sábado, 30 de mayo de 2015

El arte religioso prehistórico

Breve cronología del arte religioso prehistórico
Pinturas calladas durante milenios

Como un eco lejano, suspendido en el tiempo y de repente percibido, el arte prehistórico conservado en abrigos naturales hoy nos sigue atestiguando que sus autores percibieron lo trascendente.

Las pinturas rupestres son como un decorado sin texto teatral en un escenario vacío sólo iluminado por las débiles luces de la conjetura; no hay vestuario, ni partitura musical ni siquiera un triste programa de mano, nada: sólo nos quedan el decorado y el silencio de siglos.

Ni siquiera conocemos a ciencia cierta cómo debemos aplicar la palabra "religión" a un "santuario" que consiste en un abrigo natural decorado con grabados y pinturas de las que sólo conocemos su antigüedad aproximada, y, en algunas ocasiones, la composición del colorante.

En cuanto al artista, sólo podemos ceñirnos a las manifestaciones y preocupaciones que, en apariencia, sobrepasen el orden natural de la mera subsistencia. Argumentos como la prolongación de la especie o un zozobrante asombro frente al misterio de la muerte son todavía terrenos más oscuros, más conjeturales, por lo que más inciertas serán las conclusiones. Nos movemos en un mundo de sombras lejanas.

Arte, abstracción, orden
Las primeras muestras de arte paleolítico europeo fueron descubiertas en el último tercio del siglo XIX en Francia y Suiza (1878) y en Altamira, España (1879). Las discusiones que siguieron a los descubrimientos dieron pie a reconocer en la humanidad en general, y a la prehistórica en particular, un rasgo fundamental: el origen común de la religión y el arte. Incluso en las obras menos figurativas y más despojadas de contenido religioso, el artista es el creador de un mensaje mediante el cual, a través de las formas, pretende llenar la necesidad individual y social de un punto de inserción en el mundo móvil y aleatorio que le rodea.

Por lo que respecta al arte, el Paleolítico abarca, en general, tres categorías de temas: animales, seres humanos y signos. Los signos son muy numerosos y están presentes en todas las cavernas descubiertas.

En los signos, la fantasía contemporánea, muchas veces disfrazada de ciencia prehistórica, ha querido ver trampas de caza, trampas-choza para cazar espíritus, armas o trofeos conmemorativos. Sin embargo, análisis estilísticos y estadísticos rigurosos invitan más bien a pensar en la hipótesis de que los signos fueran símbolos de carácter sexual masculino y femenino, y de que se trataría, por tanto, de la explicitación de una primera percepción de la dualidad y la síntesis.

En las pinturas rupestres, la representación de animales heridos ha sido un "argumento" en favor de una interpretación mágica de las escenas, según la cual, los humanos de la Edad de Piedra remota herían la imagen de los animales para asegurarse el éxito de la caza. Pero un recuento de los animales pintados en las poco más de 125 cuevas que se conocen en el mundo, con más de 2 500 figuras, demuestra que los animales heridos representan sólo el cuatro por ciento de todos los animales representados, lo cual no significa, por supuesto, que los primitivos renunciaran al 96 por ciento de sus expediciones de caza, o que en ellas fracasaran en la misma proporción. Sin magia, el arte paleolítico pierde absolutamente cualquier carácter utilitario y pasa a ser sólo manifestación del espíritu: arte.

Y por otra parte, las pinturas de las cavernas muestran un mundo auténticamente organizado. No percibimos al detalle un sistema simbólico, pero sí advertimos que el conjunto se apoya en representaciones cuya disposición supone un pensamiento más allá del prejuicio que sobre él nos habían transmitido los teóricos.

¿Es posible "animar" el legado del hombre de las cavernas sin introducir en él elementos modernos? Una vez adquirida la certeza de que existe una organización de conjunto, podemos realizar un análisis de los temas tratados y buscar indicios de su relación mutua.


La religión en la Edad de Piedra
Como en todas las religiones perdidas, la religión de la Edad de Piedra nos ha llegado a través del arte conservado. En él encontramos, tras los símbolos de personajes humanos o animales, una determinada concepción del orden universal. Innumerables religiones utilizaron figuras masculinas y femeninas como elemento central. El arte paleolítico contiene también esa representación con el añadido de un emparejamiento estadístico constituido por el bisonte y el caballo, o por una pareja de bisontes y una pareja de caballos que parecen representar dos grupos complementarios. Interviene a menudo un tercer animal (mamut, ciervo, cabra).

No sería difícil encontrar esquemas mitológicos en los que la combinación binaria de personajes entra en relación con un tercero. Pero esa vinculación dinámica escapa a nuestra comprensión; por mucho que la fórmula se repita cientos de veces en las cavernas, lo único que afirma es la existencia de un sistema de representación sólidamente establecido. Lo único que podemos constatar, aparte de un principio general de complementariedad entre símbolos de distinto valor sexual, es que las representaciones recubren un sistema extremadamente complejo y rico, una mitología que, a partir del año 12000 antes de nuestra era, quizás se prolongó evolucionando hasta tiempos posteriores, quizás incluso de un modo u otro hasta nuestros propios días..., pero cuyo contenido siempre desconoceremos.

El arte rupestre conocido
Si los primeros vestigios humanos se remontan a unos 2,3 millones de años, hasta hace unos 40 000 nuestros antepasados proliferaron en el planeta Tierra como una especie más de mamíferos depredadores, en apariencia sin proyectos trascendentes. A partir de esa fecha, las balbucientes manifestaciones artísticas de algunos especímenes humanos nos invitan a pensar que habían dado el paso hacia la comprensión de algo trascendente más allá de las tareas cotidianas de la comida, la protección del grupo y la procreación instintiva.

Ciñéndonos a esas fechas, el arte rupestre (grabados, pinturas y relieves en las cavernas) se difundió casi exclusivamente en la Europa atlántica, aunque también (en menor abundancia) en el interior de las penínsulas Ibérica e Itálica, Rumania y Rusia; en Asia sólo hay vestigios en el sur de Siberia; las pinturas de África no pueden fecharse con seguridad, y en América y Oceanía no se conocen. El núcleo principal se extiende por la región francocantábrica, desde el oeste de las tierras asturianas, continuando por Cantabria, los Pirineos y la margen derecha del Ródano.

Aunque existen representaciones figurativas en rocas al aire libre o en entradas de abrigos, las mejores creaciones se encuentran en el interior de las cuevas, en algunos casos en zonas muy alejadas de la entrada, para lo cual los artistas tuvieron que ayudarse de luz artificial proporcionada por lamparillas de arenisca (algunas decoradas) alimentadas con grasa animal. Los científicos han clasificado los estilos y la cronología a partir de diversos hallazgos.

Breve cronología del arte religioso prehistórico
-35000 a 30000: primeras manifestaciones decorativas muy simples: Arcy-sur-Cure, Laugerie-Haute (Francia).
-30000 a 25000: primeros grabados sobre piedra, toscas representaciones animales, símbolos femeninos y abstractos: Cellier (Francia).
-25000 a 18000: representaciones de especies animales reconocibles en accesos a las cuevas: Pair-non-Pair (Francia).
-17000 a 13000: pinturas de animales con volumen, todavía en las bocas de las cavernas, aunque alguna, como en Lascaux, ya en el interior.
-13000 a 10000: perfección de proporciones y movimiento: Lascaux (Francia), Altamira (España).
-10000 a 8000: representaciones muy realistas y con movimiento, animales en grupos y en distintas actitudes: Limeuil (Francia).
-8000 a 6000: en el Levante español se representan actividades cinegéticas humanas en cuevas de Cádiz, Jaén, Almería, Murcia, Albacete, Cuenca, Teruel, interior de Valencia, Castellón, Tarragona y Lérida.

En Mas d'Azil (Francia) y en otros yacimientos se encuentran cantos de piedra pintados: se han relacionado con los churinga australianos, "piedras del alma" de los antepasados que cada tribu guardaba como patrimonio sagrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.