La fisiognomía (del gr. “physis”, naturaleza, y “gnomon”, juzgar o interpretar) es una pseudociencia basada en la idea de que por el estudio de la apariencia externa de una persona, sobre todo su cara, puede conocerse el carácter o personalidad de ésta.
En el idioma español. el nombre de la disciplina ha dado origen a la palabra “fisonomía”, cuyo significado es “aspecto particular del rostro de una persona”, o “aspecto exterior de las cosas”. En geobotánica el término fisiognomía se usa para referirse al aspecto visual que en conjunto ofrece una determinada formación vegetal; este mismo uso se aplica también a los términos equivalentes en otros idiomas.
Existen dos grados en las pretensiones explicativas de la fisiognomía:
El primer tratado sistemático de los que sobreviven al día de hoy es un pequeño volumen llamado “Physiognomonica”, atribuido a Aristóteles, aunque tal vez pertenezca a algún miembro de su escuela y no a al filósofo mismo. La fisignomía o fisiognómica es, siguiendo a Aristóteles, el estudio de aquellos signos corporales permanentes que indican condiciones permanentes del alma, como también el estudio de los signos transitorios del cuerpo que indican condiciones transitorias del alma. El tratado se divide en dos partes, las cuales se cree fueron originalmente dos obras separadas. La primera sección se concentra en el comportamiento humano.
La popularidad de la fisiognomía creció a partir del siglo XVIII, hasta todo el siglo XIX. Influyó en las habilidades descriptivas de muchos novelistas europeos, principalmente Balzac, y de retratistas, como Joseph Ducreux; mientras que la 'conexión Norwich' con la fisiognomía se desarrolló en los escritos de Amelia Opie y del viajero y lingüista George Borrow; también en los escritos de otros autores ingleses del siglo XIX, mayormente en los pasajes en que se describen personajes, su carácter y su apariencia, en novelas de Charles Dickens, Thomas Hardy y Charlotte Brontë. En la literatura estadounidense del mismo siglo, la Fisionomía aparece en los cuentos de Edgar Allan Poe.
La Frenología también ha sido relacionada con la fisiognomía. Creada alrededor del año 1800 por el médico alemán Franz Joseph Gall y Johann Spurzheim gozó de amplia popularidad durante el siglo XIX en Europa y los Estados Unidos. Sin embargo la frenología examina rasgos de la forma de la cabeza, bajo el supuesto racional de que el desarrollo desigual de las partes del cerebro interviene a la vez en el carácter y en la forma del cráneo; las diversas formas de la fisiognomía carecen de justificaciones de la correlación, o son fantasiosas, como en la morfopsicología del psiquiatra francés Louis Corman, que recuperó una versión metafórica de la teoría de la dilatación-retracción, de por sí muy discutible, que el gastroenterólogo Claude Sigaud desarrolló hacia 1900 para justificar una clasificación de biotipos corporales.
También puede relacionarse con la fisiognomía la Antropología criminal de Cesare Lombroso, que consiguió una efímera influencia a fines del siglo XIX.
En estas formas, la categorización de tipos faciales y corporales continúa existiendo en la psicología popular moderna. Por ejemplo, la teoría de los tipos de personalidad utiliza fisiognomía en su descripción de los diferentes tipos de personalidad. Otros temas pseudocientíficos como la Programación neurolingüística, por ejemplo, hacen referencias a tipos corporales y movimientos oculares, en combinación con estilos lingüísticos, para categorizar las estrategias mentales o manera de pensar de los individuos.
En el idioma español. el nombre de la disciplina ha dado origen a la palabra “fisonomía”, cuyo significado es “aspecto particular del rostro de una persona”, o “aspecto exterior de las cosas”. En geobotánica el término fisiognomía se usa para referirse al aspecto visual que en conjunto ofrece una determinada formación vegetal; este mismo uso se aplica también a los términos equivalentes en otros idiomas.
- Una fisiognomía cuya predicción se pretende absoluta, en la que se afirma que existe un 100% de correlación entre características físicas (particularmente faciales) y rasgos del carácter; esta postura ha sido refutada.
- Una fisiognomía de correlación científica, según la cual hay una relativa correlación estadística entre rasgos físicos (particularmente faciales) y rasgos de carácter, debido a las preferencias físicas de la persona causadas por los correspondientes rasgos de carácter, de manera que la misma causa genética subyacente sería la responsable de tal correlación. Este tipo de fisionomía se basa en el determinismo genético del carácter. Aunque este tipo de fisiognomía también ha sido generalmente refutado, la idea ha vuelto a aparecer en variantes modernas, como la personología y la morfopsicología, sin fundamentación empírica.
Índice
Fisiognomía antigua
Las nociones de cierta relación entre la apariencia exterior de un individuo y su carácter interno, son tan antiguas como el tiempo mismo, y han sido reflejadas en la poesía griega antigua. Las primeras indicaciones de una teoría desarrollada aparecen en Atenas, donde un tal Zopyrus era reconocido como un experto en tales artes.El primer tratado sistemático de los que sobreviven al día de hoy es un pequeño volumen llamado “Physiognomonica”, atribuido a Aristóteles, aunque tal vez pertenezca a algún miembro de su escuela y no a al filósofo mismo. La fisignomía o fisiognómica es, siguiendo a Aristóteles, el estudio de aquellos signos corporales permanentes que indican condiciones permanentes del alma, como también el estudio de los signos transitorios del cuerpo que indican condiciones transitorias del alma. El tratado se divide en dos partes, las cuales se cree fueron originalmente dos obras separadas. La primera sección se concentra en el comportamiento humano.
Fisiognomia moderna
El pintor Charles Le Brun (1619-1690) utilizó la fisiognomía en su leidísimo Méthode pour apprendre à dessiner les passions (1698) comparando en sus ilustraciones las expresiones humanas con las animales. En el siglo XVIII, el principal promotor de la fisiognomía fue el pastor suizo Johann Caspar Lavater (1741-1801), quien fuera por un corto período amigo de Goethe. Sus influyentes ensayos sobre la materia fueron publicados en alemán en el año 1772 y gozaron de gran popularidad, siendo traducidos al francés y al inglés. Las principales fuentes de las cuales Lavater pretende extraer la “confirmación” de sus ideas son los escritos del italiano Giambattista della Porta (1535-1615) y del médico y filósofo inglés Sir Thomas Browne (1605-1682), cuya Religio Medici fue leída y alabada por Lavater. En esta obra Browne plantea la posibilidad de discernir cualidades internas a partir de la apariencia del rostro:- "existe ciertamente una Fisionomía,(...) pues hay ciertos caracteres en nuestros rostros que llevan en ellos el lema de nuestras almas, en los cuales incluso un analfabeto puede leer nuestras naturalezas”(R.M. parte 2:2)
La popularidad de la fisiognomía creció a partir del siglo XVIII, hasta todo el siglo XIX. Influyó en las habilidades descriptivas de muchos novelistas europeos, principalmente Balzac, y de retratistas, como Joseph Ducreux; mientras que la 'conexión Norwich' con la fisiognomía se desarrolló en los escritos de Amelia Opie y del viajero y lingüista George Borrow; también en los escritos de otros autores ingleses del siglo XIX, mayormente en los pasajes en que se describen personajes, su carácter y su apariencia, en novelas de Charles Dickens, Thomas Hardy y Charlotte Brontë. En la literatura estadounidense del mismo siglo, la Fisionomía aparece en los cuentos de Edgar Allan Poe.
La Frenología también ha sido relacionada con la fisiognomía. Creada alrededor del año 1800 por el médico alemán Franz Joseph Gall y Johann Spurzheim gozó de amplia popularidad durante el siglo XIX en Europa y los Estados Unidos. Sin embargo la frenología examina rasgos de la forma de la cabeza, bajo el supuesto racional de que el desarrollo desigual de las partes del cerebro interviene a la vez en el carácter y en la forma del cráneo; las diversas formas de la fisiognomía carecen de justificaciones de la correlación, o son fantasiosas, como en la morfopsicología del psiquiatra francés Louis Corman, que recuperó una versión metafórica de la teoría de la dilatación-retracción, de por sí muy discutible, que el gastroenterólogo Claude Sigaud desarrolló hacia 1900 para justificar una clasificación de biotipos corporales.
También puede relacionarse con la fisiognomía la Antropología criminal de Cesare Lombroso, que consiguió una efímera influencia a fines del siglo XIX.
En estas formas, la categorización de tipos faciales y corporales continúa existiendo en la psicología popular moderna. Por ejemplo, la teoría de los tipos de personalidad utiliza fisiognomía en su descripción de los diferentes tipos de personalidad. Otros temas pseudocientíficos como la Programación neurolingüística, por ejemplo, hacen referencias a tipos corporales y movimientos oculares, en combinación con estilos lingüísticos, para categorizar las estrategias mentales o manera de pensar de los individuos.
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