lunes, 13 de octubre de 2014

El Mito En La Sociedad Cubana.

Primera Parte
"una contradicción no puede resolverse en el
campo de lo real se busca solución en el campo simbólico"

Existen muchas clasificaciones del mito, pero pasaremos por alto todas estas posibles formas que vienen siendo estigmatizadas desde los griegos, pasando por los romanos y posteriormente por los judeocristianos, no estamos interesados en  ese estadio mental, donde el mito es una "ficción", hablaremos sobre el lugar que tiene el mito en la sociedad y en especial en la "sociedad palera-cubana", que proporciona modelos de conducta humana y confiere valor a la existencia de él en la sociedad.
Todas nuestras civilizaciones ancestrales tienen mitos, en su mayoría orales  y reinterpretados y llevados a la escritura por otras culturas "dominantes" que descontextualizaron su verdadero significado.
Los mitos tiene un componente real, una historia verdadera y una irreal, una historia recreada la historia verdadera existe y ha existido siempre. La recreada es la forma, la envoltura con que se cuenta la historia, de esta manera llega el componente místico del hecho en sí. En Cuba existen datos de que esclavos negros pudieron regresar a África, bajo un grupo de circunstancias aquí no mencionadas, pero la forma en que los esclavos transmitieron este conocimiento es la historia recreada la envoltura ..."el negro cuando muere  (su alma) regresa  volando a África"  este conocimiento es asociado a un poder mágico.

Así mismo  los negros reinterpretaron el poder medicinal de las plantas cubanas, y con ellas su ingrediente místico. Aquí se ejemplifica que la «historia» narrada por el mito constituye un «conocimiento» de orden esotérico, no sólo por su carácter secreto  y por ser transmitido durante una iniciación, sino también porque este «conocimiento» va acompañado de un poder mágico-religioso. Cuando se realiza un acto de curación los ngangas «purifican» el lugar  donde trabajaran con el «enfermo» . Las imágenes o trazos simbólicos pintados en el suelo vinculan al enfermo a un  nkisi,  el significado de cada uno de estos identificará a que un nkisi en particular será convocado; mientras más complejo sean los trazos también será así de complejo el rito. Los trazos son una recreación mágica del universo femenológico del nganga. No debemos de olvidar que en la creencia bantú las "enfermedades" son enviadas  por los nkisi por desavenencias con los seres humanos. Si no se resuelven estas, entonces el  «enfermo» puede morir.
Las religión mantiene la «abertura» hacia un Mundo sobrehumano. Esto pasa a  hacer «trascendente» al ser revelados por seres divinos o antepasados míticos, por consiguiente se convierten en paradigmas de todas las actividades humanasComo hemos visto, estos conocimientos se transmiten por los mitos,  los que están especialmente encomendados a despertar y mantener la conciencia del más allá "el Mundo de los Antepasados". Este «otro mundo» es donde nace la idea de que algo existe realmente, y conferiere una importancia a la existencia humana.
Los Bantúes dicen: «Dios, después de haber creado al hombre, no se preocupa más de él.»
De aquí se desprende que el Ser Supremo es reconocido, pero no juega ningún papel en su vida religiosa. De él se saben pocas cosas, sus mitos son pocos y simples. Es el creador del hombre, pero lo abandonó muy pronto y otros seres divinos  o representantes continuaron su obra y son quienes  se encargan del trabajo.

Dice los Hereros (población bantú del sureste de África):

" Ndyambi,( Dios supremo) ha dejado a la humanidad en manos de las divinidades inferiores. «¿Por qué vamos a ofrecerle sacrificios? No tenemos por qué temerle, porque, a diferencia de nuestros muertos, no nos hace ningún daño"
Los Fang de África Ecuatorial lo dicen con simplicidad, pero con mucha valentía:
«Dios (Nzame) está arriba, el hombre abajo;
Dios es Dios, el hombre es el hombre;
cada cual a lo suyo, cada cual en su casa»

Pero aunque el Dios supremo ha desaparecido completamente del culto y está «olvidado», su recuerdo sobrevive disfrazado en los mitos y los cuentos del «Paraíso» en las iniciaciones y en los relatos de los banganga; en el simbolismo religioso.
El valor del mito se reconfirma periódicamente por los rituales. La rememoración y la reactualización del acontecimiento ayuda al hombre a retener lo real, la continua repetición de un gesto único, entonces se revela como fijo y duradero en el flujo universal.  Este mito es «sagrado», es decir, transhumano y transmundano, pero accesible a la experiencia humana. Este mundo «trascendente» de los antepasados místicos , el hombre no acepta la irreversibilidad del tiempo, con el  ritual consigue abolir el "tiempo corrompido" y cronológico y así recuperar el Tiempo Sagrado del mito, que está cargado de códigos y misterios, que le hablan al hombre y le hace comprender este lenguaje. Basta conocer los mitos y podrás descifrar  los símbolos. A través de los mitos que existen de  Ngonda, el hombre comprende los misterios del nacimiento, muerte,  resurrección, la sexualidad, fertilidad, y así sucesivamente. El Mundo se revela como lenguaje. Le habla al hombre por su propio por su estructura y sus ritmos.

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