Caída.

                El pecado está presente en el mundo porque los hombres se rebelaron contra Dios. No hubo nunca nadie (excepto Jesús) que no fuera pecador. La biblia sigue la trayectoria del pecado remontándose a los comienzos missmos de la historia. El relato de Adán y Eva describe la "caída" dramática de los seres humanos desde el elevado puesto que una vez habían disfrutado como amigos de Dios y corona de la creación.

               Adán y Eva vivían al principio en comunión plena y abierta con Dios, y el uno con el otro. No había pecado que echara a perder sus vidas. Así quiso Dios que fuera todo. Pero sabemos por Gn 3 que todo esto cambió drásticamente. La pareja hizo caso a la serpiente y decidió rebelarse contra Dios, haciendo lo que él había prohibido. Como resultado de esta desobediencia, Adán y Eva fueron desterrados de la presencia de Dios. Se les dijo que, a partir de entonces, la vida para ellos sería dura. Conocerían el dolor, y la vida terminaría en muerte.

               Desde la caída de Adán y Eva, la creación entera se ha visto afectada por la rebelión de ellos contra Dios. "El pecado entró en el mundo por un solo hombre, y su pecado trajo consigo la muerte. Como resultado, la muerte se difundió por todo el género humano, porque cada uno de los hombres ha pecado".

                El universo se halla afectado, en su totalidad, por el pecado: tanto las personas como el mundo de la naturaleza en que vivimos. Aunque todavía poseemos mucho de la naturaleza original que Dios nos dio, y seguimos conociendo y buscando a Dios, sin embargo tenemos en nuestro interior la inclinación hacia el pecado.