lunes, 1 de junio de 2015

El judaísmo en la actualidad

Entre la identidad nacional y la espera mesiánica

En el Estado hebreo, objetivo último del sionismo, se diluye el fenómeno religioso del judaísmo abrahámico como componente esencial de la nacionalidad judía.
La nostalgia por la patria, el deseo de retorno a la tierra prometida, ha ardido como una llama inextinguible en el alma de los judíos diseminados por la tierra. La espeluznante experiencia vivida bajo el terror nazi convirtió aquel anhelo en una necesidad existencial, apremiante e irrefrenable. Era indispensable disponer de un territorio propio, gobernado por autoridades judías, con leyes judías, donde guarecerse de las atrocidades, saqueos, humillaciones y matanzas del pasado.
Estas aspiraciones, durante muchos siglos más bien nostálgicas por inalcanzables, comenzaron a adquirir cuerpo y expresión concreta en el movimiento sionista organizado y encauzado por el periodista vienés Theodor Herzl. En 1896 publicó su libro programático Der Judenstaat (El Estado judío). En 1898 se celebró en Basilea el primer congreso sionista y se pusieron los cimientos de un hogar nacional judío, aunque por razones tácticas no se mencionaba aún la creación de un Estado judío soberano e independiente.
El movimiento sionista partía del principio de que la "cuestión judía" es una cuestión nacional que no puede solucionarse en el destierro, sino que requiere, ineludiblemente, el asentamiento del pueblo judío en un territorio concreto y propio que, por razones históricas, no puede ser otro que Palestina. Para el sionismo, los judíos son un pueblo que, por los avatares de la historia, ha sido privado de algunos de los elementos esenciales definidores de una nación (una tierra, una lengua, unas estructuras políticas y jurídicas propias), y es preciso reconquistarlos. El manifiesto sionista declaraba en términos expresos que se trataba de un movimiento netamente político.
El sueño se hizo realidad con la proclamación del Estado hebreo, el 14 de mayo de 1948.

El Estado hebreo

El nuevo Estado se convirtió rápidamente en polo de atracción de numerosos judíos de todas las regiones del mundo. Al asentarse en Israel, los componentes de esta masa de emigrantes aportaban su propia cultura, sus usos y costumbres, sus convicciones. Así, junto a personas profundamente creyentes, había otras indiferentes en cuestiones religiosas, agnósticas e incluso declaramente ateas. Las estructuras políticas del moderno Estado de Israel son homologables con las de cualquier democracia occidental. El país es gobernado por un parlamento elegido por votación popular. No es una teocracia.
Esta situación plantea inexorablemente la pregunta de en qué consiste ser judío hoy o, en otros términos, qué cualidades han de confluir en un individuo para ser judío.
Según el Talmud, es judío quien nace de madre judía o abraza la religión yahvista. Esta doble condición era de índole estrictamente religiosa en los días en que fue redactada esta ley, porque era impensable que el nacido de madre judía no siguiera su misma religión. La situación es distinta en la actualidad. Un nacido de madre judía puede ser religioso, pero también puede no serlo. Además, una persona convertida al judaísmo puede proceder de otras etnias. Desaparece, por tanto, el gran elemento de identificación de la nación judía del pasado.
Incluso dentro de los grupos religiosos y genuinos descendientes de padres hebreos las divergencias son profundas y, no pocas veces, radicales. A muy grandes rasgos, pueden señalarse dos corrientes religiosas: los asquenazes (judíos alemanes, polacos y rusos), que conservan en parte el yiddish como lengua propia, y los sefardíes, descendientes de judíos españoles, que han hablado, durante siglos, en los países de su dispersión tras la expulsion de la península Ibérica, el ladino (castellano antiguo con fuerte presencia de hebraísmos y vocablos hebreos).

Ortodoxos reformistas y radicales

Dentro de estos grupos religiosos tienen distinta intensidad el peso de la religión y el carácter vinculante de las tradiciones, con repercusiones directas sobre la concepción del moderno Estado de Israel y su legislación. Para los ortodoxos reformistas, la Biblia es un libro en el que hombres impregnados del espíritu divino han expresado la vivencia de su encuentro con la divinidad. Adoptan, por tanto, una actitud independiente respecto del sentido literal de estas doctrinas y reclaman el derecho a modificarlas y darles expresiones nuevas según las cambiantes circunstancias. Rechazan el carácter obligatorio de las leyes ceremoniales o las aceptan sólo en la medida en que responden a las situaciones concretas de las comunidades.
Los judíos ortodoxos radicales, por el contrario, afirman que la Torah es la revelación escrita de Dios, mientras que el Talmud es la consignación de la otra gran fuente de la revelación, también divina, transmitida durante generaciones por vía oral. Ambas son obligatorias y sus preceptos son inalterables. Mantienen el carácter vinculante de la legislación mosaica como base insustituible de la estructura del Estado, consideran irrenunciable la circuncisión, el descanso sabático riguroso, las normas sobre pureza ritual, las reglas sobre los alimentos permitidos y prohibidos y las prescripciones ceremoniales.
Esta visión radical de la ultraortodoxia no considera que el Estado judío, en su forma actual, sea el cumplimiento de las esperanzas bíblicas. Para ellos, el reino prometido llegará al final de los tiempos y será implantado, de acuerdo con las profecías, no por el poder de los hombres, sino por la poderosa intervención de Dios.
El judaísmo puro aguarda, pues, expectante, con la mirada y la esperanza abierta al futuro, la llegada de los días escatológicos del Mesías prometido.

Datos del judaísmo contemporáneo

Asquenaze: En la Edad Media, decíase de los judíos que habitaban Europa Central y Oriental. Su lengua era el yiddish y su legado se ha mantenido en algunas zonas de Europa (aunque mucho menos tras el Holocausto), América (EE.UU. y también el Cono Sur) y el moderno Estado de Israel. Hoy en día son un 70 % de los judíos del mundo y el yiddish se ha ido recuperando como lengua escrita, sobre todo desde la entrega del premio Nobel de Literatura en 1978 al escritor polaco-estadounidense Isaac Bashevis Singer, gran divulgador de la tradición jasídica.
Balfour: Declaración promovida en 1917 por el científico Chaim Weizmann, en la que el gobierno británico apoyaba oficialmente la pretensión sionista de establecer una patria judía en Palestina, que en aquel entonces formaba parte del tambaleante imperio turco. Dos años después se adhirió a ella el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson.
Buber, Martin: Filósofo y teólogo judío de origen austriaco. Gran estudioso de la Biblia y exponente del sionismo, aunque lo invistió de un cariz marcadamente filantrópico: sus nociones de cooperación y fraternidad provienen de la tradición jasídica.
Cohen, Hermann: Filósofo y teólogo alemán del siglo XIX. Eminentemente neokantiano, consideraba el judaísmo una religión afín a la razón y era contrario al sionismo. Su pensamiento ha ejercido una gran influencia en el mundo hebreo contemporáneo.
Eliezer, Israel ben: (véase Jasídico).
Gurion, David Ben: Líder político que en 1948 proclamó el Estado de Israel, con el beneplácito de la ONU, en la ciudad de Tel Aviv.
Herzl, Theodor: (véase Sionismo).
Intifada: Movimiento de liberación islámico surgido en las zonas ocupadas por Israel desde la guerra de los Seis Días (1967).
Jasídico: Movimiento fundado en Polonia, en el siglo XVII, por Israel ben Eliezer, llamado por sus seguidores Baal Shem Tov ("Buen Maestro de Renombre"). Sus tesis contrarias a la rigidez intelectual de la tradición rabínica atrajeron a gran cantidad de fieles, especialmente entre los hebreos de clase humilde. La sencilla piedad y la alegría de vivir defendidas por los jasidim (jasídicos) se extendieron por toda Europa Oriental y aunque su influencia decreció en el siglo XX, ha llegado hasta nuestros días, especialmente entre los judíos de origen ruso, bielorruso, polaco, húngaro y ucraniano que emigraron a Estados Unidos.
Judaísmo liberal: Tendencia nacida en el siglo XIX y desarrollada especialmente en el XX. Se contrapone al judaísmo unitario y al conservador. Se trata de una discreta observancia de las leyes de la Torah por parte de muchos individuos, que la adaptan a un pensamiento no categórico y personal. Probablemente procede del carácter ecléctico del siglo que ha dado conocidos intelectuales hebreos de muy distinta orientación ideológica: agnósticos, socialistas y, en algunos casos, hasta ateos.
Judaísmo ortodoxo: Tendencia surgida en el siglo XIX que pretende conjugar el respeto sagrado a la Torah con un modo de vida justo, pero adaptado a la vida moderna. Por ejemplo, los judíos pueden llevar las mismas ropas que los no judíos, pues son sus creencias las que los diferencian, no su aspecto físico, y también pueden llevar una vida secular mientras no se aparten de las normas, que son inmutables. En el siglo XX, paradójicamente, se llama ortodoxos a los judíos que visten de forma explícitamente hebraica (de negro, con filacterias y sombrero, el pelo de las sienes crecido) y acuden al Muro de las Lamentaciones a leer y comentar fragmentos de la Torah; es decir, se identifica con el judaísmo ultraconservador.
Judaísmo reformado: Nacido al mismo tiempo que el judaísmo ortodoxo (siglo XIX), abandona la concepción mística de que los judíos son el pueblo elegido. De modo pragmático, los reformistas son conscientes de que el pueblo de Israel ya no tiene Estado y de que son tan sólo una opción religiosa minoritaria en muchos países, por lo que hay que adaptarse: el judaísmo es un producto de la historia y puede -y debe- cambiar con los tiempos. Ejerce una clara influencia en el judaísmo no dogmático y liberal del siglo XX.
Kibbutz: (plural, kibbutzim). Pequeñas explotaciones agrícolas en régimen de cooperativa, de clara inspiración socialista, que se fundaron en el nuevo Estado de Israel y que aún hoy están vigentes.
Muro de las Lamentaciones: Originalmente, parte del muro de Jerusalén en época romana. Hoy se ha convertido en un símbolo de la nueva Sión y a él acuden los hebreos a conmemorar desde fiestas sacras hasta acciones militares, como ocurrió al acabar la guerra de los Seis Días.
Rebbe: (a veces, abreviado Reb). Título de respeto que se da al rabino que lidera un grupo jasídico. También se aplicaba a los maestros de escuela primaria en Europa Oriental antes del Holocausto.
Rosenzweig, Franz: Filósofo y teólogo alemán, discípulo de Hermann Cohen y traductor de la Biblia. Escribió su obra máxima, La estrella de la redención, en las trincheras durante la primera guerra mundial.
Sefardíes o sefarditas: Originalmente, tras la diáspora medieval, nombre que se dio a los judíos que habitaban España, Portugal y algunas áreas del Mediterráneo. Hablaban ladino y hoy en día apenas quedan unos pocos descendientes (especialmente en Bulgaria y Turquía). De hecho, la última gran comunidad sefardí fue aniquilada en Tesalónica durante la segunda guerra mundial.
Sionismo: (del antiguo nombre de Israel, Sión). Originalmente, movimiento ideológico y político fundado por el periodista austriaco Theodor Herzl. El sionismo es un movimiento de emancipación que nació como respuesta al antisemitismo y las falsas promesas de las naciones; su principal objetivo era crear un estado judío en Palestina. Herzl murió en 1904, siete años después del Primer Congreso Sionista en Basilea y casi medio siglo antes de que fuera cumplido su sueño.
Universidad hebrea de Israel: Institución fundada en la década de 1950 por judíos procedentes de la diáspora. A su cargo ha estado, y sigue estándolo, gran parte del renacer de la cultura hebraica, del retorno del hebreo como lengua hablada y de la conservación de la historia y tradiciones sefardíes y askenazíes.
Del judaísmo al sionismo


Judaísmo

Hacia 1800 a.C.: Abraham. Fundador de la religión judaica
Hacia 1250 a.C.: Moisés y las Tablas de la Ley
970-931 a.C.: Reinado de Salomón. Construcción del primer templo. A su muerte, cisma y establecimiento de los reinos de Israel al norte y de Judá al sur.
900-150 a.C.: Actividad de los profetas
Hacia 40: Aparición de la secta cristiana y escisión
70: Destrucción de Jerusalén por los romanos y diásporade los judíos por el imperio
1135-1204: Maimónides, principal teólogo judío, resume la fe judaica en trece artículos. Su credo reproduce las palabras de Moisés en el Sinaí
1492: Los judíos son expulsados de España. El antisemitismo, alentado por las religiones cristianas, es común en toda Europa
Sionismo

1800: Yehuda ben Salomón al-Kalai (1788-1878), Moises Hess (1812-1875) y Hirsch Kalischer (1795-1874) exponen por primera vez que el regreso por medios humanos a la tierrra de los antepasados no se opone a la voluntad de Dios
En 1882, el grupo "Bilú", compuesto por jóvenes judíos rusos, funda colonias de pioneros judíos en Palestina
En 1895 Theodor Herzl (1860-1904) publica El Estado judío
En 1897 se celebra el I Congreso Sionista en Basilea
1900

En 1917, "Declaración de Balfour", piedra angular del Estado de Israel
1939-1945: el fascismo internacional se propone eliminar para siempre a la raza judía. Holocausto
En 1948, el mandato británico sobre Palestina, después de la segunda guerra mundial, facilita la creación del nuevo Estado de Israel contra los intereses de los palestinos que habitan en esta región.
Se asegura de este modo una interminable sucesión de guerras.

http://www.historia-religiones.com.ar/el-judaismo-en-la-actualidad-72 

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