domingo, 28 de diciembre de 2014

Curad enfermos, limpiad leprosos, echad demonios...

Cuenta Mateo que Jesús recorría los pueblos y las aldeas, "proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todo achaque y enfermedad" (2). Y cuando Jesús mandó a sus discípulos, para que fueran ellos también por los pueblos, les dio esta orden: "proclamad que ya llega el Reinado de Dios, curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios (3). Todo esto quiere decir que cuando el Reinado de Dios llega a un sitio, allí se curan los enfermos. Por eso cuentan los evangelios que cuando Jesús andaba por el mundo, curaba toda clase de enfermedades y algunas veces hasta resucita a los muertos. Es verdad que esto parece una cosa muy rara. Y además, ahora no se ven los milagros así, tan fácilmente. Entonces ¿cómo hay que entender todo eso?
"Juan el Bautista, que estaba en la cárcel, se enteró de las cosas que hacía Jesús. Y entonces mandó a dos amigos suyos a preguntarle: ¿Eres tú el que tenía que venir o debemos esperar a otro?
Jesús les contestó: Id a contarle a Juan lo que estáis viendo: Los ciegos ven. Los cojos andan. Los leprosos quedan limpios. Los sordos oyen. Los muertos resucitan. Y a los pobres se les comunica la Buena Noticia.Y ¡dichoso el que no se escandaliza de mi!"
Con esto de los milagros pasa una cosa muy curiosa: hay gente que tiene mucha fe en las curaciones milagrosas, mientras que otros dicen que todo eso son cuentos. Por eso, algunas personas prefieren ir a un curandero, en vez de ir a un médico, y otros aseguran que hay santos que son especialistas en curar algunos males: San Blas para la garganta, Santa Lucia la vista, Santa Apolonia para las muelas; hay otros santos que encuentran las cosas que se pierden, San Antonio les busca novio a las muchachas un poco tímidas, y Santa Rita es la abogada de lo imposible. Pero también hay gente que no se cree nada de eso. Y algunos aseguran que nunca ha habido milagros, ni los habrá jamás. Aquí no vamos a discutir si tienen razón los que creen en los milagros; o si más bien están en lo cierto los que no se creen nada de eso. Vamos a pensar en algo que es más importante: se trata de saber por qué Jesús se dedicó a hacer el bien a los ciegos, a los cojos, a los sordos y a todos los desgraciados. Nos interesa mucho pensar en esto. Pero la verdad es que a mucha gente le preocupa saber si San Antonio hace este milagro o si la Virgen de Fátima ha curado o puede curar a fulano; pero lo que a casi nadie le interesa es saber por qué Jesús se portaba de aquella manera con los desgraciados de su tiempo. O sea, que pasa lo de siempre, que nos acordamos de Santa Barbara cuando truena, pero nos importa bastante poco hacer lo que hizo Jesús.
Jesús se dedicaba a ser bueno con todos...
En el evangelio que hemos leído antes, se habla de Juan el Bautista, que estaba en la cárcel porque lo había medito preso el rey Herodes: que se había separado de su mujer y se había juntado con la mujer de su hermano; Y Juan Bautista, que no tenía pelos en la lengua, se lo echó en cara. Y entonces, el rey metió en la cárcel a Juan, porque los poderosos suelen hacer eso con la gente que les molesta. Estando en la cárcel, Juan se enteró de las cosas que hacía Jesús. Y le pareció que aquellas cosas no estaban claras. Porque Juan Bautista había dicho en sus sermones que la solución de los males esta en acabar con todos los que se portaban mal, o sea que Juan estaba convencido de lo que había que hacer era mandar al infierno a mucha gente (4). Pero resulta que Jesús no quería acabar con nadie, ni quería mandar a nadie al infierno, sino todo lo contrario; Jesús se dedicaba a ser bueno con los pecadores y con la gente de mal vivir, comía con esa gente(5) y se portaba bien siempre con los descreídos y hasta con las mujeres de mala fama (6). Todo esto resulta escandaloso y la gente piadosa no comprendía que Jesús se dedicara a ir con malas compañías. Por eso, Juan Bautista cuando se enteró en la cárcel de estas cosas, se pensó que Jesús no podía ser el Mesías, es decir no podía ser el que tenía que venir al mundo para arreglar las cosas. Porque un individuo que anda con malas compañías y hasta admite en su grupo a otros individuos que eran considerados como "revolucionarios" (Simón el Zelota y Judas el Sicario), es más bien un tipo sospechoso. Y eso es lo que le pasó a Juan el Bautista, que sospechó de Jesús y se figuró que en Jesús no podía estar la solución.
Los ciegos ven, los cojos andan...
Por todo eso, Juan le mandó recado a Jesús que dijera claramente si él era el que tenía que venir o había que esperar a otro. La respuesta que dio Jesús, para que se lo contaran a Juan Bautista, es de lo más curioso que uno se puede figurar. Jesús no dijo ni que sí era el que tenía que venir. Ni tampoco dijo que no era. Lo que dijo es que los ciegos ven, los cojos andan y todo lo demás que hemos leído en el evangelio. ¿Qué quiere decir Jesús con eso? Con eso, Jesús se esta refiriendo a lo que había dicho, mucho tiempo antes el profeta Isaías, y que había anunciado lo que iba a pasar en el mundo cuando llegara el Mesías, es decir el Salvador y el Libertador de los hombres (7).
O sea, Jesús contesta a los que le preguntan y les dice que él es el Salvador y el Libertador que estaba anunciado. Pero hay una cosa muy importante en la contestación que dio Jesús. Porque él dijo que era el Salvador y el Libertador, pero no como lo quería Juan Bautista, sino completamente al revés. Juan Bautista quería arreglar las cosas metiendo miedo a la gente, por que su religión del temor. Jesús pensaba de otra manera y por eso, lo que hacía, no era dedicarse a meterle miedo a la gente, sino que se dedicaba a hacer el bien a todos los desgraciados: a los ciegos, a los cojos, a los leprosos, a los muertos y a los pobres en general.
¿Qué quiere decir todo esto?...
En primer lugar, quiere decir que Jesús esta convencido de que el mundo se arregla no amenazando a la gente, sino queriendo a todo el mundo.
En segundo lugar, quiere decir que la Buena Noticia que trajo Jesús al mundo, no es solamente para las almas, para los espíritus o para esas cosas raras que a veces dicen los curas. La Buena Noticia de Jesús es para los que están como ciegos, vean lo que tienen que hacer; los que están como sordos, se enteren de todo lo que se deben enterar; los que están como cojos y no pueden caminar por la vida, que avancen y vayan a donde tengan que ir; los que están como leprosos y por eso tienen que estar separados de los demás, que puedan vivir con todo el mundo; los que están sin vida, porque la vida que llevan no es vida, que vivan dichosos y tengan alegría; los pobres y los desgraciados, que dejen de serlo.
En tercer lugar, quiere decir que Jesús no era un curandero que le quitaba a la gente los dolores de barriga o de muelas con cataplasmas o cosas parecidas. Jesús vino para que todo el mundo sea feliz, para liberar a los pobres y oprimidos de sus desgracias.En cuarto lugar, quiere decir que el Reinado de Dios no consiste en acabar con los malos, sino en liberar a todos los que sufren, sean como sean, aunque sufran por culpa suya, porque Jesús no remediaba los males solamente a los que eran buenos, sino a todo el mundo.
Un escándalo para mucha gente...
Jesús terminó diciendo una cosa muy importante: "¡Dichoso el que no se escandalice de mí!". ¿Porque entonces pasaba lo mismo que pasa ahora: que mucha gente cree más en la religión de Juan Bautista que en la Buena Noticia de Jesús. La religión de Juan Bautista era la religión de la fuerza y del poder, la religión de la amenaza y del miedo.
La buena Noticia de Jesús es la gran noticia de que todos tenemos que compartir, y vivir como iguales, y ser buenos incluso con los malos y los descreídos. Pero eso es un escándalo para mucha gente. Es la gente que dice que la Iglesia tiene que estar con los de derecha, con la gente educada, con los que van a misa; pero que debe condenar a los malos, a las prostitutas, a los que toman drogas, a los borrachos, y a toda esta gente a quienes algunos les dicen que son "gentuza". Jesús no pensaba así. Y eso era un escándalo entonces. Y lo sigue siendo ahora. ¿Cuando se nos meterá en la cabeza la Buena Noticia de Jesús?

(1) Extracto del tema 24 de "El Evangelio de Jesús" (Comunidades Cristianas Populares de Granada, Teología Popular). Mateo 11,2.6
(2) Mt 9,35
(3) Mt 10,8
(4) Mt 3,7-10; Lc 3 7-9
(5) Mc 3, 16; Lc 15,2
(6) Lc 7,39
(7) Is 26,19; 19,18;61,1.

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