת-הַיַּרְדֵּן, וַתָּבֹאוּ אֶל-יְרִיחוֹ, וַיִּלָּחֲמוּ
בָכֶם בַּעֲלֵי-יְרִיחוֹ הָאֱמֹרִי וְהַפְּרִזִּי וְהַכְּנַעֲנִי
וְהַחִתִּי וְהַגִּרְגָּשִׁי, הַחִוִּי וְהַיְבוּסִי; וָאֶתֵּן אוֹתָם,
בְּיֶדְכֶם. וָאֶשְׁלַח לִפְנֵיכֶם, אֶת-הַצִּרְעָה, וַתְּגָרֶשׁ אוֹתָם
מִפְּנֵיכֶם, שְׁנֵי מַלְכֵי הָאֱמֹרִי: לֹא בְחַרְבְּךָ, וְלֹא
בְקַשְׁתֶּךָ. וָאֶתֵּן לָכֶם אֶרֶץ אֲשֶׁר לֹא-יָגַעְתָּ בָּהּ, וְעָרִים
אֲשֶׁר לֹא-בְנִיתֶם, וַתֵּשְׁבוּ, בָּהֶם; כְּרָמִים וְזֵיתִים אֲשֶׁר
לֹא-נְטַעְתֶּם, אַתֶּם אֹכְלִים"
«Y
juntando Josué todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los
ancianos de Israel, y a sus príncipes, a sus jueces, y a sus oficiales; y
se presentaron delante de Dios. Y dijo Josué a todo el pueblo: "Así
dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Vuestros padres habitaron antiguamente
al otro lado del río, es a saber, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y
servían a dioses extraños. Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro
lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su
generación, y le di a Isaac. Y a Isaac di a Jacobo y a Esaú; y a Esaú di
el monte de Seir, que lo poseyese; mas Jacobo y sus hijos descendieron a
Egipto. Y yo envié a Moisés y a Aarón, y herí a Egipto, al modo que lo
hice en medio de él, y después os saqué. Y saqué a vuestros padres de
Egipto; y cuando llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros
padres hasta el mar Bermejo con carros y caballería. Y cuando ellos
clamaron al SEÑOR, él puso oscuridad entre vosotros y los egipcios, e
hizo venir sobre ellos el mar, el cual los cubrió; y vuestros ojos
vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el
desierto. Y os introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al
otro lado del Jordán, los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los
entregué en vuestras manos, y poseisteis su tierra, y los destruí de
delante de vosotros. Y se levantó después Balac hijo de Zipor, rey de
los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam hijo de
Beor, para que os maldijese. Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes os
bendijo repetidamente, y os libré de sus manos. Y pasado el Jordán,
vinisteis a Jericó; y los señores de Jericó pelearon contra vosotros:
los amorreos, ferezeos, cananeos, heteos, gergeseos, heveos, y jebuseos;
y yo los entregué en vuestras manos. Y envié avispas delante de
vosotros, los cuales los echaron de delante de vosotros, a saber , a los
dos reyes de los amorreos; no con tu espada, ni con tu arco. Y os di la
tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no
edificasteis, en las cuales moráis; y las viñas y olivares que no
plantasteis, de las cuales coméis".» (Josué 24:1-13)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.