Podría
hablarse también de "caper emissarius», según los Setenta y la Vulgata.
En el rito para el día de la expiación contenido en Lv 16, junto a un rito de
expiación por el santuario y especialmente por el altar, se encuentra un rito más
que prescribe ofrecer dos machos cabríos sacados a suerte, uno para Yahveh y
otro para «Azazel" (chivo expiatorio) (vv 5-8). Mientras que el macho cabrío
destinado a Yahveh es ofrecido en sacrificio expiatorio "por las
impurezas de los israelitas, por todas sus transgresiones y pecados" (y.
16), el cabrito para Azazel es enviado al desierto, después de que el sumo
sacerdote ha impuesto las manos sobre él y ha confesado «todas las culpas de
los israelitas, todas sus transgresiones y pecados" (y 21). En la Mishná
se nos da una explicación ulterior del significado de estos dos machos cabríos:
" Por las impurezas involuntarias que se refieren al templo y a su ajuar
sagrado, la expiación se realiza a través del cabrito cuya sangre se roció
dentro (del Santo de los santos) y a través del día de la expiación. Por
todas las demás transgresiones previstas por la Ley, veniales o graves,
voluntarias o involuntarias, conscientes o inconscientes, pecados de omisión o
de transgresión, pecados que exigen exterminio o condenación a muerte por
parte del tribunal, la expiación se realiza a través del chivo expiatorio» (Shebuot
1, 6).
Este
rito no parece muy antiguo y podría representar, junto con toda la ceremonia
del día de la expiación, una reacción contra fiestas análogas del ambiente
babilonio. También se han intentado algunas comparaciones con ritos ugaríticos
e hititas, que permitieron ver en este rito la recuperación de elementos
orientales (y hebreos) tradicionales.
El
destinatario del chivo expiatorio, es decir Azazel, no ha encontrado hasta ahora
una explicación satisfactoria.
Son
tres las propuestas principales:
1.
la expresión caracteriza al animal mismo, como interpretan los Setenta y la
Vulgata («caper emissarius"):
2.
indica el lugar al que se destina el chivo (una interpretación muy difundida
entre los rabinos): el nombre significaría "precipicio" o algo
parecido, identificado con Bet Hadudu o Bet Harudun (el actual Kirbet Kareidan,
que domina el valle del Cedrón a unos 6 kilómetros de Jerusalén):
3.
según la opinión de muchos exegetas modernos, sería el nombre de un demonio
que habita en el desierto (así la versión siriaca y el targum: y también el
Libro de (Henoc). Pero esto no implica que el chivo sea sacrificado al demonio:
sobre él se han transferido los pecados del pueblo (cf. Lv 16,21); por
eso no tiene función sacrificial, sino de eliminación de las transgresiones de
la comunidad: un instrumento de destrucción, no de propiciación.
F
Dalla Vecchia
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