(También llamadas "troncales" o "estaminales". En inglés "stem cells")
El creador de ‘Dolly’ dice que clonación y células embrionarias “no son eficientes ni rentables” XI,07
El creador de ‘Dolly’ dice que clonación y células embrionarias “no son eficientes ni rentables” XI,07
En esta página: Células Estaminales, explicación de la controversia y posición de la Iglesia -Padre Jordi Rivero, La Enseñanza del CatecismoResultados y alternativas -Genetista Angelo VescoviMas explicaciones -Artículos del Dr. Raez Este tema en otras Pág. de catolico.org: Sobre la producción y uso científico y terapéutico de las de las células estaminales embrionarias humanas -Academia Pontificia para la Vida Obispos españoles, XII-2002, una síntesis fácil de entenderEtica médica Experto en células madre descarta las embrionarias Stem Cell Pastoral letter "The Basics About Stem Cells." by Maureen L. Condic |
No
habría objeción moral a la utilización de células madre de embriones
para investigación o terapia si pudieran obtenerse sin matar o dañar a
los embriones. La controversia es solo sobre la ética de destruir
embriones humanos deliberadamente con el propósito de cosechar sus
células madre.
|
Explicación de la controversia en torno a las Células Estaminales (Stem Cell research)Padre Jordi Rivero, 2006
¿Por que investigan con células estaminales (CE)? -Porque se han suscitado grandes expectaciones sobre estas células, especulando que tienen un gran potencial de proveer curas casi milagrosas en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades. La hechos hasta ahora no corresponden con las expectaciones. El reconocido genetista Angelo Luigi Vescovi, co-director del Instituto de Investigación de Células Estaminales del Hospital San Rafael de Milán, declara: «las células estaminales embrionales raramente surten el efecto esperado».
¿Por que investigan con células estaminales (CE)? -Porque se han suscitado grandes expectaciones sobre estas células, especulando que tienen un gran potencial de proveer curas casi milagrosas en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades. La hechos hasta ahora no corresponden con las expectaciones. El reconocido genetista Angelo Luigi Vescovi, co-director del Instituto de Investigación de Células Estaminales del Hospital San Rafael de Milán, declara: «las células estaminales embrionales raramente surten el efecto esperado».
¿Cual es la posición de la Iglesia? La Iglesia valora la investigación mientras no se violen los principios de la moral. Entre estos, el respeto a la vida. La vida comienza en la concepción. Es un hecho científico>>>.
Cuando se obtienen las Células Estaminales (CE) de un embrión vivo (ser
humano), se le mata, por lo que es inmoral. Pero existen alternativas.
Existen alternativas moralmente aceptables para obtener las células estaminales.
|
Existen formas de obtener CE que son moralmente aceptables:
Las CE se pueden obtener, entre otros, de abortos espontáneos, del
cordón umbilical o de personas adultas. Entonces no hay objeción moral.
Por
lo tanto es FALSO decir que la Iglesia se opone a la investigación con
CE cuando solo se opone a que estas se extraigan de un embrión.
El
genetista Angelo Vescovi, utiliza células estaminales embrionales de
los abortos espontáneos. No hay problema moral ya que el bebé ya estaría
muerto. De hecho, «bastarían los 44 abortos (espontáneos) que ocurren
semanalmente sólo en la provincia de Milán para la terapia de decenas de
miles de enfermos»>>>
El doctor Dr. Luis E. Ráez >>>:
"Las celulas estaminales de adultos (CEA) son la alternativa humana y
cristiana a la inmoral experimentacion y clonación de seres humanos. Las
CEA se obtienen fácilmente ahora de la sangre, la medula osea o el
cordón umbilical"
"Las células estaminales tomadas de adultos (método moral), han tenido mas éxito, como en diabetes juvenil (Reporte del American Diabetis Assoc. 24 de junio, 2001); en daños de la espina dorsal (Toronto Globe and Mail, 15 de junio, 2001); en reparación de la cornea (New England Journal of Medicine, 13 julio, 2000).
¿El temor que existe sobre los experimentos con embriones no es el mismo que surge cada vez que aparece una nueva tecnología?Respuesta: "Lo
que es original aquí es la terapia celular, conseguir que unas células
sustituyan a otras. Lo que no es una novedad o no es un progreso es el origen de
esas células, es decir de dónde las tomamos. Tomarlas de un embrión, en
base a destruirlo, no tiene racionalidad. -Natalia López Moratalla,
especialista en bioquímica de la Universidad de Navarra, España. Entrevista con La Nación, Costa Rica, Feb. 2005.
"La
ignorancia está en no conocer los datos reales, en términos de los
resultados que hemos visto entre células madre embrionarias y las
células madre adultas. Tenemos muchos resultados positivos para las
células madre adultas y prácticamente ninguno para las células madre
embrionarias. Si uno escucha a aquellos que están a favor de la
investigación en embriones humanos, continúan hablando de esperanza,
promesas vacías".David Prentice, especialista en bioquímica de la
Universidad de Indiana, Estados Unidos, Entrevista con La Nación, Costa Rica, Feb 2005.
¿De donde proceden los embriones humanos utilizados para obtener CE y otros experimentos?1-
Embriones ya existentes por la Fertilización en Vitro. Algunas parejas,
en su afán por tener hijos a todo costo, han recurrido al laboratorio
donde se han creado niños de probeta. En el proceso se han creado
también muchos embriones que ahora están utilizando para experimentos.2-
Embriones creados en el laboratorio y "cosechados" para abastecer un
mercado de "piezas humanas" de repuesto. Estos recursos causan la muerte
del embrión, por lo que son inmorales.
Justificaciones para la matanza de embriones y respuestas:1- Que estos no son todavía seres humanos por ser células muy pequeñas.
-Pero el hecho es que los embriones son personas únicas y genéticamente completas. Su pequeñez no reduce su humanidad. Si utilizamos la lógica que nos proponen, un bebé sería menos persona que un adulto.2-Que los embriones no son mas que células desechadas. Si ya existen, argumentan, ¿por que no utilizarlos?
-Esto denota una ética utilitarista según la cual las personas valen tan solo cuando son amadas. Nos olvidamos que en el siglo XX esta mentalidad causó un holocausto. 3-Que es necesario matar los embriones para curar a muchas personas.
-Primero hay que recordar que el valor terapéutico de las células estaminales procedente de los embriones no está aun probado. Segundo: como hemos dicho, las CE se pueden obtener moralmente. Pero vamos a suponer que la única forma de obtener CE fuese matando un embrión. Aun tendríamos que oponernos porque sería matar un ser humano inocente lo cual nunca puede ser lícito. Un principio fundamental de moral es: El fin no justifica los medios.
Justificaciones para la matanza de embriones y respuestas:1- Que estos no son todavía seres humanos por ser células muy pequeñas.
-Pero el hecho es que los embriones son personas únicas y genéticamente completas. Su pequeñez no reduce su humanidad. Si utilizamos la lógica que nos proponen, un bebé sería menos persona que un adulto.2-Que los embriones no son mas que células desechadas. Si ya existen, argumentan, ¿por que no utilizarlos?
-Esto denota una ética utilitarista según la cual las personas valen tan solo cuando son amadas. Nos olvidamos que en el siglo XX esta mentalidad causó un holocausto. 3-Que es necesario matar los embriones para curar a muchas personas.
-Primero hay que recordar que el valor terapéutico de las células estaminales procedente de los embriones no está aun probado. Segundo: como hemos dicho, las CE se pueden obtener moralmente. Pero vamos a suponer que la única forma de obtener CE fuese matando un embrión. Aun tendríamos que oponernos porque sería matar un ser humano inocente lo cual nunca puede ser lícito. Un principio fundamental de moral es: El fin no justifica los medios.
Las células estaminales y la políticaLas
investigaciones y experimentos con seres humanos se llevan a cabo en
varios países. En muchos otros, incluso USA, las corporaciones privadas,
que buscan grandes ganancias, llevan a cabo investigaciones con células
estaminales obtenidas de embriones humanos. Sin embargo, en USA, desde septiembre del 2001, la ley limita el uso de fondos gubernamentales
solo a las investigaciones con células estaminales (CE) de adultos ó CE
de embriones ya sacrificados previamente al día que se dio la ley. El
Presidente de Estados Unidos se ha mantenido firme en esta posición en
defensa de la vida humana.
Una campaña engañosa busca derogar la ley arriba mencionada. Esta
cuenta con la figuras políticas y personas famosas que nos quieren
hacer creer que la ley está impidiendo la curación de enfermos. Detrás
están las corporaciones farmacéuticas. En general la prensa favorece
esta campaña. No mencionan las alternativas para obtener las CE y con frecuencia tildan a sus opositores de fanáticos religiosos.
Posición de la Iglesia
Para la explicación completa vea: Declaración de la Academia Pontificia para la Vida sobre la producción y uso científico y terapéutico de las de las células estaminales embrionarias humanas.
Para la explicación completa vea: Declaración de la Academia Pontificia para la Vida sobre la producción y uso científico y terapéutico de las de las células estaminales embrionarias humanas.
Aquí un par de párrafos de este doc.:
El problema ético, que es fundamental, puede formularse así: ¿Es moralmente lícito producir y/o utilizar embriones humanos vivos para la preparación de ES (células estaminales)?
"La respuesta es negativa", por las siguientes razones:
1. Sobre la base de un análisis biológico completo, el embrión humano vivo es, a partir de la fusión de los gametos, un sujeto humano con una identidad bien definida, el cual comienza desde ese momento su propio desarrollo, coordinado, continuo y gradual, de tal modo que en ningún estadio sucesivo puede ser considerado como una simple masa de células14.
2. En consecuencia, como "individuo humano", tiene derecho a su propia vida. Por consiguiente, cualquier intervención que no sea en favor del embrión mismo, es un acto que viola dicho derecho. La teología moral ha enseñado siempre que, en el caso del "jus certum tertii", no es aplicable el sistema del probabilismo15.
4. Ningún fin considerado bueno, como la utilización de la células estaminales que podrían obtenerse para la preparación de otras células diferenciadas con vistas a procedimientos terapéuticos de grandes expectativas, puede justificar esa intervención. Un fin bueno no hace buena una acción en sí misma mala.
5. Para un católico, dicha postura ha sido confirmada por el Magisterio explícito de la Iglesia que, en la encíclica Evangelium vitae -refiriéndose también a la instrucción Donum vitae de la Congregación para la doctrina de la fe-, afirma que "la Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando, que al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia, se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se le debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual: 'El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida'" (n. 60)[16].
El Catecismo enseña:
El problema ético, que es fundamental, puede formularse así: ¿Es moralmente lícito producir y/o utilizar embriones humanos vivos para la preparación de ES (células estaminales)?
"La respuesta es negativa", por las siguientes razones:
1. Sobre la base de un análisis biológico completo, el embrión humano vivo es, a partir de la fusión de los gametos, un sujeto humano con una identidad bien definida, el cual comienza desde ese momento su propio desarrollo, coordinado, continuo y gradual, de tal modo que en ningún estadio sucesivo puede ser considerado como una simple masa de células14.
2. En consecuencia, como "individuo humano", tiene derecho a su propia vida. Por consiguiente, cualquier intervención que no sea en favor del embrión mismo, es un acto que viola dicho derecho. La teología moral ha enseñado siempre que, en el caso del "jus certum tertii", no es aplicable el sistema del probabilismo15.
4. Ningún fin considerado bueno, como la utilización de la células estaminales que podrían obtenerse para la preparación de otras células diferenciadas con vistas a procedimientos terapéuticos de grandes expectativas, puede justificar esa intervención. Un fin bueno no hace buena una acción en sí misma mala.
5. Para un católico, dicha postura ha sido confirmada por el Magisterio explícito de la Iglesia que, en la encíclica Evangelium vitae -refiriéndose también a la instrucción Donum vitae de la Congregación para la doctrina de la fe-, afirma que "la Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando, que al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia, se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se le debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual: 'El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida'" (n. 60)[16].
El Catecismo enseña:
2273 El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislación: "Los derechos inalienables de la persona deben ser reconocidos y respetados por parte de la sociedad civil y de la autoridad política. Estos derechos del hombre no están subordinados ni a los individuos ni a los padres, y tampoco son una concesión de la sociedad o del Estado: pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona en virtud del acto creador que la ha originado. Entre esos derechos fundamentales es preciso recordar a este propósito el derecho de todo ser humano a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte". "Cuando una ley positiva priva a una categoría de seres humanos de la protección que el ordenamiento civil les debe, el Estado niega la igualdad de todos ante la ley. Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho... El respeto y la protección que se han de garantizar, desde su misma concepción, a quien debe nacer, exige que la ley prevea sanciones penales apropiadas para toda deliberada violación de sus derechos".
2274 Puesto que debe ser tratado como una persona desde la concepción, el embrión deberá ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano. El diagnóstico prenatal es moralmente lícito, "si respeta la vida e integridad del embrión y del feto humano, y si se orienta hacia su protección o hacia su curación... Pero se opondrá gravemente a la ley moral cuando contempla la posibilidad, en dependencia de sus resultados, de provocar un aborto: un diagnóstico que atestigua la existencia de una malformación o de una enfermedad hereditaria no debe equivaler a una sentencia de muerte".
Genetista Angelo Vescovi:-LAS CÉLULAS ESTAMINALES EMBRIONALES RARAMENTE SURTEN EL EFECTO ESPERADO-El
modo de obtener células estaminales embrionales es de los abortos
espontáneos. He dicho “espontáneos”, recalcó. De hecho, bastarían los 44
abortos que ocurren semanalmente sólo en la provincia de Milán para la
terapia de decenas de miles de enfermos.
El profesor Angelo Vescovi interviene en el «Meeting» de Rímini (Italia)RÍMINI, viernes, 27 agosto 2004 (www.ZENIT.org)
Lejos de lo que se piensa y difunde, «las células estaminales embrionales raramente surten el efecto esperado», reveló el miércoles el profesor Angelo Luigi Vescovi --co-director del Instituto de Investigación de Células Estaminales del Hospital San Rafael de Milán— en el multitudinario «Meeting» que comenzando el 22 de agosto, 2004 se celebró en la localidad italiana de Rímini por iniciativa de Comunión y Liberación.
El profesor Angelo Vescovi interviene en el «Meeting» de Rímini (Italia)RÍMINI, viernes, 27 agosto 2004 (www.ZENIT.org)
Lejos de lo que se piensa y difunde, «las células estaminales embrionales raramente surten el efecto esperado», reveló el miércoles el profesor Angelo Luigi Vescovi --co-director del Instituto de Investigación de Células Estaminales del Hospital San Rafael de Milán— en el multitudinario «Meeting» que comenzando el 22 de agosto, 2004 se celebró en la localidad italiana de Rímini por iniciativa de Comunión y Liberación.
Experto
a nivel internacional en este campo de la ciencia, el profesor de
Biología Celular recalcó que la idea «según la cual las células
totipotentes extraídas de los embriones sean verdaderamente la panacea
de todos los males no está fundada científicamente». De acuerdo con sus
explicaciones, «las células estaminales están presentes en el organismo
humano por el feto desarrollado hasta la muerte del individuo. Y están
allí para trabajar como una gran y extraordinaria oficina de
manutención» que funciona «en todo instante del día para sustituir las
células que incluso con el más banal de los movimientos mueren». Así
describió la existencia de células estaminales disponibles para todo
tipo de tejido, listas para subsanar, si es necesario, cualquier daño.
Basta con pensar que cada quince días todos los glóbulos rojos de la
persona son reemplazados.
El
profesor Vescovi subrayó que las «verdaderas células estaminales son
las de los adultos», que «en términos especialistas se denominan
“somáticas” o “pluripotentes”». Las embrionales se llaman en cambio
“totipotentes” y están hechas para «crear, no para reparar», distinguió.
«Contrariamente a cuanto difunden los medios de comunicación, las
células estaminales raramente surten el efecto esperado. Podrían incluso
revelarse muy peligrosas, creando las condiciones para la formación de
neoplasias o tumores». Al hilo de lo anterior, precisó que el «embrión
es un ser humano»: «esto es innegable», declaró a la publicación
«Meeting quotidiano» (26 de agosto) del encuentro de Rímini.
En
este contexto, el genetista, –se define «agnóstico, prácticamente ateo»
y «taoísta»--, advirtió que «cualquier intento de hacer comenzar la
vida humana en un momento posterior es arbitrario y no sostenido por
argumentación científica». Para el profesor Vescovi, el modo de obtener
células estaminales embrionales es «de los abortos espontáneos». «He
dicho “espontáneos”», recalcó. De hecho, «bastarían los 44 abortos que
ocurren semanalmente sólo en la provincia de Milán para la terapia de
decenas de miles de enfermos», concluyó.
ZS04082706
ZS04082706
Descubrimientos Científicos en las Investigaciones con
Celulas Estaminales de Adultos
Aumentan la Esperanza de Poder Salvar Embriones Humanos
Dr. Luis E. Ráez
Publicado con su permiso
Celulas Estaminales de Adultos
Aumentan la Esperanza de Poder Salvar Embriones Humanos
Dr. Luis E. Ráez
Publicado con su permiso
Que son las celulas estaminales (CE) o “celulas madre”:Son
el componente escencial de todo embrión recien formado. Las CE tienen
una capacidad asombrosa de desarrollarse y reproducirse formando luego
durante el embarazo todos los organos del nuevo ser humano. Muchos
cientificos tienen la esperanza de usar CE para “reparar” tejidos
dañados por enfermedades incurables como en el caso de demencia de
Alzhaimer, diabetes ó paralisis de medula espinal. El problema es que
los cientificos extraen las CE de embriones recien formados en el
laboratorio matando durante el procedimiento al embrion humano. Asimismo
debido a la necesidad de obtener mas embriones humanos para estos
procesos se esta considerando fuertemente la posibilidad de clonar
embriones humanos (como en una “factoria” o “produccion en serie”) para
matarlos y obtener cantidades significativas de CE para experimentos,
esta es la llamada “clonacion terapeutica”.
Otra posibilidad de obtencion de CE esta en los embriones congelados que han “sobrado” de los procesos de fecundacion in vitro (FIV), que se realizan cuando las parejas esteriles buscan engendrar artificialmente, en los laboratorios de FIV se engendran varios bebes y se van implantando en el utero de la madre por grupos, si se tiene éxito con alguno de los primeros entonces quedaran algunos embriones “sobrantes”. Estos embriones estan almacenados y que como los padres ya han engendrado el bebe que querian no quieren mas hijos, hasta ahora estos embriones estan protegidos por ley pero como nadie los quiere siempre son el blanco de pedidos de gente inmoral e inescrupulosa que quieren que se usen para experimentos cientificos.
Desde septiembre del ano 2001, la asignación de fondos gubernamentales a las investigaciones con celulas estaminales (CE) ha estado limitada a las investigaciones en CE de adultos ó CE de embriones ya sacrificados previamente al dia que se dio la ley, no se permite en Norteamerica la investigación en CE o clonación con fondos gubernamentales. Sin embargo las investigaciones y experimentos en seres humanos continuan en paises extranjeros como Corea del Sur que hace poco hizo propaganda de haber logrado clonar un ser humano; o en manos de corporaciones privadas que buscan obtener en el futuro ingresos significativos provenientes de los posibles descrubrimientos medicos.
Las celulas estaminales de adultos (CEA) son la alternativa humana y cristiana a la inmoral experimentacion y clonación de seres humanos. Las CEA se obtienen facilmente ahora de la sangre, la medula osea o el cordon umbilical. Por mas de 30 años se vienen usando por ejemplo CEA para tranplantes de medula osea exitosamente en la lucha contra el cancer. Sin embargo la mayoria de cientificos y publico en general no quiere invertir recursos ni tiempo en investigar otras CEA en el cerebro, pancreas, u otros organos; prefieren la alternativa facil de engendrar o clonar embriones humanos y matarlos para obtener mas CE y permanentemente desacreditan la investigacion seria en CEA con los pretextos ya mencionados arriba y ademas con la idea errada que al ser celulas ya “adultas” probablemente tienen una capacidad limitada en la reparacion de tejidos que es inferior a las celulas estaminales jovenes de un embrion recien sacrificado.
La revista Lancet que es una de las mas prestigiosas publicaciones cientificas a nivel mundial dedico el numero del 16 de Julio del 2004 al tema de las CE. Desafortunadamente aprovecharon para publicar varios articulos de cientificos solicitando al presidente Bush y al congreso promover la investigacion en CE incluyendo como medio la “clonacion terapeutica” descrita antes. Sin embargo tambien en ese mismo numero Lancet publico 3 articulos muy interesantes acerca de los avances en celulas estaminales de adultos. El primer articulo de Wollert y otros cientificos alemanes (Lancet 364; 9429; July 10-16, 2004, 141-8) es un estudio en pacientes que han sufrido infartos cardiacos y tienen el corazon dañado. A un grupo de ellos se les inyecto CEA de la medula osea y a otro grupo no. El grupo que recibio CEA experimento una mejoria cardiaca singificativa comparado con el grupo de controles. No es claro todavia si la CEA de la medula osea se transforma en celula cardiaca que es algo muy controversial, o probablemente la CEA de la medula osea induce que las celulas cardiacas danadas produzcan sustancias llamadas cytokinas que mejoran la reparacion del corazon, entre otros efectos posibles. Pero este estudio en seres humanos demuestra claramente que las CEA de medula osea pueden ayudar a reparar otros organos como el corazón.
El segundo estudio de Seo y colaboradores (Lancet 364; 9429; July 10-16, 200, 149-155 ); es un estudio de celulas estaminales adultas periodontales (de la boca); estas se aislaron y se procesaron en el laboratorio, luego se inyectaron en roedores y se comprobo que las CEA pudieron reparar tejido periodontal en roedores; demostrandose asi que las CEA aun tienen una capacidad de regeneración grande a pesar de lo que algunos cientificos creen. El tercer estudio de Joannides (Lancet 364; 9429; July 10-16, 2004; 172-177) reporta como se aislaron celulas precursoras de tejido nervioso cerebral a partir de un experimento hecho con CEA de piel. Estos tres estudios muestran claramente como las CEA pueden todavia ser muy utiles para reparar tejidos danados; estas CEA se han extraido facilmente de personas adultas sin poner en peligro la vida de ningun embrion.
Todos estos estudios recientes y muchos otros similares abren la esperanza de la alternativa de CEA para la investigacion cientifica sin necesidad de sacrificar embriones humanos. La mayoria de cientificos del mundo desconocen al embrion humano como persona y quieren usarlo como sujeto de experimentacion; lamentablemente tienen como aliados a los millones de pacientes del mundo que tienen enfermedades incurables o cronicas a los que les han prometido que la investigacion en CE originara la cura para sus dolencias o la de sus seres queridos. Tenemos el claro ejemplo de Nancy Regan que vio morir a su esposo el expresidente Regan con demencia de Alzhaimer y promueve ahora la investigacion de CE para buscar la cura para ese mal; sin embargo el expresidente Ronald Regan en vida siempre se opuso a esto porque el siempre defendio la dignidad de la persona humana desde su concepcion. Y esto es importante, muchos de nosotros cientificos o no cientificos no quisieramos ser curados de una de estas enfermedades al precio de sacrificar vidas de otros seres humanos usados como “conejillos de indias” o materia prima para la investigacion.
La investigacion en CE trae la posibilidad y la “promesa” de descubrimientos cientificos importantes, sin embargo aun no esta claramente demostrado los beneficios que se derivaran de esto, por lo en otras palabras, ni siquiera es seguro si el sacrificio de todos estos embriones sera suficiente para alcanzar la cura de una de estas enfermedades incurables. El fin nunca ha justificado los medios y ahora no es momento que si los justifique cuando las vidas de tantos seres humanos inocentes estan de por medio.
*El Dr. Luis E. Raez es Director de la Unidad de Quimioterapia y Clinicas de Oncologia Medica del “Sylvester Comprehensive Cancer Center” de Miami donde tambien se desempeña el cargo de lider del grupo de Oncologia Toraxica; además es Profesor Asistente de Medicina, Epidemiología y Salud Pública en la División de Hematología Clínica y Oncología Médica, Departamento de Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami.
Otra posibilidad de obtencion de CE esta en los embriones congelados que han “sobrado” de los procesos de fecundacion in vitro (FIV), que se realizan cuando las parejas esteriles buscan engendrar artificialmente, en los laboratorios de FIV se engendran varios bebes y se van implantando en el utero de la madre por grupos, si se tiene éxito con alguno de los primeros entonces quedaran algunos embriones “sobrantes”. Estos embriones estan almacenados y que como los padres ya han engendrado el bebe que querian no quieren mas hijos, hasta ahora estos embriones estan protegidos por ley pero como nadie los quiere siempre son el blanco de pedidos de gente inmoral e inescrupulosa que quieren que se usen para experimentos cientificos.
Desde septiembre del ano 2001, la asignación de fondos gubernamentales a las investigaciones con celulas estaminales (CE) ha estado limitada a las investigaciones en CE de adultos ó CE de embriones ya sacrificados previamente al dia que se dio la ley, no se permite en Norteamerica la investigación en CE o clonación con fondos gubernamentales. Sin embargo las investigaciones y experimentos en seres humanos continuan en paises extranjeros como Corea del Sur que hace poco hizo propaganda de haber logrado clonar un ser humano; o en manos de corporaciones privadas que buscan obtener en el futuro ingresos significativos provenientes de los posibles descrubrimientos medicos.
Las celulas estaminales de adultos (CEA) son la alternativa humana y cristiana a la inmoral experimentacion y clonación de seres humanos. Las CEA se obtienen facilmente ahora de la sangre, la medula osea o el cordon umbilical. Por mas de 30 años se vienen usando por ejemplo CEA para tranplantes de medula osea exitosamente en la lucha contra el cancer. Sin embargo la mayoria de cientificos y publico en general no quiere invertir recursos ni tiempo en investigar otras CEA en el cerebro, pancreas, u otros organos; prefieren la alternativa facil de engendrar o clonar embriones humanos y matarlos para obtener mas CE y permanentemente desacreditan la investigacion seria en CEA con los pretextos ya mencionados arriba y ademas con la idea errada que al ser celulas ya “adultas” probablemente tienen una capacidad limitada en la reparacion de tejidos que es inferior a las celulas estaminales jovenes de un embrion recien sacrificado.
La revista Lancet que es una de las mas prestigiosas publicaciones cientificas a nivel mundial dedico el numero del 16 de Julio del 2004 al tema de las CE. Desafortunadamente aprovecharon para publicar varios articulos de cientificos solicitando al presidente Bush y al congreso promover la investigacion en CE incluyendo como medio la “clonacion terapeutica” descrita antes. Sin embargo tambien en ese mismo numero Lancet publico 3 articulos muy interesantes acerca de los avances en celulas estaminales de adultos. El primer articulo de Wollert y otros cientificos alemanes (Lancet 364; 9429; July 10-16, 2004, 141-8) es un estudio en pacientes que han sufrido infartos cardiacos y tienen el corazon dañado. A un grupo de ellos se les inyecto CEA de la medula osea y a otro grupo no. El grupo que recibio CEA experimento una mejoria cardiaca singificativa comparado con el grupo de controles. No es claro todavia si la CEA de la medula osea se transforma en celula cardiaca que es algo muy controversial, o probablemente la CEA de la medula osea induce que las celulas cardiacas danadas produzcan sustancias llamadas cytokinas que mejoran la reparacion del corazon, entre otros efectos posibles. Pero este estudio en seres humanos demuestra claramente que las CEA de medula osea pueden ayudar a reparar otros organos como el corazón.
El segundo estudio de Seo y colaboradores (Lancet 364; 9429; July 10-16, 200, 149-155 ); es un estudio de celulas estaminales adultas periodontales (de la boca); estas se aislaron y se procesaron en el laboratorio, luego se inyectaron en roedores y se comprobo que las CEA pudieron reparar tejido periodontal en roedores; demostrandose asi que las CEA aun tienen una capacidad de regeneración grande a pesar de lo que algunos cientificos creen. El tercer estudio de Joannides (Lancet 364; 9429; July 10-16, 2004; 172-177) reporta como se aislaron celulas precursoras de tejido nervioso cerebral a partir de un experimento hecho con CEA de piel. Estos tres estudios muestran claramente como las CEA pueden todavia ser muy utiles para reparar tejidos danados; estas CEA se han extraido facilmente de personas adultas sin poner en peligro la vida de ningun embrion.
Todos estos estudios recientes y muchos otros similares abren la esperanza de la alternativa de CEA para la investigacion cientifica sin necesidad de sacrificar embriones humanos. La mayoria de cientificos del mundo desconocen al embrion humano como persona y quieren usarlo como sujeto de experimentacion; lamentablemente tienen como aliados a los millones de pacientes del mundo que tienen enfermedades incurables o cronicas a los que les han prometido que la investigacion en CE originara la cura para sus dolencias o la de sus seres queridos. Tenemos el claro ejemplo de Nancy Regan que vio morir a su esposo el expresidente Regan con demencia de Alzhaimer y promueve ahora la investigacion de CE para buscar la cura para ese mal; sin embargo el expresidente Ronald Regan en vida siempre se opuso a esto porque el siempre defendio la dignidad de la persona humana desde su concepcion. Y esto es importante, muchos de nosotros cientificos o no cientificos no quisieramos ser curados de una de estas enfermedades al precio de sacrificar vidas de otros seres humanos usados como “conejillos de indias” o materia prima para la investigacion.
La investigacion en CE trae la posibilidad y la “promesa” de descubrimientos cientificos importantes, sin embargo aun no esta claramente demostrado los beneficios que se derivaran de esto, por lo en otras palabras, ni siquiera es seguro si el sacrificio de todos estos embriones sera suficiente para alcanzar la cura de una de estas enfermedades incurables. El fin nunca ha justificado los medios y ahora no es momento que si los justifique cuando las vidas de tantos seres humanos inocentes estan de por medio.
*El Dr. Luis E. Raez es Director de la Unidad de Quimioterapia y Clinicas de Oncologia Medica del “Sylvester Comprehensive Cancer Center” de Miami donde tambien se desempeña el cargo de lider del grupo de Oncologia Toraxica; además es Profesor Asistente de Medicina, Epidemiología y Salud Pública en la División de Hematología Clínica y Oncología Médica, Departamento de Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami.
Dr. Luis E. Ráez
Publicado con su permiso
Publicado con su permiso
En los últimos meses los Estados Unidos y algunos países europeos han
sido escenario de fuertes debates en torno a los posibles usos de las
células estaminales (stem cells, en inglés). Luego de diversos
descubrimientos en este campo, numerosos científicos piensan que estas
células, extraídas de embriones humanos, podrían ser utilizadas para el
tratamiento de enfermedades hasta ahora incurables —como la demencia de
Alzheimer, el Parkinson, la parálisis de médula espinal, infartos de
miocardio, diabetes mellitus, entre otras—. Prominentes figuras
políticas, actores famosos y corporaciones farmacéuticas han iniciado
una campaña de presión para la aprobación de leyes que permitan y
promuevan este tipo de investigaciones, buscando al mismo tiempo que
sean financiadas con fondos gubernamentales (especialmente en los
Estados Unidos) a fin de darles mayor importancia y garantizar una mayor
eficacia.
La extracción de células estaminales, sin embargo, origina la muerte
inmediata y la destrucción del embrión humano. El hecho de engendrar
embriones para este fin, por tanto, constituye un grave atentado contra
la dignidad de la persona humana. En el presente artículo nos proponemos
revisar brevemente algunos aspectos científicos y éticos de estas
investigaciones, y otros relacionados con las discusiones políticas que
vienen teniendo lugar en los Estados Unidos y Europa.
1. Células estaminales
Para situarnos mejor ante el problema es oportuno comprender qué son exactamente las células estaminales.
Como
es sabido, en el proceso de concepción o fecundación, el ovocito o
célula materna se une al espermatozoide en las trompas de Falopio de la
mujer, constituyendo un nuevo ser humano llamado, en este estadio,
cigoto. En esta etapa el cigoto tiene ya toda la información genética
necesaria para que el nuevo ser se desarrolle y crezca tanto en los
siguientes nueve meses dentro del útero materno como durante el resto de
su vida. En las horas que siguen a la fecundación, el cigoto empieza a
dividirse para formar el embrión. En las primeras 30 horas se divide en
cuatro células “totipotentes”, llamadas así porque, de separarse las
mismas, cada una de ellas podría originar un nuevo ser. Éste es uno de
los principales puntos de debate en relación a la clonación, ya que el
uso de células “totipotentes” es una de las dos posibles técnicas que,
de aprobarse, se usaría para clonar seres humanos como potenciales
fuentes de células estaminales para la experimentación.
Luego de cuatro días, el nuevo ser humano tiene doce células y se le
conoce como mórula. La mórula se dirige de la trompa de Falopio (donde
se dio la fecundación) al útero de la madre, donde se implanta, y recibe
el nombre de blastocisto. Ahí permanecerá por los próximos nueve meses,
hasta su nacimiento. El blastocito genera dos capas de células: la capa
interna o embrioblasto, que forma el embrión humano; y la capa externa o
trofoblasto, que forma la placenta. A este nivel tenemos que el
embrioblasto está formado por un grupo de células denominadas
“estaminales” (stem cells), que son células “pluripotenciales” o células “madre”. Esto
significa que, si bien cada una independientemente no puede generar un
individuo completo —como las células “totipotenciales” anteriormente
mencionadas—, sí tienen dos características fundamentales y únicas que
otras células del cuerpo no poseen: 1) la capacidad de reproducirse
constantemente, y 2) la capacidad de “diferenciarse”, es decir de
transformarse en una célula especializada del cuerpo humano[1]. Las células estaminales tienen la capacidad de generar los 220 tejidos y órganos que componen el cuerpo humano.
La investigación en células estaminales de animales se ha venido dando
desde hace muchos años con algunos éxitos. Se ha logrado, por ejemplo,
que estas células se reproduzcan en el laboratorio y generen otras
células más especializadas. Por citar un caso, se ha conseguido producir
tejido cardíaco.
La
actual controversia surgió cuando se logró aislar las primeras células
estaminales de embriones humanos. Algunos grupos privados de científicos
se sumaron a dichas iniciativas y comenzaron a experimentar con células
extraídas de embriones producidos específicamente para este fin
mediante la “fertilización in vitro” (FIV)[KB1][2].
Estos grupos ya han logrado hacerlas crecer en el laboratorio y en
algunas ocasiones han conseguido también que se multipliquen. Una
técnica usual utilizada en dichos ensayos consiste en extraer las
células estaminales del embrión y colocarlas en “cultivos celulares” con
fibroblastos (células del tejido conectivo) de ratón, donde las células
estaminales se reproducen constantemente, convirtiéndose así en una
fuente de recursos para la experimentación. El proceso es aún
imperfecto, por lo que se requiere constantes pruebas con nuevos
embriones. Muchos de los “cultivos celulares” no llegan a tener éxito o
son destruidos por factores externos, como por ejemplo la contaminación
bacteriana. Por otro lado, es preciso subrayar que al extraerse las
células estaminales del embrión humano éste muere inmediata e
inevitablemente, pues en esta etapa de su vida está formado solamente de
células estaminales en su capa interna y de las células que formarán la
placenta en su capa externa.
2. Ventajas de la investigación en células estaminales
Usualmente, durante el desarrollo del individuo, las células
estaminales embrionarias se diferencian, como señalamos arriba, en las
diversas células que formarán los distintos tejidos de la persona. Este
proceso, sin embargo, se piensa que es irreversible, especialmente
cuando se trata de las células de los órganos más importantes, como el
cerebro, el corazón, los músculos, que son las células con funciones más
“especializadas” en el cuerpo humano. Así pues, las enfermedades que
atacan o dañan irreversiblemente estos órganos no pueden ser curadas
(como la demencia) o dejan secuelas para siempre (como la diabetes o los
infartos de miocardio), a menos que consigamos que las células dañadas
sean reemplazadas o reparadas.
Lo que más esperanza da en el campo médico es que la investigación con
células estaminales consiga que las mismas puedan ser forzadas a
diferenciarse en el laboratorio, obteniendo así los tejidos que se
requieren para curar o aliviar dichas enfermedades. Ya se ha logrado que
en ciertos casos células estaminales se diferencien en células de la
médula espinal o neuronas cerebrales, abriendo así la posibilidad de
reemplazar las neuronas de un adulto dañadas por la demencia de
Alzheimer o el Parkinson, recuperando de esta manera a enfermos que
actualmente se consideran inválidos o discapacitados de por vida y cuya
situación continuaría empeorando hasta el momento de su muerte[3].
Por otro lado, científicos de la Universidad Johns Hopkins han
conseguido que ratones con enfermedades degenerativas nerviosas de la
médula espinal recuperen cierto movimiento al implantarles dichas
células estaminales[4].
Otros grupos de científicos, basados en experimentos que sugieren la
posibilidad de diferenciar las células estaminales en células del tejido
cardíaco, trabajan con la esperanza de producir a corto plazo el tejido
que reemplace la porción del corazón humano adulto que muere cuando la
persona sufre de un infarto de miocardio[5].
También se podrían formar nuevas células del páncreas e introducirlas
en un paciente con diabetes, enfermedad originada precisamente por el
daño irreversible de las células pancreáticas, curándolo parcial o
totalmente[6]. Lamentablemente estas enfermedades son bastante comunes, con millones de enfermos en todo el mundo.
Los ejemplos anteriormente mencionados son sólo algunos de los posibles
“usos” de las células estaminales. Pero la propaganda periodística y
las esperanzas de los pacientes y sus familiares hace crecer la lista de
enfermedades que podrían ser erradicadas o mejor controladas, generando
en muchos casos falsas expectativas. Algunos grupos privados en Estados
Unidos, como la Geron Corporation, afirman que ya han sido
capaces de lograr la diferenciación de las células estaminales en más de
110 de los 220 tejidos que constituyen el cuerpo humano. Que esto sea
cierto y posible no quiere decir, sin embargo, que tengamos ya la
tecnología apropiada para aplicarla en seres humanos, como se espera. De
hacer crecer una célula en una probeta de laboratorio a esperar que
reemplace a una neurona del cerebro y que revierta una enfermedad
incurable, todo ello sin ningún daño al paciente, hay muchos pasos por
recorrer. Queda claro que la posibilidad de que se usen estas células y
los productos derivados de ellas en forma terapéutica, con las
potencialidades de comercialización en el futuro, es lo que más atrae el
interés de las corporaciones privadas.
El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH) publicó en
julio del presente año un reporte favorable al uso de fondos
gubernamentales para incrementar la investigación en células estaminales
con argumentos como los anteriormente expuestos[7].
La prensa estadounidense, motivada por grupos de interés, inició una
campaña muy agresiva en la que prácticamente aseguraba a los pacientes y
familiares que las investigaciones con células estaminales serían la
solución a cientos de enfermedades, la mayoría de ellas actualmente
incurables. Artistas de cine muy conocidos como Christopher Reeve —quien
sufre de parálisis en las extremidades por una lesión irreversible en
la médula espinal— y Michael Fox —quien padece de Parkinson—, entre
otros, han ayudado significativamente a propagar esta idea, motivados
por la esperanza que ellos mismos tienen al respecto.
La falta de información acerca del tema llevó incluso a que, por
ejemplo, algunos conocidos políticos pro-vida estadounidenses como los
senadores Orrin Hatch y Tommy Thompson (el actual Secretario de Salud
del gobierno del presidente Bush) apoyasen estas iniciativas.
Lamentablemente, esa falta de información llevó también a que, según
encuestas de opinión realizadas en Estados Unidos en julio de este año,
cerca del 57% de los que se oponen al aborto y 70% de los que se
declaran católicos apoyen la investigación en células estaminales [KB2]por
las bondades reales o ficticias que prometen, sin tener una idea clara
de las consecuencias que esta opción trae para la vida y dignidad del
embrión humano que tiene que ser destruido.
3. Obtención de células estaminales para la investigación médica
El hecho de tener que destruir embriones humanos para obtener células
estaminales felizmente todavía genera dudas entre los que tienden a
estar a favor de tal medida. En los Estados Unidos, por esta razón
algunos científicos y políticos propusieron que no se permitiera la
producción “en cadena” de embriones en el laboratorio con el exclusivo
fin de promover esta investigación, pero sí que se usen cerca de 100,000
embriones humanos que se encuentran actualmente congelados en clínicas
de fertilización in vitro.
Como sabemos, hay parejas no fértiles que, en un afán quizá desesperado
por concebir, recurren a técnicas de fertilización in vitro. Éstas
consisten básicamente en producir la fertilización (unión del
espermatozoide con el óvulo materno) en el laboratorio y luego implantar
el embrión en la madre. Como el proceso no es 100% efectivo, se
prefiere generar entre seis y diez embriones. Si alguno de los primeros
se implanta exitosamente en el útero materno y se desarrolla finalmente
en un bebé, los embriones “sobrantes” son entonces descartados o
congelados para algún uso futuro. No han faltado quienes, con una
aproximación netamente utilitarista, han propuesto usar estos embriones
como fuente de células estaminales, puesto que “de todas maneras serán
destruidos”. Ya durante el gobierno del presidente Clinton se intentó
usar estos embriones en los Estados Unidos para experimentación humana
con el mismo raciocinio, medida que felizmente no llegó a encontrar un
respaldo legislativo.
Lamentablemente, una alternativa como la extracción de estas células
estaminales de bebés espontáneamente abortados, no es posible, aun
cuando el bebé conserva todavía un buen número de células estaminales en
la sangre del cordón umbilical y otros órganos. Ello se debe
principalmente a que estas situaciones, que no son muy numerosas, son
impredecibles. Además, a veces el bebé permanece en el útero muerto
varias horas antes de ser espontáneamente abortado, lo que lleva al
deterioro de las células estaminales. La obtención de células
estaminales de abortos provocados, en cambio, genera serios problemas
éticos, pues al igual que la destrucción de embriones humanos, se
estaría comercializando con los restos de víctimas de un acto inmoral o,
incluso, incentivando el asesinato de seres humanos con este fin. Por
tanto, éstas no pueden considerarse opciones para la obtención de
células estaminales embrionarias.
4. Riesgos morales de la investigación en células estaminales
Los riesgos son numerosos y no es posible predecirlos con cierta
precisión, pues todavía no conocemos qué usos predominarán en la
manipulación de células estaminales, ni los posibles descubrimientos
científicos que en el camino puedan surgir, ni el cauce por el que
discurrirá la comercialización que de todo ello derive. Más allá de las
posibilidades que se presenten en el futuro, por lo menos detectamos hoy
tres problemas morales importantes:
4.1. Desconocer al embrión como ser humano y negarle el derecho a la vida
Como hemos visto, un buen número de científicos justifica la producción
y destrucción de embriones humanos para obtención de células
estaminales. Algunos de sus argumentos ya han sido descritos, en los que
queda clara una mentalidad utilitarista que a la vez relativiza y
reduce el valor de la persona humana representada en el embrión. Así, no
vacilan en sacrificarla con el propósito —alcanzable real o
hipotéticamente— de investigar para obtener la cura de ciertas
enfermedades.
Otros científicos justifican su forma de pensar y actuar afirmando que
no consideran al embrión como ser humano. Al respecto, grupos de interés
han intentado, lastimosamente muchas veces con éxito, trastocar la
definición del inicio de la vida humana. Así, han procurado desconocer
la concepción o fecundación como el momento en que se inicia la vida —de
lo que no se había dudado durante décadas en la comunidad científica,
al menos no antes del inicio del proceso de legalización del aborto—,
sosteniendo más bien que se inicia recién cuando se da la implantación
del bebé en el útero materno, lo que ocurre alrededor del séptimo día de
vida. Por ello, argumentan que no hay ningún problema ético en el hecho
de producir embriones en el laboratorio y experimentar con ellos o
extraerles las células estaminales antes de implantarlos, puesto que “no
serían todavía seres humanos”. Se busca justificar esta errada
concepción argumentando que no todos los embriones que intentan
implantarse sobreviven. A veces hasta el 30% de ellos son
espontáneamente abortados por un proceso natural, como puede ocurrir
también en cualquier momento del embarazo o incluso después, ya que
nunca el 100% de todos los recién nacidos sobreviven. Estos grupos de
interés obtienen de esta manera la “libertad” de manipular al embrión y
justificar de paso el uso de métodos abortivos —como los dispositivos
intrauterinos (DIU) o, más recientemente, la píldora RU-486 o “píldora
del día siguiente”— que impiden la implantación del bebé. Si el embrión
no es considerado ser humano porque —se dice— no necesariamente
sobrevivirá, cabe preguntarse: ¿Puede algún recién nacido considerarse
capaz de sobrevivir por sí mismo, sin el cuidado de sus padres? Y, más
aún, ¿no es la posibilidad de la muerte una realidad para todo ser
humano y característica ineludible de la vida como la conocemos en este
peregrinar terreno?
Como señalábamos anteriormente, los médicos y científicos, hasta antes
de que el aborto entrara en debate en Estados Unidos y en el resto del
mundo, teníamos una opinión unánime acerca del momento en que se inicia
la vida gracias a los descubrimientos de la ciencia moderna. La Iglesia
católica, por otro lado, siempre ha sostenido que «con la fecundación se
inicia la aventura de una vida humana, cuyas principales capacidades
requieren solamente tiempo para desarrollarse y poder actuar»[8].
Siguiendo la orientación de la Sagrada Escritura y la Sagrada
Tradición, la enseñanza de los Sumos Pontífices y en general de los
diversos documentos del Magisterio de la Iglesia sobre el tema han
señalado claramente que la vida del ser humano debe ser respetada desde
la concepción, porque el hombre es la única criatura que Dios ha querido
«por sí misma» y cuya alma espiritual ha sido creada por Dios
«inmediatamente» a su imagen, entablando una relación especial con su
Creador[9].
Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término.
Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de
modo directo a un ser humano inocente[10].
La declaración de la Academia Pontificia para la Vida sobre la
producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales
embrionarias humanas defiende claramente la integridad y la vida del
embrión humano que corre el riesgo de ser destruido: «La ablación
—recolección y destrucción— de la masa celular interna (ICM) del
blastocisto, que lesiona grave e irreparablemente el embrión humano,
truncando su desarrollo, es un acto gravemente inmoral y, por consiguiente, gravemente ilícito. Ningún fin considerado bueno, como
la utilización de las células estaminales que podrían obtenerse para la
preparación de otras células diferenciadas con vistas a procedimientos
terapéuticos de grandes expectativas, puede justificar esa intervención. Un fin bueno no hace buena una acción en sí misma mala»[11].
4.2. Promoción de la clonación de embriones humanos para obtención de células estaminales
No se puede discutir el proceso de obtención y comercialización de
embriones humanos sin tocar el tema de la clonación. De difundirse la
producción “en cadena” de embriones humanos para la obtención de células
estaminales se pasaría a considerar la clonación como la herramienta
más eficaz para este fin. Como explicamos al inicio de este trabajo, de
los primeros estadios del embrión humano (cuatro células
“totipotenciales”) podríamos obtener hasta cuatro seres humanos
semejantes dividiendo artificialmente dichas células o usando la otra
técnica de clonación que consiste en unir el núcleo de una célula adulta
con un ovocito o célula materna a la que se le ha sacado su propio
núcleo, formando así artificialmente un nuevo ser que tiene todas las
propiedades para desarrollarse en un embrión humano (como en el caso de
la “oveja Dolly”). Se garantizaría de esta manera “la producción en
cadena” y la obtención de la cantidad adecuada de embriones humanos para
satisfacer la oferta y demanda que estos experimentos requerirían sin
necesidad de estar buscando mujeres “donantes” de óvulos. Sobre este
punto del debate, por ejemplo, el Congreso estadounidense votó
recientemente una ley que impide los procesos de clonación con cualquier
fin. Por otro lado, ya el Parlamento Europeo, a pesar de ser bastante
liberal, en su resolución del 12 de marzo de 1997 se había pronunciado
diciendo que el uso de la clonación para la obtención de embriones
humanos va contra los principios de igualdad y dignidad de los seres
humanos.
Pero el debate está aún abierto y, a menos que seamos enfáticos y
firmes en la defensa de la vida del embrión, es de presumir que, con
diversas excusas y falaces explicaciones, se seguirá tratando de
destruirlo. En agosto del año pasado, por ejemplo, tres científicos
americanos e italianos con credenciales bastante cuestionables por su
falta de consistencia y poco reconocida trayectoria científica
amenazaron en Washington, durante una conferencia supuestamente
organizada para discutir aspectos científicos de la clonación, con
empezar a clonar seres humanos —por su cuenta y riesgo— en alguna isla
del Caribe o del Mediterráneo donde no hubiera restricciones
gubernamentales. Arguyeron, entre otras razones, la voluntad de
“avanzar” con la investigación en células estaminales. Incluso el
científico escocés que ayudó a la clonación de la primera “oveja Dolly”
calificó estos comentarios de anti-científicos. Según señaló, debido a
que actualmente no existe una adecuada tecnología para la clonación, él
había realizado 288 intentos antes de tener éxito con “Dolly”. De
hacerse estos experimentos en seres humanos, algo similar podría ser el
número de vidas de embriones que se perderían antes de conseguir una
clonación exitosa. Cuando hablamos de “exitosa” nos referimos a un
embrión concebido en el laboratorio que se desarrolle y crezca hasta su
nacimiento o adultez, no como el “fiasco científico” anunciado por la
compañía “Advance Cell Tecnology, Inc.”, de Massachusetts que, con el
fin de presionar al gobierno estadounidense, informó en noviembre pasado
de la “primera clonación exitosa” de un ser humano[12].
Lo que en realidad se limitaron a hacer fue tratar de concebir ocho
embriones humanos uniendo óvulos con núcleos de células maduras, pero
sólo pudieron concebir dos, que murieron luego de llegar uno de ellos a
desarrollarse hasta el estadio de seis células. Ninguna organización
científica seria aceptó dichos resultados y el consenso fue calificar el
experimento como un fracaso y un intento de ganar publicidad. No hay
duda de que así como esta compañía, otros grupos no vacilarán, con
mentiras o medias verdades, en continuar con su campaña de promoción de
la producción “industrial” de embriones humanos y clonación.
Todos los errores mencionados hasta ahora no se comparan con los graves
problemas morales que la clonación humana en sí misma supone, no sólo
por la lógica de “producción industrial” ya mencionada, sino también por
la instrumentalización de la mujer que se convierte simplemente en
“prestadora” o “proveedora” de óvulos; por la perversión de las
relaciones naturales de paternidad, maternidad, filiación y
consanguinidad, ya que, por ejemplo, no existe una verdadera madre o un
verdadero padre del embrión concebido para una tercera persona sin
intervención paterna, entre otras aberraciones. También es moralmente
grave el hecho de que el “productor”, el “vendedor” o el “comprador” de
los embriones dispongan sobre la vida de un ser humano, sin respetar su
dignidad. No ha de olvidarse, además, que la procreación debe ocurrir
dentro del matrimonio y como resultado de la unión amorosa del esposo y
la esposa, y no por la manipulación indiscriminada en el laboratorio con
métodos de experimentación en seres humanos. De lo contrario se estaría
violando la dignidad del hombre y del matrimonio: «Solamente el respeto
de la conexión existente entre los significados del acto conyugal y el
respeto de la unidad del ser humano, consiente una procreación conforme
con la dignidad de la persona... La persona humana ha de ser acogida en
el gesto de unión y de amor de sus padres; la generación de un hijo ha
de ser por eso el fruto de la donación recíproca realizada en el acto
conyugal, en el que los esposos cooperan como servidores, y no como
dueños, en la obra del Amor Creador. El origen de una persona humana es
en realidad el resultado de una donación. La persona concebida deberá
ser el fruto del amor de sus padres. No puede ser querida ni concebida
como el producto de una intervención de técnicas médicas y biológicas:
esto equivaldría a reducirlo a ser objeto de una tecnología científica»[13].
4.3. Eugenesia y comercialización de seres humanos
El hecho de que miles de seres humanos sean destruidos en aras de la
investigación científica, aun cuando se tenga el más noble propósito,
deshumaniza nuestra cultura y rebaja la dignidad del ser humano a un
nivel netamente utilitario. La posibilidad de crear libremente embriones
con estos fines favorece el paso a la selección —e incluso eliminación—
de los embriones que se consideren más apropiados para los fines de sus
creadores, los que «se sacrifican a veces por diversas razones:
eugenésicas, económicas o psicológicas»[14].
Se incentiva asimismo el racismo, ya que no todas las razas son
igualmente bienvenidas, y se pone la valoración de la vida humana en el
código genético o en la función que pueda desempeñar, como por ejemplo
el ser fuente de células estaminales.
Por otro lado, el hecho de producir embriones humanos para este fin y
que sean “propiedad” de científicos o corporaciones y se puedan
comercializar, así sea con fines científicos o “humanitarios”,
constituye una falta gravísima contra la dignidad de la persona humana[15].
La humanidad, que está aparentemente avanzando, alejándose de lacras
como el racismo y la esclavitud, da un profundo retroceso a este
respecto al negarle al embrión humano el derecho a continuar viviendo y
al disponer de su cuerpo a voluntad de sus creadores o de quienes
financian el proceso.
5. Una alternativa moral: la investigación en células estaminales de adultos
El descubrimiento de células estaminales en la médula ósea de los
adultos hace 40 años, y más recientemente en la sangre del cordón
umbilical de los recién nacidos, en el cerebro, pulpa dental, vasos
sanguíneos, sistema digestivo, retina, hígado y páncreas, según el
anteriormente mencionado reporte del Instituto Nacional de Salud de los
Estados Unidos (NIH), abre las puertas a la esperanza de una ciencia en
favor de una cultura de vida. Las células estaminales de adultos pueden
reproducirse y generar también células de otros tejidos, como ha sido
probado ya con las células estaminales de la médula ósea y el cerebro[16].
Los médicos y científicos que creemos en el éxito futuro de la
investigación de células estaminales de adultos estamos de acuerdo con
el otorgamiento de fondos para este tipo de proyectos, ya que no existe
ningún riesgo para la integridad de la persona ni se destruyen embriones
humanos. La investigación en células estaminales de adultos ha
permitido ya avances significativos en transplantes de médula ósea, que
se llevan acabo actualmente con células estaminales adultas en la
mayoría de casos, en el tratamiento de leucemias, linfomas y myeloma múltiple,
entre otros cánceres. Hoy en día es rutina que para las enfermedades
anteriormente mencionadas los hematólogos en casi todas partes del mundo
induzcamos la multiplicación y recolectemos células estaminales de la
sangre de pacientes adultos, de cordones umbilicales de recién nacidos o
de la sangre de donantes adultos (sin poner en peligro la vida e
integridad de los pacientes, recién nacidos o donantes) para repoblar
las medulas óseas de pacientes afectados por estos cánceres o por las
quimioterapias, salvándoles en algunos casos la vida y otorgándoles la
cura que no sería posible sin estas células. Todo ello gracias a más de
40 años de investigación en células estaminales adultas de la médula
ósea y de la sangre, modelo a seguir en el resto de órganos del cuerpo
humano.
Las células estaminales no solamente se han encontrado en los lugares
ya señalados, o se utilizan usualmente para salvar pacientes con algunos
cánceres, sino que incluso algunos científicos han sido capaces de
inducir la diferenciación de células estaminales adultas de la medula
ósea en células de otros tejidos. Tales son los experimentos reportados
por científicos del Robert Wood Johnson Medical School de Nueva Jersey y
otros grupos, quienes extrajeron células estaminales de la médula ósea
de ratas y las hicieron diferenciarse en neuronas para el cerebro.
Los médicos y científicos que trabajamos con células estaminales de
adultos somos conscientes de las limitaciones que, al menos por ahora,
presentan estas investigaciones: las células estaminales de adultos no
son tan numerosas, no se reproducen tan fácilmente como las de los
embriones y no son tan sencillas de encontrar. Pero ante estas
dificultades, no se puede recurrir a la solución fácil que significaría
la producción y el sacrificio a escala de embriones humanos para obtener
las células estaminales. Por otro lado, la investigación científica
rigurosa en células estaminales adultas, por dar un ejemplo, ha llevado a
descubrir que existen al menos dos tipos más de células estaminales
adultas disponibles solamente en la medula ósea que no conocíamos una
década atrás[17].
Ante esta perspectiva, quienes nos dedicamos a la investigación en esta
área tenemos la necesidad de que sean otorgados fondos para este tipo
de investigaciones, ya que, de ser ciertas algunas de las expectativas
que se tienen sobre las células estaminales, éstas pueden hacerse
realidad utilizando células estaminales de adultos. En ese caso, la
ciencia estaría auténticamente al servicio del hombre.
6. Fondos para la investigación en células estaminales: el caso reciente de los Estados Unidos
El 9 de agosto de 2001 el presidente de los Estados Unidos, George W.
Bush, trató de dar solución al debate con la autorización de un uso
limitado de fondos federales para la investigación en células
estaminales, decisión que podría resumirse en los siguientes puntos:
1) No se permitirá que se engendren nuevos embriones para matarlos y
extraerles las células estaminales con fondos gubernamentales en los
Estados Unidos.
2) No se permitirá tampoco que se destruyan los cerca de 100,000
embriones congelados que se encuentran en las clínicas de fertilización in vitro con el pretexto de extraerles las células estaminales para la investigación científica.
3) Existen alrededor de 60 “líneas celulares” (cultivos) de células
estaminales que se vienen reproduciendo en laboratorios y que provienen
de embriones producidos por grupos privados para tal fin, habiendo sido
lamentablemente sacrificados para dicho propósito. Éstas pueden ser
reproducidas y repartidas entre todos los científicos interesados en
este tipo de investigaciones. El Instituto Nacional de Salud de los
Estados Unidos (NIH) otorgará fondos a los científicos interesados.
4) El NIH entregará asimismo US$ 250 millones para investigar las
células estaminales que se pueden extraer de los cordones umbilicales de
bebés y de adultos.
En un comunicado del NIH el 27 de agosto pasado se verificó que existen
64 líneas celulares, de las cuales 44 están en laboratorios fuera de
Estados Unidos. La Universidad de Gotemburgo en Suecia es la que posee
más (19 líneas celulares), luego viene la Corporación Cythera de San
Diego, California (9 líneas celulares) y Reliance Life Sciences de
Mumbai, India (7 líneas celulares). El Secretario de Salud T. Thompson
desmintió que estas líneas celulares no estén en buen estado y certificó
que podrían ser usadas, calmando los ánimos de todos los que objetaron
la decisión del presidente Bush y que están a favor de producir nuevas
líneas celulares engendrando y quitando la vida a nuevos embriones con
fondos del gobierno.
Si bien estas medidas protegen claramente a embriones humanos, no
impiden que los grupos privados sigan produciendo embriones y
destruyéndolos como fuente de células estaminales.
Asimismo hemos de ser cautos cuando escuchamos que se propone
“aprovechar” la existencia de las 64 líneas celulares provenientes de
embriones destruidos con el fin de extraer estas células. Como
claramente lo ha manifestado el Presidente de la Conferencia de Obispos
Católicos de Estados Unidos, Mons. Joseph A. Fiorenza, y el cardenal
Anthony Bevilacqua entre otros, se darán fondos a científicos que
quieran utilizar estas células —también podrán tener acceso a dichos
fondos los científicos que produjeron estos embriones, destruyéndolos
para extraerles las células—, lo cual es moralmente condenable no sólo
por compartir de algún modo la intención ilícita del agente principal,
sino también por la cooperación material próxima en la producción y
manipulación de embriones humanos[18].
Queda pendiente de igual modo el hecho de la posible comercialización
actual o futura de estos restos de seres humanos que, como en el caso de
los restos de bebés abortados, está totalmente condenada por la
Iglesia.
7. La “pendiente resbaladiza”
Otro aspecto preocupante es que la arriba mencionada decisión del
presidente Bush, al ser una ley sólo parcialmente efectiva para proteger
al embrión humano, posibilite que se produzca una “pendiente
resbaladiza” y gradual hacia su manipulación legal indiscriminada, dado
que el contexto en el que aparece esta norma no es neutro, sino
favorable a una cada vez mayor consolidación de una cultura de muerte, como la ha venido llamando el Papa Juan Pablo II.
Tomemos
como ejemplo el caso del aborto. En 1973, se consiguió que la Corte
Suprema de los Estados Unidos elimine restricciones para el aborto
provocado en base a un caso de una supuesta violación (la “víctima”
confesó 20 años después que había mentido). En los siguientes años se
fueron introduciendo legislaciones que permitieron ampliar las razones
para abortar, y hoy se producen más de un millón y medio de abortos por
año en los Estados Unidos, siendo menos del 1% de ellos por causa de
violación. En una cultura de muerte como la que nos rodea es muchas
veces difícil hablar de respeto a la vida del embrión humano, cuando ni
siquiera se respeta la vida de los niños no nacidos, asesinados mediante
el aborto incluso a los nueve meses de embarazo.
Otro caso, europeo, de “pendiente resbaladiza” también se ha verificado
claramente en Holanda con el problema de la eutanasia. En los últimos
20 años la legislación y los legisladores se han vuelto más permisivos,
documentándose ya incluso casos de eutanasia no solamente en “enfermos
terminales” sino también en personas sanas y niños enfermos.
Otro caso más, esta vez reciente y directamente vinculado al tema que
nos ocupa, tuvo lugar cuando se puso a votación en el Congreso
estadounidense una ley prohibiendo la clonación de seres humanos con una
multa de un millón de dólares y 10 años en prisión. Los presidentes
tanto de la Cámara de Representantes, Tom Delay (republicano), como del
Senado, Tom Daschle (demócrata), se opusieron a la clonación, así como
el gobierno del presidente Bush, y la medida fue adoptada con 265 votos
en favor y 162 en contra. Inmediatamente, varios congresistas que
favorecen una cultura de muerte pidieron una modificación a la ley para
que se permitiesen experimentos de clonación con los embriones
congelados, moción que afortunadamente ha sido por ahora rechazada.
Así pues, los gobiernos de los países, y en especial sus organismos
legislativos —en particular el Congreso de los Estados Unidos por la
gran influencia de sus decisiones— tienen en este tiempo la enorme
responsabilidad de proteger al embrión humano y de no proponer ni
promulgar leyes nuevas o modificaciones a leyes existentes que pongan en
peligro su integridad. La “pendiente resbaladiza” es un peligro real y
actuante, y se necesitan pronunciamientos claros y enérgicos como los de
la Iglesia católica.
Es
preciso, asimismo, impulsar una completa información acompañada de una
formación moral recta para todos —católicos y no católicos— a fin de
que se tome conciencia del profundo significado de lo que se está
discutiendo y poniendo en juego. Un caso emblemático de confusión y
relativismo es el del mismo presidente de los Estados Unidos, George W.
Bush, quien siendo un político que se profesa cristiano y pro-vida,
cuando habla de las células estaminales y del embrión humano manifiesta
su preocupación por proteger a estas células y embriones que “tienen la
capacidad de generar un ser humano en el futuro”, cuando el hecho
concreto es que el embrión ya es un ser humano existente, con dignidad y
derechos.
8. La dignidad del embrión humano
La posición de la Iglesia católica ha sido siempre clara en la
promoción y defensa de la vida humana. En el momento de la unión del
óvulo materno con el espermatozoide paterno se da el proceso de
fecundación, y desde ese instante el nuevo ser que es ya una unidad en
cuerpo y alma, unico e irrepetible, tiene toda la información genética
para continuar desarrollándose hasta llegar a ser una persona adulta. [KB3]El
Papa Juan Pablo II nos ha recordado en reiteradas ocasiones la
inviolabilidad del derecho a la vida del ser humano inocente «desde el
momento de la concepción hasta la muerte»[19].
Este embrión humano no es un animal o solamente un conjunto de células.
Tiene una dignidad especial: en primer lugar, porque Dios lo creó, como
dice el libro del Génesis (ver Gén 2,7), a su imagen y
semejanza para ser el administrador de la creación; y en segundo lugar,
porque el Señor Jesús, mediante el misterio de la
Anunciación-Encarnación, se hizo hombre y elevó nuestra condición de
creaturas a hijos de Dios. Como dice el pensador peruano Luis Fernando
Figari, «la dignidad fundamental, y más aún fundante, del hombre
proviene de ser la persona humana creada por Dios como interlocutor
personal suyo e invitado a participar desde su estructura óntica en la
dinámica creacional. Las palabras “imagen y semejanza”, a las que
estamos tan acostumbrados, portan en sí la entrada al misterio de la
dignidad humana»[20]. Y luego él mismo añade: «La dignidad de
la creatura humana quedará aún más claramente manifestada por la
irrupción del Verbo Eterno en el tronco humano, asumiéndolo y
elevándolo, en un proceso misterioso e indescriptible en la magnitud de
su grandeza»[21].
Esta dignidad del ser humano es única, universal e irrenunciable y no
puede ser negada o relativizada de acuerdo a las circunstancias sociales
o al momento histórico que se viva.
El embrión humano es una unidad bio-psico-espiritual desde su
concepción. Por ello su cuerpo debe ser respetado también. Es preciso
«tener presente la unidad de sus dimensiones corporal, afectiva,
intelectual y espiritual», como recordaba enérgicamente Juan Pablo II a
la Asociación Médica Mundial en 1983: «Cada persona humana, en su
singularidad absolutamente única, está constituida no sólo por su
espíritu, sino también por su cuerpo. Así, en el cuerpo y por el cuerpo,
se llega a la persona misma en su realidad concreta»[22].
9. La Iglesia católica ante el problema de investigación en células estaminales y la defensa del embrión humano
El 22 de febrero de 1987 el Papa Juan Pablo II aprobó la instrucción Donum vitae, de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, mucho tiempo antes de que
los debates actuales tomen curso. Junto con esta instrucción, hay que
mencionar otros documentos, de primera importancia, del Magisterio
Pontificio ordinario como la Humanae vitae (1968) del Papa Pablo VI y la Evangelium vitae (1995) de
Juan Pablo II. Ellos establecen claramente la posición de la Iglesia
alentando una cultura de vida donde se respeten la dignidad y los
derechos del ser humano, en especial del no nacido. En la mencionada
instrucción se tocan algunos puntos concretos que merecen resaltarse.
En primer lugar, la instrucción establece claramente la responsabilidad
del ser humano, con la ciencia como herramienta, para la recta
administración de la creación. La investigación y la técnica tienen que
estar al servicio de la persona humana: «La investigación científica,
fundamental y aplicada, constituye una expresión significativa del
señorío del hombre sobre la creación. Preciosos recursos del hombre
cuando se ponen a su servicio y promueven su desarrollo integral en
beneficio de todos, la ciencia y la técnica no pueden indicar por sí
solas el sentido de la existencia y del progreso humano. Por estar
ordenadas al hombre, en el que tienen su origen y su incremento, reciben
de la persona y de sus valores morales la dirección de su finalidad y
la conciencia de sus límites»[23].
Por otro lado, la instrucción reflexiona específicamente sobre la
protección del embrión humano, ya que, como hemos afirmado
anteriormente, es una persona con una dignidad única, universal e
irrenunciable, y sujeto de todos los derechos existentes: «La
investigación médica debe renunciar a intervenir sobre embriones vivos, a
no ser que exista la certeza moral de que no se causará daño alguno a
su vida y a su integridad ni a la de la madre, y sólo en el caso de que
los padres hayan otorgado su consentimiento, libre e informado, a la
intervención sobre el embrión. Se desprende de esto que toda
investigación, aunque se limite a la simple observación del embrión,
será ilícita cuando, a causa de los métodos empleados o de los efectos
inducidos, implicase un riesgo para la integridad física o la vida del
embrión»[24].
La instrucción repite asimismo claramente las reservas de la Iglesia frente a la fertilización in vitro (FIV). Es necesario no olvidar que cuando hablamos de embriones humanos obtenidos in vitro nos
estamos refiriendo a personas, y por tanto dignas y sujetos de
derechos. Por ello su dignidad y su derecho a la vida deben ser
respetados desde el primer momento de su existencia. Es inmoral producir
embriones humanos destinados a ser explotados como “material biológico”
disponible. Ante ello la instrucción señala: «La Iglesia, del mismo
modo en que condena el aborto provocado, prohíbe también atentar contra
la vida de estos seres humanos. Resulta obligado denunciar la particular
gravedad de la destrucción voluntaria de los embriones humanos
obtenidos in vitro con el solo objeto de investigar, ya se
obtengan mediante la fecundación artificial...». Añade más adelante una
observación que se refiere claramente al papel de los médicos y
científicos en estas prácticas: «Comportándose de tal modo, el
investigador usurpa el lugar de Dios y, aunque no sea consciente de
ello, se hace señor del destino ajeno, ya que determina arbitrariamente a
quién permitirá vivir y a quién mandará a la muerte, eliminando seres
humanos indefensos»[25].
El Papa Juan Pablo II en la encíclica Evangelium vitae
reflexiona acerca del valor incomparable de la persona humana desde su
concepción: «La vida humana es sagrada e inviolable en cada momento de
su existencia, también en el inicial que precede al nacimiento. El
hombre, desde el seno materno, pertenece a Dios que lo escruta y conoce
todo, que lo forma y lo plasma con sus manos, que lo ve mientras es
todavía un pequeño embrión informe y que en él entrevé el adulto de
mañana, cuyos días están contados y cuya vocación esta escrita en el
“libro de la vida”»[26].
Más recientemente, la Pontificia Academia para la Vida, representada
por su Presidente, Dr. Juan de Dios Vial Correa, y su Vicepresidente,
Mons. Elio Sgreccia, publicó en agosto de 2000 la Declaración sobre la producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales embrionarias humanas[27].
Los principales planteamientos éticos de dicha declaración, que por
razones de espacio resumimos a continuación, son los siguientes:
1) Es inmoral producir o utilizar embriones vivos para la obtención de células estaminales.
2) Se declara moralmente ilícito cualquier proceso que lleve a la
clonación “terapéutica” a través de la producción de embriones humanos
clonados y su sucesiva destrucción para la producción de células
estaminales.
3) No se considera moralmente lícito utilizar las células estaminales y
las células diferenciadas de ellas obtenidas, proporcionadas
eventualmente por otros investigadores o disponibles en el mercado,
debido a que más allá de compartir, de manera más o menos formal, la
intención moralmente ilícita del agente principal, en el caso que nos
ocupa hay una cooperación material próxima en la producción y
manipulación de embriones humanos por parte del productor o del
proveedor.
4) La posibilidad de usar e investigar en células estaminales adultas se
ve como la vía más razonable y humana que ha de seguirse para un
correcto y válido progreso en este nuevo campo que se abre a la
investigación y a prometedoras aplicaciones terapéuticas.
Finalmente, el 23 de julio del año pasado, el Papa Juan Pablo II habló
personalmente con el presidente George W. Bush, en el contexto del
debate sobre el uso de fondos gubernamentales estadounidenses para
investigación en células estaminales, al que nos referimos anteriormente
y que culminó en el controvertido pronunciamiento del 9 de agosto
pasado. Con ocasión de aquella entrevista el Santo Padre señaló que «la
experiencia ya está mostrando que un trágico embotamiento de las
conciencias acompaña el ataque a la vida humana inocente en el seno
materno, llevando a la acomodación y a la aquiescencia frente a otros
males relacionados con ella como la eutanasia, el infanticidio y, más
recientemente, las propuestas de crear con vistas a la investigación,
embriones humanos destinados a la destrucción durante ese proceso».
Asimismo el Papa enfatizó la santidad de la vida humana desde la
concepción y cómo la tecnología es un medio y no un fin para el ser
humano: «Una sociedad libre y virtuosa, como aspira a ser Estados
Unidos, debe rechazar las prácticas que desvalorizan y violan la vida
humana en cada una de sus etapas, desde la concepción hasta la muerte
natural. Al defender el derecho a la vida... Estados Unidos puede
mostrar al mundo el camino hacia un futuro verdaderamente humano, en el
que el hombre sea el dueño, y no el producto, de su tecnología»[28].
10. Conclusión
La experimentación en embriones humanos y/o la promoción de la
clonación de seres humanos con el fin de extraer células estaminales,
aun con los más “nobles fines”, es un gravísimo atentado contra la
dignidad del hombre. Todo avance de la ciencia y de la tecnología debe
estar al servicio del ser humano, viendo en él a un ser creado por Dios y
redimido por el Señor Jesús, sujeto de todos los derechos. En el
presente momento es necesario fomentar un sano desarrollo de las
investigaciones y seguir exponiendo con claridad y firmeza el valor de
la vida humana por encima de todo otro interés contrario. Si queremos
caminar hacia una cultura de vida con una humanidad más justa, solidaria
y reconciliada, donde se respeten la dignidad de todos los hombres,
hemos de empezar a reconocer los derechos de los más pequeños e
indefensos: los derechos de los embriones humanos.
-El Dr. Luis E. Ráez
-American Board Certified en Oncología Médica y Medicina Interna.
-Es
profesor asistente de Medicina Clínica, Epidemiologia y Salud Publica
en la División de Hematología Clínica y Oncología Médica, Departamento
de Medicina, del Jackson Memorial Hospital y
-del Sylvester Comprehensive Cancer Center en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami.
-Es autor de diversos trabajos y artículos sobre cáncer, eutanasia, células estaminales y el embrión humano.
[1] Ver G.R. Martin, Isolation of a pluripotent cell line from early mouse embryos cultured in medium conditioned by teratocarcinoma stem cells, en «Proceedings National Academy of Science. U.S.A.» 78 (1981), 7634-7638; A.G. Smith, Origins and properties of mouse embryonic stem cells, en «Annual Review Cellular Development Biology» (2001).
[2]
Este método consiste en unir varios óvulos y espermatozoides en el
laboratorio generando varios embriones humanos. Una de las finalidades
de este método es implantar luego los embriones en el útero de la madre.
[3]
Ver J. Fallon, S. Reid, R. Kinyamu, I. Opole, R. Opole, J. Baratta, M.
Korc, T.L. Endo, A. Duong, G. Nguyen, M. Karkehabadhi, D. Twardzik y S.
Loughlin. In vivo induction of massive proliferation, directed
migration, and differentiation of neural cells in the adult mammalian
brain, en «Proceedings National Academy of Science. U.S.A.» 97
(2000), 14686-14691; S. Liu, Y. Qu, T.J. Stewart, M.J. Howard, S.
Chakrabortty, T.F. Holekamp y J.W. McDonald, Embryonic stem cells differentiate into oligodendrocytes and myeli-nate in culture and after spinal cord transplantation, en
«Proceedings National Academy of Science. U.S.A.» 97 (2000), 6126-6131;
J.W. McDonald, X.Z. Liu, Y. Qu, S. Liu, S.K. Mickey, D. Turetsky, D.I.
Gottlieb y D.W. Choi, Transplanted embryonic stem cells survive, differentiate and promote recovery in injured rat spinal cord, en «Nature Medicine» 5 (1999), 1410-1412; G. Raisman, Olfactory ensheathing cells, another miracle cure for spinal cord injury?, en «Nature Review Neuroscience» 2 (2001), 369-374.
[4] Ver D.A. Kerr, J. Llado, M. Shamblott, N. Maragakis, D.N. Irani, S. Dike, A. Sappington, J. Gearhart y J. Rothstein, Human embryonic germ cell derivatives facilitate motor recovery of rats with diffuse motor neuron injury, (2001).
[5] Ver J. Itskovitz-Eldor, M. Schuldiner, D. Karsenti, A. Eden, O. Yanuka, M. Amit, H. Soreq y N. Benvenisty, Differentiation of human embryonic stem cells into embryoid bodies comprising the three embryonic germ layers, en
«Molecular Medicine» 6 (2000), 88-95; I. Kehat, D. Kenyagin-Karsenti,
M. Druckmann, H. Segev, M. Amit, A. Gepstein, E. Livne, O. Binah, J.
Itskovitz-Eldor y L. Gepstein, Human embryonic stem cells can differentiate into myocytes portraying cardiomyocytic structural and functional properties, en «Journal of Clinical Investigation» (2001), en prensa.
[6] Ver B. Soria, E. Roche, G. Berná, T. Leon-Quinto, J.A. Reig y F. Martin, Insulin-secreting cells derived from embryonic stem cells normalize glycemia in streptozotocin-induced diabetic mice, en «Diabetes» 49 (2000), 157-162; J.S. Odorico, Personal communication for the NIH report of stem cells, julio de 2001.
[7] El reporte completo se puede ver en el website del “National Institutes of Health” (NIH) de los Estados Unidos de Norteamérica: http://www.nih.gov/news/stemcell/scireport.htm.
[8] Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre el aborto procurado, 12-13: AAS 66 (1974), pp. 738. Ver Catecismo de la Iglesia Católica, 2270ss.
[9] Ver Gaudium et spes, 24; Pío XII, Humani generis: AAS 42 (1950), p. 575; Pablo VI, Professio fidei: AAS 60 (1968), p. 436; Juan XXIII, Mater et Magistra, III: AAS 53 (1961), p. 447; Juan Pablo II, Discurso a los sacerdotes participantes en un seminario de estudio sobre la procreación responsable, 17/9/1983:
«En el origen de cada persona humana hay un acto creativo de Dios:
ningún hombre llega a la existencia por casualidad; es siempre el
término del amor creador de Dios» (n. 1).
[10] Ver Pío XII, Discurso a la Unión Médico-Biológica “San Lucas”, 12/11/1944: Discursos y Radiomensajes, VI (1944-1945), 191-192.
[11] Academia Pontificia para la Vida, Declaración sobre la producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales embrionarias humanas, 25/8/2000, II,3-4.
[12] Ver http://www.cnn.com/2001/HEALTH/11/26/human.cloning/index.html.
[13] Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum vitae, 22/2/1987, II,B,4,c.
[14] Allí mismo, II.
[15] Ver allí mismo, I,4.
[16]
Ver D. Orlic, J. Kajstura, S. Chimenti, I. Jakoniuk, S.M. Anderson, B.
Li, J. Pickel, R. McKay, B. Nadal-Ginard, D.M. Bodine, A. Leri y P.
Anversa, Bone marrow cells regenerate infarcted myocardium, en
«Nature» 410 (2001), 701-705; C. Kalka, H. Masuda, T. Takahashi, W.M.
Kalka-Moll, M. Silver, M. Kearney, T. Li, J.M. Isner y T. Asahara, Transplantation of ex vivo expanded endothelial progenitor cells for therapeutic neovascularization, «Proceedings
National Academy of Science. U.S.A.» (2000); A.A. Kocher, M.D.
Schuster, M.J. Szabolcs, S. Takuma, D. Burkhoff, J. Wang, S. Homma, N.M.
Edwards y S. Itescu, Neovascularization of ischemic myo-cardium by
human bone-marrow-derived angioblasts prevents cardiomyocyte apoptosis,
reduces remodeling and improves cardiac function, en «Nature Medicine» 7 (2001), 430-436; and in vivo self-renewal of multipotent mammalian neural crest stem cells, «Cell» 96, 737-749; G. Ferrari, G. Cusella-De Angelis, M. Coletta, E. Paolucci, A. Stornaiuolo, G. Cossu y F. Mavilio, Muscle regeneration by bone marrow-derived myogenic progenitors, en «Science» 279, (1998), 1528-1530; C.R. Bjornson, R.L. Rietze, B.A. Reynolds, M.C. Magli y A.L. Vescovi, Turning brain into blood: a hematopoietic fate adopted by adult neural stem cells in vivo, en «Science» 283 (1999), 534-537.
[17] Ver P. Bianco, M. Riminucci, S. Gronthos y P.G. Robey, Bone marrow stromal stem cells: nature, biology, and potential applications, en «Stem Cells», 19 (2001), 180-192; S.A. Kuznetsov, M.H. Mankani, S. Gronthos, K. Satomura, P. Bianco y P.G. Robey, Circulating skeletal stem cells, en «Journal of Cellular Biology» 153 (2001), 1133-1140.
[18] Ver Academia Pontificia para la Vida, Declaración sobre la producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales embrionarias humanas, 25/8/2000, II.
[19] Juan Pablo II, Discurso a los participantes en la XXXV Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, 29/10/1983, 2.
[20] Luis Fernando Figari, La dignidad del hombre y los derechos humanos, FE, Lima 1991, p. 15.
[21] Allí mismo, p. 19.
[22] Juan Pablo II, Discurso a los participantes en la XXXV Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, 29/10/1983, 6.
[23] Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum vitae, 22/2/1987, 2.
[24] Allí mismo, I,4.
[25] Allí mismo, I,5.
[26] Juan Pablo II, Evangelium vitae, 61.
[27] Academia Pontificia para la Vida, Declaración sobre la producción y uso científico y terapéutico de las células estaminales embrionarias humanas, 25/8/2000.
[28] Juan Pablo II, Discurso al Presidente de los Estados Unidos George W. Bush, Castelgandolfo, 23/7/2001, 4.
[KB1]
Comentario de Miguel Salazar: La aplicación de que se habla aquí se
contradice con la definición que se da de la FIV en nota, en la cual
aparece como elemento distintivo la implantación en el útero. Habría que
precisar la definición.
[KB2]
Comentario de Miguel Salazar: Pero la investigación en celulas
estaminales en sí misma no está mal. El problema es la obtención de las
mismas a partir de embriones humanos. La pregunta que habría hecho la
encuesta no permite deducir que hay falta de información.
[KB3]
Comentario de Miguel Salazar: La unicidad de la persona se funda en su
carácter de persona creada por Dios, y por lo tanto primero en el
espíritu y después en el alma y el cuerpo. La unicidad genética no es la
fuente de su unicidad e irrepetibilidad. Es muy importante subrayar
este punto ante el fenómeno de la clonación (pero también, me parece, de
los gemelos).
Este artículo del mimso autor es una síntesis del antiorUso y Abuso en la investigación de Células Estaminales y embriones humanos.
Artículo del Doctor Luis Raez
Artículo del Doctor Luis Raez
Me quede muy impresionado por el debate suscitado el otro día en el congreso americano cuando una niña de 12 años testificó que quería que se dieran fondos federales para permitir el uso de las células estaminales (stem cell) para salvar a uno de sus familiares que tenía la enfermedad de Parkinson. De otro lado un señor presentó a sus dos hijos mellizos y preguntó al congreso cual de los dos sería el mejor candidato para experimentación en seres humanos y a cual le perdonarían la vida?, ya que ambos de haber existido la aprobación para experimentación en embriones humanos podrían no haber sobrevivido.
El
tópico de fondos federales para el uso de células estaminales en la
investigación de la cura de enfermedades incurables como enfermedades cardíacas, cerebrales, diabetes, etc. esta muy fuerte en estos días. Es muy importante que todos tengamos una idea clara de que se esta discutiendo.
Las
células estaminales también llamadas a veces "células madre" (Stem
cells) se forman luego de que se da la fertilización (unión del espermatozoide
y el óvulo materno) originando el embrión humano, estas células
primitivas se diferenciaran en 220 tejidos diferentes que formaran los órganos de los seres humanos. Es por ello que teóricamente si aprendemos a como
hacerlas crecer en el laboratorio y las manipulamos podríamos originar
tejidos u órganos nuevos en el laboratorio y para implantarlos en
pacientes y curar enfermedades. El problema es que para sacar las
células madre del embrión tenemos que matarlo.
Actualmente hay cerca de 100,000 embriones congelados en las clínicas
de fertilización en vitro en Estados Unidos que no han sido usados y
esos serian los primeros candidatos. Los grupos privados sin embargo, que no están restringidos por fondos federales, no solo
ya usan embriones congelados sino que ya han empezado a crear embriones
en laboratorios para sacarles estas células porque ello puede
convertirse en un excelente negocio en el futuro debido a la gran
cantidad de personas enfermas que podrían beneficiarse.
Si se permite el uso de fondos federales para esta investigación en que se mata embriones, se estará usando el dinero de contribuyentes como nosotros (que pagamos impuestos y no estamos de acuerdo) para financiar estas prácticas. Por otra parte la investigación en esta área de la medicina es "muy promisoria", pero los médicos sabemos que la panacea para la cura de todas las enfermedades no existe, por ello es totalmente inadecuado aumentar las esperanzas de enfermos y familiares diciéndoles que si se permite esto se curaran estas enfermedades cosa que puede ser totalmente falsa.
Las células estaminales pueden proporcionar avances y descubrimientos en la ciencia como se hacen en muchas otras áreas de la medicina, como el estudio de medicinas nuevas o mejores técnicas quirúrgicas.
La
iglesia católica no se opone a la ciencia, muchos de nosotros incluso
estamos en favor de la investigación de estas células o trabajamos ya en ello, por ejemplo, usando células madre adultas en transplantes de médula o
sea en pacientes con cáncer, pero pedimos que se haga sin dañar al
embrión humano. La alternativa esta en el hecho de sacar estas células
de personas adultas, el problema está en que no son tan abundantes y no se reproducen tan fácilmente como la de los embriones. La respuesta es que se necesita más investigación en esta área para que eso sea posible. No creo que lo más adecuado sea dejar de lado esta investigación (que es difícil) e irnos
por la opción mas fácil de matar embriones y sacarles las células,
estamos olvidándonos que el fin no puede justificar los medios y menos cuando estamos hablando de vidas de seres humanos.
Dr. Luis E. Raez,
Coordinador del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en Estados Unidos,
Profesor Asistente de Medicina
Division de Hematologia y Oncologia Medica
Sylvester Comprehensive Cancer Center/Jackson Memorial Hospital
Escuela de Medicina de la Universidad de Miami
Coordinador del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en Estados Unidos,
Profesor Asistente de Medicina
Division de Hematologia y Oncologia Medica
Sylvester Comprehensive Cancer Center/Jackson Memorial Hospital
Escuela de Medicina de la Universidad de Miami
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