El oficio eclesiástico se confiere con el acto de naturaleza administrativa
denominado provisión canónica. Sin esta última es nula la colación (c. 146). La
provisión comprende tres momentos: la designación de la persona, la colación del
título y la toma de posesión o introducción en el oficio eclesiástico. Por otra
parte, según el c. 147, la provisión canónica de un oficio eclesiástico puede
hacerse de cuatro modos: 1) por libre colación (c. 157), cuando la autoridad
competente para hacerlo designa a la persona eligiéndola libremente; 2) por
institución, cuando la autoridad competente debe instituir a la persona idónea
sobre la base de una presentación por parte de terceros (cc. 158-163); 3) por
confirmación o por admisión, cuando la autoridad competente confiere la
provisión canónica a una persona precedentemente elegida (cc. 164-179) o
postulada (cc. 180-183); 4) por simple elección y aceptación, si no hay
necesidad de confirmación, como en el caso del Romano Pontífice (c. 332 § 1) y
del administrador diocesano (c. 427 § 2).
En cualquier caso, quien haya sido promovido a un oficio eclesiástico «debe
estar en comunión con la Iglesia y ser idóneo» (c. 149 § 1).
La pérdida de un oficio eclesiástico, a tenor del c. 184 § 1, puede ser
automática (vencimiento del tiempo para el que ha sido conferido o alcance de
los límites de edad definidos por el derecho), voluntaria (en el caso de
renuncia, según los cc. 187-189) o forzosa, si se realiza de uno de estos tres
modos: por traslado (cc. 190-191), por remoción (cc. 192-193) o por privación,
es decir, como sanción canónica a consecuencia de un delito cometido (c. 196).
Finalmente, pierde el oficio eclesiástico
ipso iure: 1) quien pierde el estado
clerical; 2) quien abandona públicamente la fe católica o la comunión eclesial;
3) el clérigo que atenta contraer matrimonio, aunque sea sólo civil (c. 194).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.