martes, 27 de enero de 2015

Utnapishtim

Utnapishtim (en Babilonia Utnapištim, y también conocido como Ziusudra por sumerios y Atrahasis por acadios) es un personaje presente en el mito del diluvio mesopotámico; siendo además el sabio al que recurre el héroe mitológico Gilgamesh, para poder encontrar la inmortalidad en El Poema de Gilgamesh.
En algún texto es mencionado como hijo de Ubartutu o Ubara-Tutukin,1 pero por otras fuentes se podría conjeturar que es su abuelo. En otro libro su padre es "SU-KUR-LAM", que también es traducido como Shuruppak, similar al nombre de la ciudad en que vive Utnapishtim. Sukurlam, aparece como padre de Ziusudra: «Ziusudra sucedió a su padre Sukurlam, como rey de Shuruppak». En otro texto, Utnapishtim escribe a su hijo Ziusudra, y también se refiere a él como «hijo de Ubartutu». Por lo tanto no está claro si Ziusudra era él mismo, su hijo o su hermano (en el caso que hayan sido ambos hijos de Ubartutu).
El doctor Joseph Pagan, de la UCLA ha traducido el nombre así:
El nombre se compondría de dos elementos, Ut y Naphishtim. Hasta ahora, no se ha podido encontrar una explicación satisfactoria para el primer elemento, aunque en otras inscripciones se presenta como un sumeriograma cuneiforme que se leería UD.ZI, siendo ZI la representación sumeria para "vida". El segundo elemento es del babilónico antiguo acadio. En el caso nominativo sería naphishtum y significa "aliento" y por extención "vida", derivado de la palabra consonántica NPSH (infinitivo naphashu) "que respira". En el caso genitivo este segundo elemento sería un compuesto: "de la vida". También hay una ortografía alternativa del nombre como Ú-ta-na-ish-tim en la antigua versión babilónica de la tablilla X(Fragmento Meissner). La omisión del signo phi puede ser un error del escriba,2 de lo contrario el nombre significaría "El que funda la vida" o "El reposo (Na) de los hombres (Ishtim)".3

Leyendas

El Diluvio Mesopotámico, es un episodio del poema épico de El Poema de Gilgamesh.1 Cuenta la leyenda que hubo una época en que los dioses vivían junto a los humanos en la ciudad de Shuruppak. Estos decidieron un día acabar con la raza humana con una inmensa inundación. Pero Ea, tuvo piedad, y a través de las paredes de la choza de Utnapishtim, le dio la orden de destruir su casa, construir un barco y subir a este a todas las especies vivientes.1 La tierra fue asolada por una tempestad que duró seis días y seis noches hasta que el séptimo todo se calmó. Utnapishtim se asomó desde su barco y vio como toda la humanidad se había convertido en arcilla y como en el paisaje, solo emergía el pico del monte Nisir, donde estaba posada el arca.1 Después de una semana, Utnapishtim soltó una paloma que volvió. Después soltó una golondrina que también volvería. Por último soltó un cuervo que no volvió. Esto fue una señal para Utnapishtim de que las aguas había bajado y que el pájaro había encontrado un lugar donde posarse.1 Solo entonces salió del arca, hizo un libación y quemó como ofrendas cañas y maderas de cedro y mirto. Enlil se enfureció, pues suyo había sido el plan del diluvio. Pero Ea defendió su causa y la de los hombres de tal forma que Enlil se emocionó y bendijo a Utnapishtim y su mujer, los cuales - según palabras de Enlil - desde ese momento serían semejantes a los dioses.1
El Poema de Gilgamesh no cuenta las causas de este diluvio. Pero de las muchas versiones mesopotámicas que hay de este relato, existe una, la Atrahasis (inuma ilû awîlum - en babilonio) que sí nos narra dichas causas.1 Al parecer, antes de la existencia del hombre, los dioses trabajaban la tierra. Pero esto les costaba mucho y se quejaban hasta el punto de que algunos llegan a rebelarse. En este momento, Ea propone la creación del hombre para que realicen el trabajo de los dioses. Primeramente se creará un hombre y posteriormente catorce más (siete hombres y siete mujeres).1 Sin embargo, la humanidad comenzó a multiplicarse y el ruido que hacía era cada vez mayor, de tal forma que Enlil no podía dormir.1 Intentaron reducir su número con una epidemia y con una sequía, pero ni de esta manera conseguían los dioses reducir el número de hombres. Como último recurso, se decidió convocar el diluvio.
Existen numerosos paralelismos y similitudes entre Utnapishtim y Noé, protagonista de la posterior narración bíblica del Diluvio Universal.

Véase también

Bibliografía

  • Jordan, Michael: Enciclopedia de los dioses.
  • Kramer, Samuel Noah: La historia empieza en Súmer.
  • Roux, Georges: Mesopotamia: historia política, económica y cultural.

Referencias

  1. Roux, George (2002 - 4ª Edición) "Mesopotamia: historia política, económica y cultural" AKAL. Madrid. Pg. 125-128
  2. http://www.garone.net/tony/utnapishtim.html
  3. BEROSOS DE BABILÒNIA I EL GRAN DILUVI, 6)Protagonista. Universitat Autònoma de Barcelona, septiembre de 1999. Pp. 163 y nota. http://www.recercat.net/bitstream/handle/2072/83179/TREBALL%20DE%20RECERCA.pdf?sequence=1

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