viernes, 24 de abril de 2015

Inundación.

Calle Arquitecto Morell de Alicante durante las inundaciones de 1997.
Una inundación es la ocupación por parte del agua de zonas que habitualmente están libres de esta, bien por desbordamiento de ríos, ramblas por lluvias torrenciales, deshielo, por subida de las mareas por encima del nivel habitual, por avalanchas causadas por maremotos.1
Las inundaciones fluviales son procesos naturales que se han producido periódicamente y que han sido la causa de la formación de las llanuras en los valles de los ríos, tierras fértiles donde tradicionalmente se ha desarrollado la agricultura en vegas y riberas.
En las zonas costeras los embates del mar han servido para modelar las costas y crear zonas pantanosas como albuferas y lagunas que, tras su ocupación atópica, se han convertido en zonas vulnerables.

Causas de las inundaciones

Inundación en la ciudad mexicana de Minatitlán, Veracruz en 2008.
En el área mediterránea se da el fenómeno de la gota fría, que es un embolsamiento de aire a muy baja temperatura en las capas medias y altas de la atmósfera que, al chocar con el aire cálido y húmedo que asciende del mar, provoca intensas precipitaciones y la posterior inundación.
En Asia oriental la principal causa de las crecidas fluviales son las lluvias torrenciales causadas por el monzón, asociadas muchas veces con tifones. Se presentan en verano y afectan a amplias zonas entre las que destaca el golfo de Bengala, zona de mayor precipitación media del globo.
Los huracanes son una versión caribeña de los tifones, que asuelan temporalmente la región del golfo de México causando inundaciones por las olas, de hasta ocho metros, asociadas a los fuertes vientos, y por las lluvias intensas motivadas por la misma baja térmica. También las tormentas tropicales suelen causar lluvias muy fuertes.
Subidas bruscas de temperatura pueden provocar crecidas en los ríos por la rápida fusión de las nieves, esto se da sobre todo en primavera, cuando el deshielo es mayor, o tras fuertes nevadas en cotas inusuales, que tras la ola de frío se funden provocando riadas.
Los maremotos o tsunamis como posible causa de una inundación, ya que el sismo marino provoca una serie de ondas que se traducen en olas gigantes de devastador efecto en las costas afectadas. Estas catástrofes se suelen dar en el área del Pacífico, de mayor actividad sísmica.
Las inundaciones no son ajenas a la ocupación del suelo. El caudal de los ríos es normalmente muy variable a lo largo de los años. En efecto, la hidrología establece para los ríos una gama de caudales máximos asociados al tiempo de retorno. Generalmente las poblaciones locales, cuando hace mucho tiempo que se encuentran asentadas en el lugar tiene conocimiento de las áreas ocupadas por las avenidas del río o barranco, y así respetan el espacio de éste y sus cauces, evitando la ocupación del mismo y por ello la inundación de sus centros poblados.

Defensas, planeamiento, y gerencia de la inundación

Desde el comienzo del Neolítico, cuando comenzó la sedentarización y, por lo tanto, ocupación de zonas llanas costeras o en los valles fluviales, el hombre se ha encontrado con el reto de hacer frente a las inundaciones. En Egipto y Mesopotamia ya se construyeron importantes defensas fluviales como diques, canales para desviar las aguas y mejora de los cauces en los entornos urbanos. Las obras hidráulicas se desarrollaron también en Grecia y Roma, tanto para obtener agua para el consumo como para evitar los riesgos que conllevaban los asentamientos en entornos vulnerables. En China la construcción de grandes motas en los ríos ya se hacía en el siglo XII de modo que se intentaba hacer frente a las avenidas monzónicas. También en España y en el norte de Italia destacan desde la Edad Media la construcción de motas y embalses que regulasen los ríos.
Actualmente las defensas contra las inundaciones son muy avanzadas en los países desarrollados. Los sistemas de prevención se basan en diques, motas, barreras metálicas, embalses reguladores y mejora de la capacidad de desagüe de los cauces fluviales. También los sistemas de alerta ante situaciones peligrosas están muy desarrollados por medio de la predicción meteorológica, la observación de los aforos fluviales que determinan una alerta hidrológica y los sistemas de detección de maremotos.
La defensa contra las inundaciones marinas provocadas por las mareas está muy desarrollada en los Países Bajos donde una red de diques regulan las aguas tanto interiores como exteriores. También Venecia y Londres cuentan con defensas similares. Los embalses reguladores son muy numerosos en las regiones de clima mediterráneo como California y el sur de Europa y sirven para almacenar agua en tiempos de sequía y contener las avenidas fluviales.
Otras actuaciones han ido encaminadas a alejar el peligro de las ciudades mediante el desvío del cauce fluvial dotándolo a su vez de mayor capacidad de desagüe, como en Valencia o Sevilla. La canalización de ríos, como el Rin o el Segura, son obras de mayor envergadura que han llevado consigo un plan integral para toda la cuenca (aumento de la capacidad de desagüe, desvíos puntuales, reducción de meandros, construcción y ampliación de embalses, etc.) Algunas de estas actuaciones han sido controvertidas por sus efectos adversos, como la eliminación de meandros en el Rin que ha favorecido la mayor rapidez en la onda de crecida y por tanto su mayor virulencia.
La legislación ha avanzado mucho prohibiendo la edificación en zonas perceptibles de ser inundadas en un período de retorno de hasta 100 años. La amplia cartografía ha permitido conocer cuales son las zonas de riesgo para su posterior actuación en el terreno. La reforestación de amplias zonas en la cuenca alta y media de los ríos también contribuye a minimizar el efecto de las fuertes lluvias y por tanto de la posterior crecida. No obstante quedan zonas de riesgo, básicamente urbanizadas antes de las leyes protectoras, algunas de ellas de alto valor histórico-artístico como Florencia, que ya sufrió una gran inundación en 1966.
En los países en desarrollo los sistemas tanto de prevención, como de alerta y posterior actuación están menos desarrollados, como se ha podido ver en los sucesivos tifones que han asolado Bangladés o en el tsunami que ha arrasado diversas costas del sureste asiático. Aun así la cooperación internacional está favoreciendo actuaciones que conlleven una mayor seguridad para la población en estas zonas de riesgo.

Inundaciones prehistóricas significativas

En la prehistoria se produjeron grandes inundaciones en algunas zonas, como así lo atestiguan los restos geológicos. Así, la formación de mares cerrados como el Mediterráneo o el mar Negro se deben a movimientos tectónicos y cambios climáticos que inundaron estas amplias zonas. El final de la edad de hielo tuvo consecuencias determinantes en todo el globo con la formación de nuevos lagos y mares en zonas que anteriormente no ocupaba el mar.

Caudales e inundaciones máximos fluviales

Máximos caudales históricos
Río m³/s Fecha Lugar del aforo
Agly 2100 1940 Estagel (Francia)
Albuñol 25802 1973 Albuñol (España)
Arno 4500 1966 Florencia (Italia)
Baker 3550 2007 Estación Río Colonia (Chile)
Besós 3000 1962 Barcelona (España)
Danubio 11 000 2002 Viena (Austria)
Ebro 4130 1961 Zaragoza (España)
Ebro 23 484 1907 Tortosa (España)
Garona 8000 1875 Toulouse (Francia)
Guadalentín 2500 1973 Lorca (España)
Guadalquivir 5300 1963 Córdoba (España)
Guadalquivir 6700 1963 Sevilla (España)
Júcar 16 000 1982 Alcira (España)
Mijares 2898 1922 Villarreal (España)
Moldava 5000 2002 Praga (República Checa)
Nogalte 2489 2012 Puerto Lumbreras (España)
Ovejas 400 1982 Alicante (España)
Palancia 900 1957 Sagunto (España)
Po 13 000 1951 Ferrara (Italia)
Pisuerga 2800 2000 Valladolid (España)
Ródano 4140 1856 Lyon (Francia)
Ródano 6000 1856 Ternay (Francia)
Ródano 8660 1856 Valence (Francia)
Ródano 13 000 1840 Beaucaire (Francia)
Saona 4000 1840 Lyon (Francia)
Segura 2500 1879 Orihuela (España)
Sena 2400 1910 París (Francia)
Tarn 6100 1930 Montauban (Francia)
Tarn 8000 1930 Moissac (Francia)
Tech 6450 1940 Céret (Francia)
Têt 3200 1940 Perpiñán (Francia)
Turia 3700 1957 Valencia (España)
Viuda 1500 1962 Almazora (España)

Véase también

Notas

  1. «inundar», Diccionario de la lengua española (22.ª edición), Real Academia Española, 2001, consultado el 2 de febrero de 2015.
  2. Caudal estimado

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