Menos de dos meses después de ser elegido, el papa Francisco encuentra entre sus manos un conflicto serio,
que causa una alta tensión entre la Santa Sede y la Iglesia de Puerto
Rico. El dolor de cabeza para el argentino Jorge Bergoglio, primer
pontífice latinoamericano de la historia de la Iglesia, es la probable destitución del cargo de arzobispo de San Juan de Puerto Rico
de monseñor Roberto González Nieves, de 62 años, quien se niega a
renunciar a su cargo pese a varias acusaciones, entre ellas la de haber protegido a curas pedófilos.
Francisco tropieza con un escándalo que ya estaba en pleno desarrollo el 13 de marzo, cuando el Cónclave lo consagró Papa. El 15 de diciembre, monseñor González Nieves, quien al parecer cuenta con el apoyo de la mayoría de los obispos portorriqueños, respondió a la convocatoria imperiosa del Vaticano y se reunió aquí con el prefecto de la Congregación para los Obispos, el canadiense Marc Ouellet, que fue uno de los papables en el Cónclave.
El cardenal Ouellet le refirió los cargos en su contra y, tras una viva discusión en la que el arzobispo de San Juan negó los cargos contra él, le pidió la renuncia a la sede metropolitana y que eligiera otro destino dentro de la Iglesia. La respuesta llegó en febrero con una carta de seis páginas en la que González Nieves se mostró indignado.
La radio portorriqueña NotiUno 630 difundió el contenido en el que el más alto prelado de la isla antillana afirma: “Las injusticias, las persecuciones, las difamaciones, las tervigersaciones de hechos, los procesos injustos y parcializados, jamás pueden ser fuentes de derecho para la renuncia de un Obispo o justa causa para ello”. Y agregó: “Por lo tanto, este servidor quiere hacer constar que jamás renunciaría a la sede Arzobispal de San Juan cuando no hay razones para ello”.
Manifestó además: “Las acusaciones contra mi persona” son “una falsedad” y “una tergiversación de los hechos”, en los que “se prejuzgaba mi culpabilidad”. Y aseguró que no sabía “de qué investigación surgieron” las acusaciones.
Las acusaciones por proteger a los curas pedófilos fueron giradas en el Vaticano a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que durante 24 años presidió Joseph Ratzinger antes de ser elegido en 2005 como Benedicto XVI.
El alemán Ratzinger era no solo el inquisidor de la ortodoxia doctrinaria sino también el responsable de la disciplina del clero. De allí que los temas vinculados a los abusos sexuales del clero eran dirigidos por su Congregación.
Al parecer, en esa fuente no existen comprobaciones de irregularidades cometidas por el arzobispo de San Juan de Puerto Rico por haber protegido a curas pedófilos.
Un enemigo declarado de González Nieves es el nuncio apostólico (embajador del Papa), monseñor Josef Wesolowski. Según el arzobispo de San Juan, el delegado apostólico “confabuló con el entonces gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, y otras personas” para hacerlo echar de su cargo.
González Nieves entra así en el tembladeral político, porque sostiene en su carta de febrero que un alto jefe de seguridad, a través de su párroco, le informó de “las reuniones de Fortuño y el nuncio”.
Al arzobispo lo acusan de “interferencias políticas”, de ser un “independentista” contra el dominio de Estados Unidos en la isla.
Puerto Rico es un estado libre asociado que está en transición para convertirse en el 51° estado norteamericano.
Una de las acusaciones contra el arzobispo de San Juan se refiere a su decisión de bautizar como “Altar de la Patria” a una capilla de la catedral metropolitana, considerada “inoportuna” porque sonaba a una crítica al dominio norteamericano. El secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, le envió en diciembre una carta a González Nieves para que cambiara el nombre a la capilla.
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Piedras 1743 CABA
Francisco tropieza con un escándalo que ya estaba en pleno desarrollo el 13 de marzo, cuando el Cónclave lo consagró Papa. El 15 de diciembre, monseñor González Nieves, quien al parecer cuenta con el apoyo de la mayoría de los obispos portorriqueños, respondió a la convocatoria imperiosa del Vaticano y se reunió aquí con el prefecto de la Congregación para los Obispos, el canadiense Marc Ouellet, que fue uno de los papables en el Cónclave.
El cardenal Ouellet le refirió los cargos en su contra y, tras una viva discusión en la que el arzobispo de San Juan negó los cargos contra él, le pidió la renuncia a la sede metropolitana y que eligiera otro destino dentro de la Iglesia. La respuesta llegó en febrero con una carta de seis páginas en la que González Nieves se mostró indignado.
La radio portorriqueña NotiUno 630 difundió el contenido en el que el más alto prelado de la isla antillana afirma: “Las injusticias, las persecuciones, las difamaciones, las tervigersaciones de hechos, los procesos injustos y parcializados, jamás pueden ser fuentes de derecho para la renuncia de un Obispo o justa causa para ello”. Y agregó: “Por lo tanto, este servidor quiere hacer constar que jamás renunciaría a la sede Arzobispal de San Juan cuando no hay razones para ello”.
Manifestó además: “Las acusaciones contra mi persona” son “una falsedad” y “una tergiversación de los hechos”, en los que “se prejuzgaba mi culpabilidad”. Y aseguró que no sabía “de qué investigación surgieron” las acusaciones.
Las acusaciones por proteger a los curas pedófilos fueron giradas en el Vaticano a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que durante 24 años presidió Joseph Ratzinger antes de ser elegido en 2005 como Benedicto XVI.
El alemán Ratzinger era no solo el inquisidor de la ortodoxia doctrinaria sino también el responsable de la disciplina del clero. De allí que los temas vinculados a los abusos sexuales del clero eran dirigidos por su Congregación.
Al parecer, en esa fuente no existen comprobaciones de irregularidades cometidas por el arzobispo de San Juan de Puerto Rico por haber protegido a curas pedófilos.
Un enemigo declarado de González Nieves es el nuncio apostólico (embajador del Papa), monseñor Josef Wesolowski. Según el arzobispo de San Juan, el delegado apostólico “confabuló con el entonces gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, y otras personas” para hacerlo echar de su cargo.
González Nieves entra así en el tembladeral político, porque sostiene en su carta de febrero que un alto jefe de seguridad, a través de su párroco, le informó de “las reuniones de Fortuño y el nuncio”.
Al arzobispo lo acusan de “interferencias políticas”, de ser un “independentista” contra el dominio de Estados Unidos en la isla.
Puerto Rico es un estado libre asociado que está en transición para convertirse en el 51° estado norteamericano.
Una de las acusaciones contra el arzobispo de San Juan se refiere a su decisión de bautizar como “Altar de la Patria” a una capilla de la catedral metropolitana, considerada “inoportuna” porque sonaba a una crítica al dominio norteamericano. El secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, le envió en diciembre una carta a González Nieves para que cambiara el nombre a la capilla.
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Piedras 1743 CABA
Juventud y Educación
Nació en Elizabeth, Nueva Jersey, Estados Unidos el 2 de junio de 1950. Mientras era niño, él y su familia se mudaron a Puerto Rico. Se educó en la Academia Santa Mónica, en Santurce. Esta Academia estaba dirigida por los Padres Agustinos y las Hermanas Josefinas. La Hermanas Josefinas tienen fama de dar obispos a la Iglesia, pues ellas educaron a: Luis Cardenal Aponte Martínez, a monseñor Ulises Casiano Vargas, a monseñor Rubén González Medina, a la ya fenecida primera mujer obispo de la Iglesia luterana, Margarita Martínez Rodríguez así como a otros. Su familia tiene profundas raíces católico romanas, por lo cual desde joven demostró interés en la religión. Al graduarse de la escuela superior, cursó estudios universitarios en el Sienna College, en Nueva York.Sacerdocio
El 8 de mayo de 1977 fue ordenado Sacerdote en la Orden de los Hermanos Menores Franciscanos. En el año 1982, comenzó a servir en la Iglesia de la Santa Cruz, en Bronx, Nueva York. En 1988 fue nombrado obispo por el Papa Juan Pablo II el día 19 de julio de 1988. Fue ordenado Obispo Auxiliar de Boston el 3 de octubre de 1988, donde fue una figura muy popular entre la población de habla hispana de la ciudad.El 16 de mayo de 1995 fue nombrado Obispo Coadjutor de Corpus Christi, y el día 1 de abril de 1997 fue nombrado obispo titular de dicha diócesis, donde trabajó con la población hispana.
Arzobispo de San Juan
El día 26 de marzo de 1999, fue nombrado Arzobispo de la Arquidiócesis de San Juan, Puerto Rico. Su instalación como obispo de la arquidióceis ocurrió el día 8 de mayo de 1999, en una ceremonia muy concurrida, donde estuvieron presentes representantes de Corpus Christi y la Parroquia de Boston. También estuvieron presentes mandatarios políticos de Puerto Rico. La ceremonia también marcó el retiro del cardenal Luis Aponte Martínez, quien pasó a ser el Arzobispo Emérito de San Juan.Doctrina Social
En ocasión de la conmemoración del 150 aniversario del natalicio de Luis Muñoz Rivera, el Arzobispo de San Juan, Monseñor Roberto González Nieves, afirmó que Puerto Rico es una nación que no quiere terminar desapareciendo como ha sucedido con otros países."Ningún país puede sostener una economía sólida y dinámica sin un proyecto de patria", dijo el religioso ante los asistentes a los actos conmemorativos en Barranquitas.
"Se edifica la patria amándola y sacrificándose por ella. En mi carta pastoral, ’Patria, nación, identidad’... he querido afirmar la unidad indivisible de estos conceptos", dijo.
| Predecesor: Luis Aponte Martínez |
Arzobispo de San Juan 1999 - presente |
Sucesor: En el cargo |
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