miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cardo.


Muy probablemente muchos términos traducidos por "espinos" y "cardos" sean
expresiones genéricas referidas a cualesquiera de las diversas variedades de
plantas espinosas que, en un número mayor de 100, crecen en Palestina (sin
hablar de las numerosas clases de plantas y árboles pequeños con estas mismas
características: por ejemplo, en Job 31:40 se menciona una especie de neguilla
[heb. bo'shah], aparentemente inútil, que despide un olor fétido y es
venenoso).

208. Cardo en flor en Palestina.

La Biblia usa unas 20 palabras hebreas y 4 griegas para referirse a espinos y
cardos (las traducciones son de la RVR).  Como se apreciará, no en vano a
Palestina se la llama "País de las espinas".  1. Hebreo:  'âtâd, "espinos",
"cardos", "zarza"; barqônîm, "abrojos"; dardar, "cardo"; jedeq, "espino"; jôaj,
"matorral", "cardo", "espino/a", "abrojo"; meÑukâth y mesûkâh, "espino/a",
"vallado", "zarzal"; na{atsûts, "zarza", "zarzal"; tsânîn,"espina"; tsên,
"espino"; seneh, "zarza"; sillôn, "espino/a"; jâtsîr, "espino";
tsirpad,"ortiga"; qimmôsh, "espino", "ortiga";* qôts, "espino/a";  shâyith,
"espino", "cardo"; shâmîr, "cardo", "espino".  2. Griego: ákantha, "espino";
akánthinos, hecho "de espina"; bátos, "zarza"; tríbolos, "abrojo".

209. "Lirio" (anémona blanca) entre espinos.

Para mostrar la casi imposibilidad de señalar con exactitud el tipo de arbusto,
tomemos como ejemplo el cardo: dardar es una planta que se podría identificar
con la Centaurea iberica y la Centaurea hyalolepis, cuyas hojas los beduinos
comen en ensaladas (Gn. 3:18; Os. 10:8); jôaj se referiría al Scolymus
maculatus, una hierba o planta nociva para las gramíneas (Job 31:40; Is.
34:13).  El cardo mencionado en 2 R. 14:9 podría ser el Prunus ursina, 404 que
crece en el Líbano y norte de Palestina. Muchos de los versículos bíblicos que
mencionan el cardo en realidad no se refieren a alguna especie en particular,
sino al concepto de planta espinosa en general.

Hoy también podemos conjeturar que los autores bíblicos, al referirse a los
espinos, aludían (en diversos momentos) a: la verdadera espina estrellada,
conocida por su nombre científico de Centaurea calcitrapa, u otra llamada
centaurea enana (Centaurea verutum), o a la centaurea ibérica (Centaurea
iberica) y al espino de las damas (Silybum marianum).  Entre las plantas
espinosas oriundas de Palestina está el espino caja (Lycium europaeum), la
zarza (Rubus discolor) y los espinos blancos (Crataegus azarolus, Crataegus
monogyna, Crataegus orientalis).  Una planta específica, el abrojo (Tribulus
terrestris), tal vez se mencione donde aparece el heb. dardar y el gr.
tríbolos.

La presencia de estas plantas y arbustos se puede considerar como el
cumplimiento de la maldición de Dios después de la caída del hombre (Gn. 3:18),
y después de la persistente apostasía de Israel (Os. 2:6; 9:6), Constituían una
continua amenaza de incendio en el campo (Ex. 22:6; Sal. 118:12) pero eran
útiles como combustible (Ec. 7:6).  Simbólicamente, estas plantas representaban
dificultades o enfermedades (Nm. 33:55; Jos. 23:13; 2 Co. 12:7) u obstáculos
espirituales (Mr. 4:7; cf v 18).  Al Maestro le pusieron una corona tejida con
espinas (Mt. 27:29; Mr. 15:17; Jn. 19:2, 5), tal vez de la planta llamada
Zizyphus spina-christi, que tiene ramas suaves y flexibles, cuyas hojas se
parecen a las del laurel (con las que se coronaba a los generales victoriosos);
o la Paliurus spina-christi, un arbusto que crece hasta cerca de 3 m de alto, y
que posee espinas largas y agudas.

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